¡Quién no recuerda meriendas de bocata de nocilla salpicadas de dibujos animados de los años 80! Era un tiempo de aventuras épicas, héroes valientes y villanos formidables que luchaban por la justicia y la libertad, risas maléficas y cortes de pelo todavía más maléficos. De Plastidecor y series animadas como He-Man y Los Masters del Universo, ThunderCats, y Los Halcones Galácticos, que llenaban nuestras pantallas y alimentaban nuestra imaginación. Cada episodio nos transportaba a mundos lejanos y nos hacía soñar con ser parte de esas emocionantes historias. Y lo hacían con una estética tan reconocible que 40 años después sigue teniendo un encanto irresistible del que bebe un juego recién editado: MythForce.
Aunque MythForce técnicamente tiene algunas limitaciones, logra devolvernos la magia de esos sábados por la mañana con su humildad y encanto, como un bocadillo de nocilla. Este juego desarrollado por Beamdog rinde homenaje a las series animadas de los años 80. Desde el momento en que lo inicias, con una extraordinaria secuencia que imita en todo las cañeras aperturas de este tipo de series, te sumerges en un mundo de colores vibrantes y personajes dibujado que recuerdan aquellos programas televisivos ya retro.
A medida que exploras el mundo de MythForce, te encuentras con cuatro valientes héroes: Maggie, Victoria, Hawkins y Rico, cada uno con sus habilidades únicas siguiendo los arquetipos que recuerdan a los protagonistas de las series animadas como Dragones y Mazmorras. La elección de personaje te permite participar en la acción en diferentes roles, desde el valiente caballero hasta el astuto pícaro, haciendo las funciones de tanque o sigilo, enfrentándote a deliciosas hordas de enemigos mientras avanzas por los distitnos niveles.
Una sencillez que me encanta
La simplicidad es una de las características que definen a MythForce. A diferencia de algunos juegos modernos que pueden abrumarte con tutoriales largos y complejos, MythForce te arroja directamente a la acción sin muchas explicaciones. En realidad tampoco hay mucho que explicar: hay pocos botones y cada uno hace una cosa. Esta simplicidad puede parecer inicialmente desconcertante, pero en realidad es una parte integral de lo que hace que MythForce sea tan entrañable: va directo al grano, acción y estética.
El desafío de la jugabilidad
Uno de los aspectos más notables de MythForce es su enfoque en la rejugabilidad. El juego se basa en un ciclo de vida en el que te enfrentas a oleadas de enemigos, obtienes mejoras y luchas contra jefes al final de cada capítulo. A medida que avanzas, acumulas experiencia y recursos que te permiten mejorar a tu personaje. Sin embargo, no esperes que MythForce te ponga las cosas fáciles. Este juego es desafiante, y la muerte es una compañera constante. Yo he palmado más veces de las que quiero reconocer. Cada vez que caes en combate, vuelves al principio, pero con un personaje ligeramente más fuerte gracias a las mejoras acumuladas. Ya sabéis que este tipo de mecánicas me parecen frustrante, pero comprendo que para muchos jugadores es una parte esencial de lo que hace que MythForce sea tan adictivo, aunque para mi ha sido su diseño lo que me ha mantenido enganchado.
La magia del arte y la estética
Lo que realmente distingue a MythForce es su apartado artístico. Sin duda es lo primero que llama la atención y en mi caso el principal motivo para adentrarse en un juego con un planteamiento que de otra manera no me habría llamado en absoluto. Los personajes y escenarios están diseñados con un estilo que evoca a las clásicas series animadas ochenteras. Colores planos saturados, y trazo en los contornos, una aproximación al cel shading que de distancia del anime y el cómic y se arrima a este tipo de animación, incluyendo la simulación de algunas texturas sobrepuestas a la imagen que imitan aquella estética televisiva. Incluso los diseños te hacen sentir como si estuvieras jugando dentro de aquellas series, dignos herederos del trabajo de legendarios artistas como Fred Carillo o Gerald Forton.
Las animaciones, los efectos visuales y el sonido también contribuyen a la experiencia. A pesar de algunas limitaciones técnicas que rompen puntualmente la ilusión, el juego logra capturar la esencia de aquellas series. Y es que no todo es perfecto en MythForce. Como mencioné anteriormente, el juego tiene algunas limitaciones, especialmente a nivel jugable. Por ejemplo, me ha costado mucho apuntar y disparar con el arco con fluidez, lo que complica mucho las partidas cuando eres un arquero en un juego tan frenético.
La forma más sencilla de afrontar estas pequeñas carencias jugables es unirse a amigos en el modo multijugador, que al final es para lo que está pensando este título. MythForce brilla aún más cuando te sumerges en la acción junto a compañeros de partida. La cooperación y la coordinación se vuelven esenciales, y enfrentar juntos las oleadas de enemigos se convierte en una experiencia emocionante y gratificante. O imagino que lo es, porque ni me gustan los juegos difíciles, ni soy un jugador social. En cualquier caso, ahí he estado apretando botones como un loco.
El regreso a la infancia
Al jugar a MythForce, no pude evitar sentir una oleada de nostalgia que me transportó a esos tiempos en los que me sentaba frente al televisor con un tazón de cereales, lápices de colores y ganas de dejarme llevar de la mano por He-Man o Lion-O en aquellas aventurasfantásticas. El juego logra capturar bastante de la esencia de esa época y recuerda constantemente de por qué nos enamoramos de aquellas series. Tal vez un poco más de ambición a la hora de afrontar el diseño del juego y haber tratado de realizar la mayor cantidad de contenido a mano en lugar de delegar en el 3D habría supuesto una considerable mejora que lo habría convertido en un hito de la nostalgia. Pero comprendo que Beamdog ha hecho todo lo que ha podido con los recursos que ha tenido disponibles, pero... ¡Malditos sean, porque no soy capaz de quitarme la cancioncilla de la presentación de la cabeza!
Cada nivel de MythForce se siente como un episodio de una serie animada clásica. Tiene esos detalles en los diálogos o algunos sonidos que te sumergen en una experiencia que te hace sonreír. Poco más se puede pedir a un juego de este tipo, creo yo. Para aquellos que seguimos teniendo cierto fetiche con He-Man y Los Masters del Universo o Thundercats, MythForce es todo un regalo, auqnue no es el único proyecto que ha revivido el espíritu de esas series. Los fans también han contribuido con su amor por esos personajes icónicos. Uno de los ejemplos más destacados es el magnífico juego de arcade de He-Man desarrollado por bWWd, que no puedo dejar de recomendar a todos aquellos que crecieron en los 80 (y sobrevivieron).
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