NBA 2K22 debuta en las canchas con una jugabilidad más pulida que nunca y mucho énfasis en la defensa, así como un modo Mi Carrera que empieza a sacar provecho real a La Ciudad. Pero los males de siempre perduran y proliferan sin que Visual Concepts ni 2K Sports hagan lo más mínimo por enderezar el rumbo. ¿Hará méritos para que merezca vuestra compra? ¿O se atragantará como Ben Simmons en un partido de Playoffs?
Comenzar un análisis o una crítica nunca es sencillo. El miedo a la página en blanco, se suele decir. Me dispongo a comenzar mi análisis de NBA 2K22, y la única frase que se pasea por mi mente es la siguiente: ¿Cómo puedo hablar de esta entrega sin que parezca que repito mi análisis de hace un año? O los que realicé en el pasado con otros medios. Porque la saga NBA 2K se encuentra ahora mismo en un punto que evoca al eterno retorno de Nietzsche. Revivimos una y otra vez las mismas cosas, los mismos puntos fuertes, los mismos puntos flacos, la misma monetización agresiva… Visual Concepts y 2K Sports tienen clara cuál es su prioridad con la saga y no tienen una competencia que les apriete las tuercas, así que también es normal que todo se repita de forma cíclica como un Uróboros.
La verdad por delante: me lo he pasado muy bien con NBA 2K22 esta semana y seguiré jugando a lo largo del año. Quiero decir, llevo jugando buena parte de mi vida a esta saga, si la jugara tanto sin disfrutar con ella sería una especie de masoca digital. La otra verdad por delante: la jugabilidad de NBA 2K22 es la más pulida de la saga y ofrece una diferencia real sobre la cancha, pero todo lo que la rodea -la monetización agresiva y los micropagos, el grindeo, la publicidad invasiva, los bugs y la falta de interés por los modos offline- solo va a peor. Si os parece que ya habéis leído esto y que es lo que siempre dicen todos los análisis de la saga año tras año, volved a leer el primer párrafo. Cuando Visual Concepts quiera hacer distinto su juego, leeréis un análisis distinto.
Eso no quita que -otro año más- estemos ante el mejor simulador deportivo del mercado. En general, porque si hablamos solo de baloncesto estamos ante el único. Y no me gusta arrancar de una manera tan pesimista como hago aquí, porque creo que siempre hay algo que disfrutar en cada juego si se es optimista, así que empezaré hablando de las cosas buenas que tiene NBA 2K22. Me gusta jugar a NBA 2K22, disfruto con los partidos de NBA 2K22. La entrega de este año se ha centrado en mejorar la defensa hasta el punto de que me atrevería a decir que ahora es incluso demasiado dominante. Pero todo es cuestión de ir retocando con las actualizaciones, el juego ha sido desarrollado durante una pandemia y es comprensible que hayan tenido menos tiempo para equilibrar todo al milímetro. El caso es que defender es ahora un arte, es lo que de verdad marca la diferencia en los partidos de la NBA y las canchas de La Ciudad.
Defensa, defensa y defensa
Si dejas solo a un tirador medianamente competente, es muy probable que la meta, sí. Pero ahora es muy extraño que alguien logre clavarla cuando le pones la mano en la cara, incluso con insignias. Y el típico jugador online pesado que solo sabe amagar de lado a lado una, y otra, y otra vez hasta soltar el tiro… pues ha tenido esta semana para descubrir que le toca ampliar su repertorio. Los ajustes en defensa hacen que los jugadores sean más competentes a la hora de frenar penetraciones a canasta o seguir los amagos. Es raro encontrarse con bandejas limpias o con ventanas de tiro de más de unos instantes, como uno esperaría en la vida real. La jugabilidad en general es más física -sí, volved a leer el primer párrafo- y los movimientos más reales, aunque todavía quede ese dribbling, esa colisión o esa animación ocasional que te saque de la inmersión. Pero ahora son menos frecuentes.
Sin embargo, los tapones están rotos, o al menos esa es la impresión que causan. Es comprensible que Joel Embiid mande a por toallas a mi base de 1.88 metros, pero cuando ves a Trae Young taponando a jugadores que le sacan cabeza y media, siendo uno de los peores defensores de la liga -no os imagináis lo que le duele decir esto a un fan de los Hawks como yo- pues sabes que algo falla en el equilibrado defensivo. De nuevo, esto no tira al traste todo lo buena que es la jugabilidad de NBA 2K22 con respecto a la anterior entrega, y la defensa ha pegado un auténtico salto de calidad de un año para otro. Pero no todo es defensa en esta entrega, también hay cambios importantes en el tiro y en la selección de tiro, propiamente dicha. Por un lado, el sistema de tiro con apuntado de NBA 2K21 se queda en el pasado: ya no existe en esta entrega. Con el tiempo acabé acostumbrándome a ello y hasta disfruté con él, pero la vuelta al tiro por "timing" no me desagrada.
La gracia es que ahora la ventana de tiro cambia de forma dinámica según el lugar de la cancha desde el que se tire y todos los factores adicionales que afecten al lanzamiento. Además, los mates y los alley-oops requieren ahora también de acertar con el timing, por lo que ya no es tan sencillo dominar en el barrio a base de spamear globos a tu colega más alto. Esto en cuanto al tiro en sí, pero el cambio que más notaréis es el de la selección de tiro. Se ha puesto énfasis en acabar con los punteos fantasma, esto es, cuando un jugador te puntea el tiro aún sin estar ni medianamente cerca de tu jugador. Lo han logrado, mayormente. También, el hecho de tirar solo y sin presión tiene un potenciador mayor que antes, mientras que a poco que estés algo defendido te costará encontrar el aro. Obviamente, todo esto se refina con atributos, insignias, tu propia habilidad al tirar, etc. pero la sensación es muy positiva. Se premia el buen baloncesto y el buen movimiento de balón.
Cuando Visual Concepts quiera hacer distinto su juego, leeréis un análisis distinto
Por último, el dribbling. Se han hecho ajustes para que regatear al defensor sea algo más complicado que antes, que requiera de más habilidad por parte del jugador humano. En las canchas de La Ciudad todavía es fácil irse de la gente que no sepa defender muy bien, pero ya os digo que contra la CPU necesitaréis o mucha habilidad, o muchas estadísticas, o un jugador lo suficientemente fuerte como para abrirse paso. En general, la jugabilidad de NBA 2K22 me parece un salto real con respecto al año anterior. Esto es algo que siempre es difícil de juzgar en los juegos deportivos anuales, dado que toda valoración se basa más en las "sensaciones" al jugar que en novedades concretas y cuantificables. Pero creedme cuando os digo que NBA 2K22 se siente diferente, que supone una evolución jugable en la dirección correcta. Esto era lo bueno de NBA 2K22. Ahora toca remangarse y entrar al fango.
La Meca de la publicidad y los micropagos
Empezamos por el modo Mi Carrera, y las cosas buenas por delante, otra vez: La Ciudad ha mejorado con respecto a NBA 2K21. Está más poblada, hay NPC por las calles y más edificios a los que se puede entrar. Hay misiones todo el rato, muchas de ellas relacionadas con tu carrera como estrella, y de hecho ahora toda la "historia" de Mi Jugador se desarrolla en la ciudad de forma orgánica, con más decisiones por tomar y alternativas que nunca. ¿Que sus misiones y su diseño son dignos de un MMO de 2004? Sí. ¿Que moverse por la ciudad y hacer de recadero puede hacerse un poco pesado a veces? También. Pero NBA 2K22 no es un RPG de mundo abierto, así que no tiene sentido discutir sobre la calidad de sus misiones y tal. Lo que Visual Concepts demuestra aquí es que son muy conscientes de todos los males que tenía La Ciudad en su primer año y han dado pasos activos para mejorarlos todos y cada uno de ellos. Además, la inclusión de carreras como estrella del rap y de la moda, así como la interacción constante con los NPC y las historias ayudan a que te adentres plenamente en tu carrera como jugador, de una manera que no lograban las historias de Spike Lee y compañía. Ah, este año no hay que perder un día entero en Rookieville para saltar a La Ciudad, empiezas en ella desde el primer momento.
Aunque no lo creáis, todavía queda otra cosa buena que decir sobre Mi Carrera, y es la más importante. La creación de jugadores ha sufrido nuevos cambios que, a mi parecer, hacen de este NBA 2K22 el más equilibrado a la hora de confeccionar a nuestra estrella. Hay más insignias que desbloquear, con fines muy variados, y ahora se nos otorgan muchos más puntos de insignia en la confección del jugador. Además, las recompensas de las Temporadas (una novedad de esta entrega), así como eventos de la historia, permiten obtener puntos de insignia adicionales. Dicho esto, vamos con lo malo. La Ciudad está plagada de bugs. Cuando no es que el servidor estalla, el juego te introduce en ciudades vacías por más que intentas jugar con un amigo. O la cámara se bloquea tras completar una carrera, o las físicas dan problemas en el patinete, o el sonido se corta de golpe, o se atasca el juego tras un partido, o desaparecen los puntos de interacción en todo el mapa, o…. La cosa ha mejorado tras la primera actualización del juego, pero no me cabe duda de que queda mucho por pulir en La Ciudad a un nivel puramente técnico.
Y aquí, tras nueve párrafos de análisis, llega al fin el momento de hablar de los micropagos. Me gustaría copiar y pegar lo que escribí sobre ellos en el análisis del año pasado, pero de alguna manera tengo que justificar que Álvaro Castellano me pague por éste, así que profundizaré en lo de este año. Sí, los micropagos siguen estando presentes en todas partes, todo se compra con VC y nada te da suficientes VC como para que no te sientas forzado a tirar de la tarjeta. Entré a Mi Carrera al segundo día de salir NBA 2K22 a la venta -el día anterior estaba de viaje- y ya estaban las canchas plagadas de jugadores de 86 a 94 de media o superior. Decir que en NBA 2K los micropagos son opcionales queda muy bien sobre el papel, pero la realidad es que o pagas el equivalente al precio del juego para dopar a tu jugador, o no tienes la más mínima opción de disfrutar de la mayoría de sus contenidos por enfrentarte a jugadores que te sacan +30 puntos de media.
Eso no es dar opción al jugador, eso es obligarle a sacar la cartera por segunda vez en un juego que cuesta 70 euros de salida. Y bueno, luego está la incesante publicidad de marcas y compañías una y otra vez, capaces de colar promociones de State Farm como misiones de la historia en el ejemplo de "product placement" más descarado que jamás haya visto en un videojuego. Salvando esos juegos que son una promoción en sí misma (Pepsiman), claro. Si tengo que aguantar publicidad en un juego de pago algo está fallando. Y que un juego de 70 euros te incite a menudo a comprar micropagos a la vez que gana dinero con la publicidad que te cuela de marcas y compañías es a todas luces excesivo. Si a eso le añadimos las técnicas de retención más típicas de los juegos para móviles, la sensación global no es de "estoy disfrutando del juego aunque tenga que aguantar estas cosas", sino de "tengo que aguantar estas cosas para poder disfrutar del juego". Y creo que hoy en día hay demasiadas cosas ocurriendo en el mundo y demasiado poco tiempo libre como para que un juego se sienta como un trabajo en lugar de como un espacio de ocio donde desconectar.
NBA 2K22 se siente diferente, supone una evolución jugable en la dirección correcta
Llegará mañana y entraré al juego, cerraré el primer pop-up que sale con promociones, entraré a Mi Carrera, cerraré el aviso de los eventos de temporada, ignoraré la publicidad que hay en cada calle, llegaré a una cancha y me pondré a jugar. Porque así de buena es la jugabilidad, porque de verdad me gusta jugar al baloncesto que crea 2K y porque me lo paso bien en él con mis amigos. Pero no por ello dejaré de decir que hay mucho que mejorar en su modelo de negocio. Y creo que es hora de que no solo los jugadores, sino la prensa con nuestro altavoz, condenemos vehementemente las prácticas más nocivas de esta industria en lugar de pasar por ellas de puntillas en los análisis. Pero ese es un tema para otro momento.
Mi Equipo, continuista para bien
Pasamos de Mi Carrera a Mi Equipo, el otro modo en el que 2K pone claramente toda su atención. Hay pocas diferencias con respecto al año pasado: las Temporadas siguen aquí y me siguen pareciendo un punto muy positivo, muy bien implementado, para fomentar que te sientas recompensado ya juegues offline o contra otra gente. Hay un nuevo modo Draft que… bueno, si habéis jugado a FIFA Ultimate Team, ya lo conoceréis: abres sobres y montas un equipo con los jugadores que te salgan, para competir con otras personas hasta que pierdas o acumules el máximo de victorias. También se le ha dado un giro al modo Triple Amenaza Online con una propuesta que incita a ser más defensivos que nunca, para hacer cada partido más tenso y emocionante.
Y luego hay otras dos curiosidades que, personalmente, me llaman mucho la atención. Por un lado, ahora existe un servicio que califica tus cartas. Como si fueran cromos reales de coleccionista, tú le das tus cartas y éste las valora con un rango de calidad de hasta 10.0 puntos. A más puntos, obtendrás más puntos MT adicionales tras cada partido que juegues con ellas. Y seguramente las podáis vender más caras en subasta. Por otro lado, ahora se pueden personalizar las zapatillas con los potenciadores que queramos, lo que abre más posibilidades de personalización para potenciar a los jugadores. Hay novedades aquí y allá, pero en general, Mi Equipo se mantiene continuista este año. Lo cual no es necesariamente malo, ojo, ya que se trata de una experiencia bastante bien refinada.
Ahora me gustaría invitaros a regresar al primer párrafo otra vez, porque toca hablar de Mi GM, del modo "mánager" tradicional de la saga. Es el mismo que el año pasado, que era igual que el anterior (aunque con más opciones de personalización), que era igual que el anterior. La novedad aquí es que se ha cambiado el sistema de empleados con un enfoque más cercano al de los juegos de gestión: cada empleado tiene unas estadísticas y unos rasgos especiales, y podemos ficharlos en puestos diferentes según lo apropiados que sean. Por ejemplo, si ves a un empleado que es muy buen entrenador ofensivo pero su título es de fisio, le puedes contratar como entrenador sin problema. Esto suena bien, pero ya sea por un bug o por otros motivos, es imposible contratar a nadie salvo que sea por el mínimo (lo que el 99% de los candidatos rechazan). No solo en la primera temporada, sino también en la segunda cuando ya has podido reajustar el presupuesto. Por lo que, muy bonito el sistema, pero no le he podido sacar jugo.
Así mismo, hay otro bug que hace que la lista de agentes libres esté llena de jugadores ficticios de 97 de media dispuestos a jugar para ti, lo que rompe por completo cualquier inmersión, realismo o equilibrio que pueda haber en la partida. Parece que está relacionado con la G-League, así que desactivarla al crear la partida. Y luego sigue habiendo textos que se cortan, elementos descuadrados en la interfaz o en ciertos menús… Una serie de problemas que demuestran desgana o falta de revisión por parte de Visual Concepts antes del lanzamiento. Sí que destacaré que el sistema de entrenamiento ha sido retocado y que se añaden instrucciones "dinámicas" que podemos programar al entrenador según la situación de partido, lo que seguramente entretenga a los jugadores que más disfruten gestionando sus equipos al milímetro.
Que un juego de 70 euros te incite a comprar micropagos a la vez que gana dinero con la publicidad es a todas luces excesivo
A nivel visual, NBA 2K22 se mantiene en la línea del salto generacional que vivimos hace un año. A nivel jugable, supone todo un paso adelante para la saga. Pero todo lo ajeno a la jugabilidad en sí, al hecho de salir a la cancha y botar el balón, es algo que sigue la línea negativa de los últimos años y lo lleva a peor. Por supuesto eso le impide tener el sello de Recomendado por razones obvias, y eso que lo que ofrece a nivel jugable es lo mejor que existe en el género deportivo con enorme diferencia. Pero la saga NBA 2K necesita con urgencia de un competidor, o de algo que le haga dar un giro de 180º al rumbo que lleva desde hace un lustro. Eso sí, aunque todo esto entristezca, quien conozca la saga de sobra y no le importen los males de su modelo de negocio, logrará disfrutar con NBA 2K22 como no lo ha hecho en años.
NBA 2K22 vuelve a suponer un salto jugable para la saga, y vuelve a suponer un paso atrás en todo el resto de elementos. La monetización es tan agresiva como nunca, la publicidad más invasiva, los bugs son comunes en La Ciudad, y en general, parece que Visual Concepts toma ciertas decisiones con la tranquilidad de saber que no tienen competidores en el baloncesto virtual. Eso no quita que las novedades en Mi Carrera o los ajustes en la jugabilidad sean gratamente positivos, pero queda en tu mano decidir si es suficiente para tapar los males de siempre.
Comprar NBA 2K22- Los micropagos y la publicidad son tan agresivos como nunca, son incesantes
- La Ciudad ha mejorado gratamente en cuanto a contenido y misiones, pero le falta mucho pulido técnico
- El modo Mi Equipo se mantiene como una experiencia muy pulida y con más opciones que nunca
- La jugabilidad es de 10, un salto real con respecto a 2K21. Una pena que se vea rodeada por todo lo demás
- La mejora intergeneracional solo se incluye con las ediciones de 85€ o 100€