Me gusta pensar que los videojuegos son un milagro. Actualmente, los desarrollos se han complicado hasta tal punto que hacer un juego AAA se observa como un salto de fe que, en el peor de los casos, puede dejar un estudio al borde del abismo. Por ende, son pocas las compañías que, viendo el panorama de hoy en día (con despidos constantes, cancelaciones de proyectos y equipos que desaparecen en un instante) se atreven a hacer un juego experimental al estilo de Pentiment; una obra que desafía todos los análisis de mercado que insisten en crear el enésimo GaaS para darnos una experiencia completamente única. Y, para fortuna de todos, ahora podemos decir que esta entrega de la aclamada Obsidian ya se encuentra en el vasto catálogo de Nintendo Switch.
Un juego reconvertido en 'libro de bolsillo'
No profundizaré en las muchas bondades del juego para no repetir las palabras de Alejandro Pascual, en cuyo análisis de Pentiment valoró brillantemente todos los aspectos que caracterizan esta aventura al estilo El Nombre de la Rosa. Lo que sí diré, sin embargo, es que su historia de misterio con toques de rol se adapta perfectamente a la experiencia de Nintendo con su consola híbrida: la portabilidad del dispositivo casa de maravilla con el título dirigido por Josh Sawyer, tan comprometido con una narrativa conformada por diálogos y escenas cortas.
En Switch se siente casi como un libro de bolsillo
Con esto, no me refiero únicamente al hecho de que Pentiment sea una gran manera de evadirse durante los viajes en transporte público o en los ratos muertos (personalmente, la posibilidad de llevarme el juego de Obsidian a la comodidad de mi cama se ha convertido en mi forma favorita de disfrutar de su historia). Pues, debido a esa fuerte apuesta por una experiencia basada en la lectura, su aplaudida llegada a Nintendo Switch moldea su propuesta hasta convertirla prácticamente en un libro de bolsillo; perfecto para continuar en cualquier momento y lugar.
Claramente, y como ya os contamos en nuestras impresiones iniciales, el relato de Andreas por el pueblo de Tassing y el monasterio de Kiersau está lejos de ser un simple libro. Su sistema de decisiones, que pueden dar lugar a desenlaces variados en las muchas situaciones que se viven en estas localizaciones ficticias, forman una ramificación que no cabría más que en los volúmenes más grandes del estilo 'Elige tu propia aventura'. Lo que, en definitiva, nos da un buen motivo para celebrar su último aterrizaje al ecosistema portátil de Nintendo Switch (con permiso de Steam Deck, donde estuvo verificado desde el primer día).
No puedo cerrar este apartado sin hacer una rápida mención al rendimiento del juego en la híbrida de la Gran N, uno de los temas más abordados en cuestión de ports. Porque, al tratarse de una experiencia puramente narrativa donde la historia se desarrolla a través de conversaciones y reflexiones, Nintendo Switch no tiene ningún problema a la hora de ejecutar la aventura. Los tiempos de carga son correctos, el aspecto visual no se ve perjudicado y, en resumidas cuentas, el título no sufre traspiés técnicos que rompan la inmersión del jugador. Cero sorpresas por aquí, todo sea dicho.
La accesibilidad propia de Xbox Game Studios vuelve a brillar
A estas alturas del partido, queda claro que la accesibilidad se ha convertido en un aspecto primordial para las grandes compañías de videojuegos. Y no es arriesgado decir que Xbox ha sido una de las empresas más comprometidas con la implementación de opciones alternativas en sus experiencias; desde la implementación de configuraciones para jugadores con diferentes discapacidades y hasta la fabricación de su Xbox Adaptive Controller, los de Redmond han llevado a cabo muchas iniciativas en este campo. Y Pentiment no es una excepción.
Cohesionar las diferentes tipografías de Pentiment ayudará a que más de un jugador se mantenga dentro de la aventura
Nada más empezar la partida, el juego te avisa de que los diálogos se presentarán con diferentes tipografías según el personaje con el que estemos interactuando. Los monjes, especializados en la escritura, tendrán una letra estilizada y propia de la época; los campesinos, sin embargo, reflejarán sus conversaciones en una fuente más manual y tosca. Esta idea, que al principio puede parecer original, corre el riesgo de entorpecer la lectura del jugador por las peculiares características de cada tipo de letra; motivo por el que Pentiment ofrece una configuración alternativa que cohesiona todos los estilos empleados en las frases del juego. En resumidas cuentas, una opción de accesibilidad que más de uno agradece.
Y, aunque dicha configuración lleva presente en el título desde su lanzamiento en 2022, ahora tiene un nuevo sistema en el que brillar. Nintendo Switch, en su modo portátil, permite que los jugadores disfruten de Pentiment gracias a las características citadas anteriormente en este mismo texto, pero su pantalla puede ser algo pequeña para algunas personas. Por ello, la posibilidad de cambiar las tipografías de los diálogos se establece como una opción imprescindible para un gran número de usuarios. A fin de cuentas, hablamos de una experiencia de unas 15 horas de duración (25 horas para quien busque el 100%) donde la lectura es constante. De este modo, las iniciativas de accesibilidad en torno a las letras son un gran punto a favor de Obsidian y Xbox Game Studios.
Un juego único, ahora también en una consola única
Actualmente, y según los datos proporcionados por Nintendo, Switch ha vendido 139,36 millones de unidades en todo el mundo. Pentiment, por su lado, se caracteriza por tener una jugabilidad muy relajada que se aleja de las propuestas hardcore tan propias de la industria actual. Por ende, la llegada del título de Obsidian a la híbrida de la Gran N permitirá que muchos usuarios, especialmente los que todavía se sientan intimidados con las complicaciones de los videojuegos de hoy en día, tengan la oportunidad de descubrir una entrega única que hace oídos sordos a las peticiones más recurrentes en redes sociales, las perspectivas de ventas y las estrategias que apuestan por lo seguro en un mercado ya saturado de experiencias.
Porque la historia de Andreas, capaz de llamar la atención por su precisión histórica y de enganchar por el desarrollo de su misteriosa trama, se establece como un proyecto valiente que nada a contracorriente en todo momento. Sí, Pentiment no es un juego para todo el mundo (y esto no lo decimos nosotros, sino el mismo Josh Sawyer), pero su existencia evidencia que todavía hay propuestas interesantes y diferentes que buscan destacar a su manera. Que exista un juego así en los tiempos que corren es todo un milagro, y su aterrizaje a otras plataformas es motivo de celebración para la inmensa comunidad de jugadores.
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