Los años 30, un equipo de rodaje se traslada hasta una misteriosa isla para grabar una película. Pero Ann, la bella actriz y estrella del equipo es raptada por un gigantesco gorila.
Los creadores de los videojuegos, como es lógico, cada vez cuentan con más renombre entre los profanos en la materia y algunos nombres ya empiezan a sonar con fuerza, fuera de los círculos de esta industria del entretenimiento. Buena muestra de ello, es como ha ido a parar este título a uno de los más prestigiosos diseñadores de Ubi soft, Michel Ancel, responsable de Beyond Good & Evil o la última entrega de Rayman, creaciones que le han servido para que el mismísimo Peter Jackson, (el mundialmente famoso director del Señor de los Anillos) tras declararse fan del trabajo del diseñador francés, lo eligiera para llevar a cabo la versión del videojuego de su última película, Peter Jackson King Kong, un remake del clásico de los años 30.
Todo esto aparte de resultar algo anecdótico, si que hace constar que este título ha partido con muchas ganas de realizar un producto con calidad, y no limitarse a la muy repetida fórmula de aprovechar el tirón comercial de una superproducción cinematográfica sin más, lo cual es digno de mención viendo el resultado conseguido, que sin ser excepcional, si que cumple con las expectativas.
Fuerza o inteligencia
Lo primero que choca en King Kong es su acertada combinación entre dos estilos de juego, según la fase y el protagonista que controlemos. Por un lado, dispondremos de la fuerza y habilidad del gorila gigante en un juego al más puro estilo de acción en tercera persona, y por otro lado, de las capacidades de Jack Driscoll (el guionista de equipo de rodaje que viaja a isla Calavera a rodar un película…), en un juego en primera persona con dosis de supervivencia y algunos planteamientos tácticos, no faltos de sencillos puzzles que resolver.
Ambos protagonistas, irán apareciendo según la fase en que nos encontremos siguiendo la línea argumental, aunque, he de decir que el gorila lo hace con bastante menor frecuencia que Jack, lo cual creo que no hace justicia con el que es la verdadera estrella de esta historia y mi personaje favorito.
Resulta divertido ir saltando por las ramas y repartiendo mamporros con el simio, sintiendo el poderío de ser “el que manda”, pudiendo mirar fijamente a los ojos de los temidos dinosaurios V-Rex sin salir por patas... Y aunque estas fases tienen una mecánica muy sencilla, el recital de distintos golpes, además de poder agarrar, lanzar o acabar con los grandes enemigos realizando brutales movimientos, consiguen mantener un buen interés en nuestro incesante caminar para salvar a la bella Ann, de todos los peligros que esconde isla Calavera, que dicho sea de paso, no sólo son en forma de dinosaurios, otras extrañas criaturas anormalmente gigantescas como gusanos, pájaros y unos agresivos humanos, también hacen acto de aparición en nuestro camino.
De hecho, la percepción que tendremos de estas criaturas cuando controlemos a Jack, es radicalmente distinta, al igual que la forma de jugar, teniendo que ingeniárnoslas de muchas maneras para no acabar siendo el menú de dichas bestias. ¿Los recursos? Pocos pero suficientes, algunas armas como pistolas o rifles, ingeniosas artimañas como ensartar pequeños reptiles en nuestras lanzas para usarlos de cebo, o simplemente conducirlos con fuego y otras artimañas hasta trampas que logren despistarlos. Hay que resaltar, que esta es una de las partes más originales de este juego, resultando muy intensa y emociónate.
Un estilo muy peliculero
Si de algo no hay dudas al ver este título, es que Michel Ancel y su equipo se han esmerado a fondo en lograr una radiante puesta en escena, poniendo especial mimo en intentar sumergir visualmente al jugador en la historia. Buena muestra de ello, es la ausencia de marcadores en pantalla, sin muestras de puntuación, vida o munición. Sintiendo así, en la propia carne de los protagonistas, su estado de energía, o llevando encima sólo los objetos que podamos transportar como en la realidad. Por ejemplo, Jack sólo podrá llevar a la vez una única arma de fuego en combinación con una lanza, y los objetos adicionales para solventar puzzles deberemos transportarlos hasta darles uso.
Aún así, todas las virtudes de este título, no consiguen abstraernos de su desarrollo excesivamente lineal (prácticamente hasta la última fase estamos en la isla) y su escasa duración, (realmente si eres habilidoso en dos tardes te lo acabas) que le impiden estar a la altura de los muy buenos logros conseguidos tanto en el apartado gráfico como sonoro. Especialmente buenos son los efectos visuales de desenfoque cuando somos atacados o heridos y la personal paleta de colores que usa el juego, o el más que eficaz uso de la música.
Hubo un tiempo, en que comentar un videojuego basado en una adaptación cinematográfica, era símil de hablar de escasa calidad y mucho tirón de marketing. Hoy en día, esto parece haber cambiado un poco y afortunadamente podemos encontrar buenos títulos, amparados por el pomposo y poderoso mundo del cine. Y exactamente este es el caso de Peter Jackson King Kong, un título que aparte de ser recibido como regalo, también puedes ir a comprar confiadamente si te gustan los sencillos pero buenos juegos de acción.
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