En un año lleno de disgustos para Ubisoft, la peor noticia ha llegado el último fin de semana de diciembre. Rainbow Six: Siege, su juego como servicio más exitoso con mucha diferencia, ha sufrido una brecha de seguridad masiva que forzó a cerrar de emergencia los servidores de juego. Un apagón que tuvo lugar hace más de un día y para el que todavía no hay una fecha prevista de finalización. Las actualizaciones que ha ofrecido la compañía sobre la situación han sido pocas y no demasiado extensas. A estas alturas lo único que está claro es que la situación ha sido más grave de lo que parecía al principio.
Para entender las repercusiones del hackeo hay que saber que todo comenzó cuando los atacantes regalaron a cada usuario unos 13 millones de euros en moneda premium del juego. Además de eso se llevaron a cabo baneos injustificados y 'troleos' en las partidas que estaban activas. En la 'feed' de la esquina superior derecha de la pantalla aparecían nombres falsos de usuarios que formaban letras de canciones como la legendaria "It Wasn't Me" de Shaggy. El ataque parecía más una protesta que cualquier otra cosa y los actos de los 'hackers' incluso fueron considerados como algo gracioso o divertido por parte de algunos usuarios.
Esto ha hecho que Ubisoft reciba críticas muy duras por la situación de los servidores. Muchos usuarios creen que la compañía solo ha reaccionado porque, al haber regalado monedas premium infinitas a los jugadores, le han tocado el bolsillo. Esa no es en ningún caso la realidad. Cuando se sufre un ataque informático, paralizarlo todo es el primer paso obligatorio. Si el problema solo tuviera que ver con las monedas de juego, bastaría con revertir las monedas de juego añadidas por los atacantes y bloquear la tienda unos días mientras se vuelve a la normalidad. Ojalá fuera eso, deben decir los trabajadores de Ubi en las oficinas de Barcelona.
Hay que decir, eso sí, que la compañía no está ayudando a calmar los ánimos. “Actualmente estamos llevando a cabo un 'rollback' de los servidores y después se realizarán controles de calidad extensivos para asegurar la integridad de las cuentas y la eficacia de los cambios. El equipo está centrado en reactivar el juego lo antes posible. Por favor, tened en cuenta que estas tareas se están llevando a cabo con extremo cuidado y, por lo tanto, no se puede ofrecer una fecha de finalización estimada. Habrá más actualizaciones conforme tengamos información adicional”, decía la última publicación oficial. En el comunicado, sin embargo, se omite cualquier información referente a la seguridad de los jugadores. Esa es la información más importante que la comunidad debería tener cuanto antes.
Rainbow Six Siege es un pilar en cuanto ingresos para Ubisoft.
Ubisoft también es víctima de la información falsa
Suele decirse que a perro flaco todo son pulgas y en este caso Ubisoft está siendo víctima de una campaña de desinformación. Numerosas fuentes se están haciendo eco de datos por verificar según los cuales el ataque habría afectado a todos los juegos de la compañía, dando lugar al robo de secretos industriales valorados en cientos de millones de euros. Se habla de grupos hackers que han reivindicado el golpe y de numerosas organizaciones trabajando de forma conjunta para poner patas arriba la empresa. Ninguna fuente fiable, oficial o no, ha verificado dicha información.
Para que la situación sea seria no hace falta que la historia sea digna de una película. Lo más probable es que los 'hackers' hayan logrado ejecutar código de forma remota y obtenido un gran control sobre el videojuego. Es por eso que Ubisoft podría tardar en recuperar el control de Rainbow Six: Siege. No basta con el mencionado 'rollback' de servidores, que es algo así como recuperar una vieja copia de seguridad, también hay que comprender cómo se ha llevado e l ataque y eliminar la vulnerabilidad. Este es un proceso difícil y tortuoso que, hay que recordar, a la compañía le está costando una barbaridad de dinero.
La realidad es que, ahora mismo, Rainbow Six: Siege es uno de los pilares de Ubisoft a nivel financiero y, cada día que pasa cerrado, está renunciando a millones de euros en ingresos. Lo hace porque es imposible no pensar en que habrá una compensación a los jugadores cuando acabe toda esta historia y, sobre todo, porque la tienda del juego también está cerrada. Aún peor es que si los servidores se mantienen apagados durante demasiado tiempo corren el riesgo de perder la atención de la comunidad, pudiendo ver reducido el número de usuarios en el corto o medio plazo. Hay que comprender que, más allá de las filias y fobias de cada uno, nadie hace esto por gusto. Las repercusiones son extremadamente negativas para la empresa y, tristemente, quizá lo sean también para sus empleados.
Ver 4 comentarios