Starfield, al margen de la exploración de planetas a pie, también nos dejará recorrer el cosmos a bordo de naves espaciales. Un grado más de implicación y personalización, porque podremos editarla a nuestro gusto, que tiene un problema según la ciencia: la nave que conocemos de Starfield no volaría, es inviable si no quieres morir en el intento.
Cuando juegas o ves una película de ciencia ficción existe una cosa: la supresión de la credulidad. No vemos Star Wars y pensamos "¿por qué se escuchan los disparos en el espacio si en la vida real no pasa?". Si no paramos de hacernos esas preguntas, no disfrutamos. Sin embargo, nunca está de más analizar aquellas obras que son más ciencia que ficción como este RPG de Bethesda, y si bien no es fácil construir una nave a tamaño real para probar su viabilidad, hay quien ha usado para ello Kerbal Space Program.
Si conocéis esta obra del estudio mexicano Squad, hablamos de un simulador de vuelo espacial, así como constructor de naves, pero siempre con las miras puestas en alzar el vuelo. Lejos de ser un proyecto de ficción puro y duro, lo que más destaca de Kerbal Space Program es que su base científica y el uso de físicas realistas le ha llevado a ha recibir elogios de la NASA o la ESA, y de figuras de la industria aeroespacial como el director ejecutivo de ULA, Tory Bruno o el director ejecutivo de SpaceX, Elon Musk.
Con esto en mente, el usuario SWDennis ha construido la nave que promociona Bethesda, que hemos visto en todos sus adelantos y tráileres, así como la que podremos pilotar en el juego para ver si de verdad volaría. El resultado es que no, no funcionaría tan bien como pueda parecer. Si bien mantiene cierta estabilidad al volar, hay importantes problemas en "la alineación de los propulsores principales y el centro de masa", añade el creador de contenido en YouTube.
Además y por muy épico y bonito que pueda quedar, los propulsores hacia abajo "serían como cuchillas de plasma de 20 metros de largo que cortarían todo lo que estuviera debajo de ellas en pedazos, incluso el suelo se habría recortado unos pocos metros". Así pues, "es un desastre aerodinámico y nunca volaría en la vida real", termina por concluir SWDennis.
No obstante, volvemos al comienzo. Podemos optar por la supresión de la credulidad o también asumir que los 300 años en el futuro han servido para mejorar las estructuras para hacer frente a las complicación de la física, quien sabe.
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