Alberto Moral
Editor - GuíasLos juegos de mundo abierto son proclives a sufrir bugs por la inmensidad de su estructura, y que consigan mantenerse estables ya es un logro, pero siempre hay algo que se escapa al control de calidad, o -como en este caso- se sabe que existen pero no se toca, aunque haga "crashear" el juego. Es lo que ocurre si le das a Salmo, el panadero de Skingrad en Elder Scrolls IV: Oblivion, un trozo de lo que él se dedica a vender, pan. Pero ahora parece que no es por desidia o desinterés de Bethesda que este bug se haya perdurado a lo largo de todos estos años (y en las dos versiones del juego), sino porque de corregirlo puede ocurrir algo mucho peor para nuestra partida.
El Panadero que "odia" el pan en Elder Scrolls
Como en muchas otras ciudades del juego, en Skingrad hay un NPC con una rutina predefinida, una que podemos seguir si le observamos cuidadosamente a lo largo del día, Salmo. Este alto elfo es el "panadero" del lugar -en realidad es un mendigo- y su trabajo consiste en recorrer la ciudad entregando el pan que hace él mismo en la Logia Dos Hermanas y la Posada Westweald.
Lo que ocurre es que si le damos lo que el fabrica, pan (es necesario hacerlo con una serie de comandos en la consola del juego para forzarlo), podemos desencadenar un bug catastrófico para el juego que hace que se cierre de golpe y nos devuelva al escritorio. Sin embargo, y pese a que parece un descuido por parte de Bethesda, la razón de que así ocurra es porque sería peor el remedio que la enfermedad; es una posible "solución" a un problema mayor.
¿Un bug como mecanismo de seguridad o simple homenaje?
Y es que, incluso en la versión remasterizada y corregida de Oblivion que salió en 2025, este fallo persiste, y tiene los mismos efectos y se puede provocar siguiendo los mismos pasos que con el original: dándole a Salmo cualquier tipo de Pan. Cuando le haya dado un par de bocados al volver a su domicilio -concretamente, al segundo mordico-, el juego expulse sin motivo aparente y sin ningún tipo de mensaje de error.
Si bien hasta la salida de la edición reeditada muchos pensaban que este bug no corregido era simplemente un descuido y no era imprescindible su arreglo po rlo situacional y específico del mismo, pero en la versión reeditada existe, y la comunidad tiene una teoría: que está ahí a modo de "vacuna" contra algo peor que podría ocurrir si se parchea el bug. La hipótesis es que el bug de Salmo es intencional y sucede para evitar que, si continúa con su actividad tras obtener pan de alguna forma, la partida se corrompa o haya algún "disparador" de guion o script que no se active correctamente, impidiendo al jugador proseguir con su partida.
Claro que sin una declaración oficial por parte de los desarrolladores, no hay forma de saber si es eso, o simplemente un homenaje a este curioso fallo. Además, no son pocos los fans que aprecian que estos bugs tipo "legado" persistan hasta en la versión definitiva del juego, ya que si algo caracterizó en su día al juego era la existencia de estos pequeños fallos que, si conocemos, podemos evitar para que nuestra partida se vaya al traste.
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