A finales de noviembre, un jugador aprovechó una oferta de Best Buy para comprar una ASUS TUF RTX 5080 por 1.024 euros (1.200 dólares). ¿La intención? Actualizar su PC Gaming con una GPU de nueva generación, ya que llevaba un tiempo ahorrando con la mira puesta en la nueva línea RTX 50 de Nvidia. Por desgracia, su calvario empezó tres días después, momento en el que recibió un paquete con la etiqueta pegada directamente sobre la caja comercial.
A priori, esto le hizo arquear la ceja, dado que el envío no contó con embalaje exterior y el sello de seguridad parecía manipulado. Al abrirlo, terminó confirmando todas sus sospechas al comprobar que no había recibido una RTX 5080, sino cuatro piedras colocadas para imitar el peso del producto. De esta forma, el estafador evitó sospechas durante el envío y la recepción, pero acabó jugando con la fe y la fortuna del protagonista de la historia.
¿Es posible reclamar un fraude?
Menos de una hora después de haber recibido el paquete, el comprador denunció el incidente y compartió sus pensamientos en un hilo de Reddit: "Estoy preocupado porque no me sobra el dinero". Además, señaló que llevaba tiempo esperando por una GPU relativamente accesible dentro de su presupuesto, razón por la que confió en el buen hacer de Best Buy a la hora de analizar el caso. Por desgracia, se enfrentó a la única situación que no estaba preparado para solucionar: la negativa del comercio.
Tras estudiar el caso, Best Buy le confirmó el 2 de diciembre (una semana después de realizar la compra) que su investigación le había llevado a rechazar tanto el reembolso como la sustitución. Así, el usuario se vio con un pedido de 1.024 euros que no estuvo marcado por la recepción de una flamante RTX 5080, sino por cuatro rocas colocadas de forma estratégica dentro del paquete de la GPU. Por desgracia, la comunidad de Reddit dio con la clave del caso: se trata de un producto devuelto de forma fraudulenta que se reenvió como nuevo y, por ende, el nuevo comprador pagó los platos rotos.
De esta forma, la estafa encaja con un patrón de fraude muy común: alguien compra la tarjeta, sustituye la GPU por un peso equivalente, vuelve a cerrar la caja y la devuelve, momento en el que la compañía no comprueba el pedido y provoca un fallo en cadena que afecta al nuevo comprador. Así, otra opción que tiene es acudir a su banco para pedir una devolución del cargo, pero hay un matiz: no es un fraude por robo de identidad, sino una disputa comercial por mercancía no entregada.
Sobre el papel, la devolución del cargo suele funcionar. Sin embargo, en algunas ocasiones suele conllevar un posible bloqueo en determinados comercios. En casos como este, el comprador lo deja claro: "Si te mandan piedras, bloquearte es un favor". Aún así, lo más recomendable es grabar el proceso de apertura, una práctica cada vez más común que ayuda a reclamar ante situaciones tan trágicas como esta.
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