La larga espera de nada menos que 6 años acabó el pasado 12 de mayo cuando los nipones de Nintendo lanzaron al mercado un The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom que se ha comido el mes de mayo como el juego más vendido de la historia en Europa. Después de la expectación y el jolgorio inicial de su estreno, ahora llega lo bueno: cuando la comunidad descubre los entresijos de la programación de Nintendo. Y ya tenemos respuesta a qué ocurre tras bambalinas cuando Link usa la habilidad Infiltración.
De investigar en los archivos de los juegos sabe mucho el creador de contenido Shesez que, con su sección Boundary Break, nos ofrece un vistazo a qué sucede dentro de todo tipo de títulos, desde las más modernas a las más añejas. Sin embargo, saber que Link se convierte en un cubo cuando usa la habilidad es quizá menos épico de lo que uno se podría esperar, pero es lo que sucede. ¡La magia y el ingenio de la programación!
Según destaca, lo que sucede cuando Link traspasa las estructuras es que se convierte en un cubo negro, nada de una imagen, sino una estructura en 3D de grandes dimensiones que está siempre replicando la animación del vórtice verde en su interior. Gracias a esto, y con Link dentro del cubo, podemos traspasar estructuras sin que el modelado del personaje choque con el entorno
Lo que sucede cuando Link traspasa las estructuras es que se convierte en un cubo negro
Lejos de sonar cutre, es una habilidad con muchísima dificultad a la hora de programar puesto que, como ya hemos visto, no hay pantalla de cargas. Todo sucede en tiempo real. Hablamos de una de esas "soluciones para salir del paso" que muchos estudios de desarrollo usan constantemente. De todos es conocida la carga en segundo plano cuando en un juego de aventuras en tercera persona nuestro personaje pasa por un resquicio que ralentiza la acción.
De hecho, esto no es el único truco de Nintendo dentro del propio Zelda: Tears of the Kingdom, y es que a la hora de cargar el mundo los nipones aplican una técnica ampliamente conocida dentro de la programación: cargar el escenario a bajísima resolución e ir subiéndola conforme se necesite.
Gracias a esto, cuando saltamos desde las islas celestes y vemos todo Hyrule bajo nuestros pies, no es un lienzo en blanco, tampoco vemos una pantalla de carga. Podemos divisi estructuras, montañas y accidentes naturales, pero a poca resolución para no sobrecargar la máquina hasta que llegamos al suelo.
¿Qué nos pareció Tears of the Kingdom?
Aunque la llegada de un nuevo Zelda siempre genera expectación, después de Breath of the Wild el nivel estaba altísimo. Sin embargo, el compañero Alberto Pastor no pudo estar más contento con la nueva aventura de Link y compartió lo siguiente en su análisis: “incluso tras 100 horas de juego sentirás que apenas has explorado la superficie de uno de los mundos abiertos mejor diseñados de la historia del videojuego”. Creo que eso ya es suficiente para echarle un ojo, ¿no crees?
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