DOOM hizo historia. El clásico de id Software es un juego imperdible para cualquier fan de los videojuegos; incluso quien no lo haya tocado sabe de su importancia para el medio, para los shooters y, de manera sorprendente, para Total Chaos. Y no, no me he equivocado. Empezar hablando de DOOM para terminar en Total Chaos, una de las sorpresas de finales de noviembre en Game Pass —también en PS5, Xbox Series X|S y Steam— tiene sentido: el juego le debe todo, literalmente, a DOOM 2. Pero también es un título independiente que ofrece un terror robusto, fiel al clasicismo que lo vio nacer, y con un combate muchísimo que mantiene el juego en equilibrio.
Pero ¿qué tienen que ver ambos juegos? Resulta que lo que tenemos al alcance de un clic nació como un mod de DOOM 2 hace ya ocho años, transformando el clásico de id Software en un juego de terror —gracioso, pues DOOM 3 ya coqueteó con el terror hace ya 21 años— y supervivencia, dos conceptos jugables alejados de la fiesta de sangre y demonios del juego original. Un proyecto que se rio de las limitaciones del id Tech 1 y nos dio un juego que, si jamás te hubieran dicho que estaba vinculado a DOOM 2, no te habrías dado cuenta; y lo mismo sucede ahora.
Un juego de terror que vive entre tres generaciones
Total Chaos nace de la ambición de Trigger Happy Interactive por ir un paso más allá; porque incluso aunque diluyeron al máximo los límites del clásico motor de id Software, las posibilidades mecánicas y narrativas eran mínimas. Ahora, como un juego completo de unas siete horas de duración, más o menos, y edificado en Unreal Engine 5 —que en la versión de PS5, la que he jugado, da importantes tirones de FPS debido a Lumen—, Total Chaos brilla con luz propia. Un proyecto a medio camino entre el clasicismo del mod original, la ola de juegos independientes en primera persona de hace ya 15 años, y con un apartado visual sobrio, sí, pero tremendamente inmersivo.
Con esto en mente, aparecemos en Fort Oasis, o más bien a pocas millas de allí. Total Chaos no esconde sus inspiraciones, como tampoco lo hizo el juego original, y mira de cerca a Lovecraft y al clásico concepto del terror psicológico de lo incognoscible. Tras recibir una llamada extraña procedente de la isla, naufragamos en ella y tendremos que dar con el motivo por el que este antiguo emplazamiento minero ha perdido a todos sus habitantes. Sí, quizá no es el punto de partida más inspirado, pero si conoces la mano del autor de Providence y cómo todo sucede por un motivo ajeno a nuestro conocimiento, este comienzo tan en frío se siente lo más natural posible; tan Lovecraft; tan terrorífico.
De hecho, podremos acabar el juego en dos minutos, literalmente, volviendo sobre nuestras andadas, montándonos en el barco y saliendo de allí, pero si lo hacemos nos perderemos una aventura que, sin sobreexplicar nada, pecando de mucho misticismo, notas repartidas por el mapa y un personaje mudo, se sigue más que con atino, con curiosidad. No tiene giros bruscos y, en general, se sigue sobre raíles. Aunque no sobreexplica, curiosamente es demasiado transparente. No hay nada que podamos perder, tampoco intrincadas relaciones de personajes o subtramas; esto va de la pérdida de cordura, de algo infernal y de un peligro que ha acabado con cientos de personas.
Al romper las ataduras del mod, Trigger Happy Interactive trabaja el terror ambiental con mucha soltura. Con su paleta apagada, el juego oscila entre el terror visceral, los jumpscares heredados de los indies de la década pasada y una capa onírica constante. Desde luego, pasar de la zona de la mina al bosque de la isla, con ese contraste saturado y la escasa iluminación, convierte a Total Chaos en una experiencia de esas que te mantiene despierto como ninguna. Además, bebiendo de los walking simulator, el juego trabaja mejor el terror ambiental que cualquier otra cosa. Total Chaos está creado para repetir una misma sala varias veces. Volver sobre nuestros pasos cuando hayamos completado un puzle que nos dé acceso a un arma o nos lleve a abrir la ruta principal.
El giro llega cuando te das cuenta de que Total Chaos no es un walking simulator, sino un shooter disfrazado. Sus mecánicas de FPS son sólidas, pero la progresión es prácticamente plana. Sin embargo, ese equilibrio extraño, casi contradictorio, evita que el juego caiga en la monotonía gracias a dos factores: su corta duración, que reduce los momentos muertos, y su ADN DOOM, que hace que el vigesimonoveno enfrentamiento no resulte tan pesado como debería.
Total Chaos es pesado y exigente en sus combates
El proyecto de Trigger Happy Interactive bebe muy consecuentemente de los survival horror más clásicos, aquellos que no limitaban su experiencia de supervivencia a un inventario, sino que vivían por y para la gestión de nuestro equipo. Las armas cuerpo a cuerpo se rompen y deberemos arreglarlas siempre que podamos. La salud no es regenerativa y tendremos que encontrar viales de salud o vendas para curarnos. De hecho, Total Chaos es mucho más inmersivo en sus mecánicas de combate de lo que pensaba.
Aunque hay momentos pausados pensados para resolver puzles —unos muy sencillos y tremendamente inspirados en Resident Evil y sus juegos de sombras y figuras—, podemos crear nuestros propios momentos "relax" si queremos. Las armas son cutres y requieren reparación, algo que nos deja expuestos, por lo que podemos incluso colocar trampas en una zona del mapa donde podamos arreglar lo que sea y gestionar el inventario para así ganar tiempo. Pero ¿recordáis lo que he mencionado antes de que su aspecto más DOOM salva las peleas más repetitivas?
Total Chaos, aun desligado de DOOM 2, sigue manteniendo su abecé mecánico: esquives, movimiento rápido, gestión de la estamina y combate cuerpo a cuerpo. Es extrañísimo jugarlo pensando en que es un juego de terror porque te sientes como el Leon que ves en las cinemáticas de Resident Evil 4. Es rápido, pensado para gestionar "pelotas de enemigos" en espacios cerrados mientras evitas que te rodeen. Por ello, pelear en Total Chaos no es tan simple como pueda parecer. Es duro y requiere pensar bien en cuándo y cómo dar el golpe. Cualquiera podría pensar que tiene un problema de identidad por estar a medio camino entre dos géneros, virando sin control entre ambos, pero creo que eso consigue que el juego sobresalga de otros de su mismo estilo. No compite con los grandes del terror del año y, sí, se siente como un juego de hace más de un lustro, pero ese clasicismo le queda como anillo al dedo.
Total Chaos es un proyecto extraño, pero orgulloso de sus virtudes, que consigue algo que pocos juegos independientes logran: mantener viva su identidad incluso después de romper con el mod que lo vio nacer. Es imperfecto, rozando lo repetitivo y anclado en un clasicismo que no siempre juega a su favor, pero también es atmosférico, inmersivo y sorprendentemente sólido en combate, capaz de mezclar terror psicológico, exploración y acción sin perder nunca el pulso.
- Es la versión completa e independiente del mod del mismo nombre de DOOM II.
- Su historia no es enrevesada, pero sí clásica y centrada en la exploración.
- Su combate es de lo mejor y consigue que el juego mantenga el tipo.
- Solo está en inglés, tanto en texto como en audio.
- Unreal Engine 5 consigue que el contraste ultra exagerado
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