Después del atrevido MadWorld y de la frenética Bayonetta, los japoneses de Platinum Games están dispuestos a todo para sorprender a los jugadores de medio mundo, incluso si eso tiene que ver con crear un "shooter" en tercera persona que recoja lo mejor de títulos tan emblemáticos como Gears of War. La última genialidad de Shinji Mikami -creador de Resident Evil- se nos presenta en el E3 para mostrarnos quienes serán los victoriosos y quienes los derrotados. Bienvenidos al "shooter" del futuro.
Vanquish es una creación impropia de las factorías de videojuegos japonesas. Shinji Mikami (Resident Evil) y Atsushi Inaba (Viewtiful Joe) se desmarcan de las raíces niponas para crear un producto global, una auténtica explosión de adrenalina financiada por SEGA que lleva la intención de convertirse en uno de los mejores juegos de acción cuando salga a la venta a finales de año para PlayStation 3 -máquina prioritaria de desarrollo- y Xbox 360.
Así lo hemos podido comprobar al menos en el "stand" de los japoneses durante el E3. Vanquish es rápido y frenético, un título de aires futuristas con disparos a diestro y siniestro que nos pone al lado de Sam, un agente del gobierno que no tendría demasiado de especial si no fuera por su traje robótico, diseñado para afrontar las peores amenazas.
En este caso, la relativa a Rusia, que en plena guerra energética ha logrado hacerse con una estación espacial estadounidense, aprovechando su poder para destruir completamente San Francisco. Los EEUU están en jaque, la próxima ciudad en peligro no es ni más ni menos que Nueva York, así que el gobierno decide actuar, enviando a sus mejores unidades para que intenten recuperar la estación de energía y salvar al país.
El "shooter" del futuro
En otras palabras, un futuro avanzado pero apocalíptico que nos muestra la particular guerra de un puñado de hombres de los que depende el destino del mundo. Algo así como un Gears of War, pero cambiando los músculos, la sangre y los alienígenas por trajes de última tecnología, robots y cables saliendo de sus carcasas cuando son acertados.
Eso sí, en Vanquish todo es mucho más frenético, la frecuencia de las balas se duplica y la rapidez en el avance de nuestro protagonista también. No sólo disfruta de un sistema de cobertura para esconderse detrás de un obstáculo, protegerse y disparar; sino que también cuenta con la opción de saltar barreras, desplazarse entre coberturas cercanas y, lo mejor de todo, deslizarse a toda velocidad a ras de suelo por el escenario mientras mantenemos pulsado el gatillo derecho.
Gracias a esta acción se hace posible esquivar la nube de balas que nos asediará en más de una ocasión, aunque ya sabéis que la mejor defensa es siempre un buen ataque, algo que Sam pone en práctica a través del clásico sistema de apuntar y disparar. No apreciamos durante nuestros minutos de juego ningún tipo de ayuda al apuntado, dejándonos la sensación de estar ante un producto puramente "hardcore", destinado a los jugadores con mejores reflejos y ávidos en esto de experimentar fuertes sensaciones.
Frenetismo "hardcore"
Por lo que hemos podido apreciar, el videojuego se divide en varios actos que a su vez comprenden diferentes misiones. En nuestro caso en particular, tuvimos oportunidad de lidiar con la misión 3 del acto primero, la cual nos invitaba a enfrentarnos a una legión de robots junto a la ayuda de un escuadrón de compañeros que nos apoyaba también en la lucha contra un enorme enemigo de final de fase que, probablemente, no será el único que aparezca en Vanquish.
El Argus Robot KNRB-O (de tecnología rusa) se componía de varios elementos vitales, y no sólo de su cabeza. Por tanto, podíamos dañar sus articulaciones para, por ejemplo, dejarle inmóvil unos instantes, ideales para atacar a su núcleo o bien desplazarnos con tranquilidad hacia la torreta ametralladora a fin de descargar plomo contra la torre de chatarra que no paraba de asediarnos con misiles y artillería.
Unos impactos que, a la larga, provocaban que la armadura de Sam entrara en estado "overheating" (sobrecalentamiento), algo que nos obligaba a tomar refugio y esperar a que la barra volviera a su estado natural. En otras palabras, en Vanquish también hace acto de presencia el sistema de auto-recuperación de energía tradicional, empleado recientemente en la práctica totalidad de "shooters" existentes.
Vencedores y vencidos
Para apoyar el dinamismo de la creación de Platinum Games, los japoneses han incorporado conversaciones en tiempo real entre miembros del equipo, a la vez que se incrustan secuencias animáticas que nos meten mejor en acción. Elementos narrativos, sin duda indispensables, para hacernos partícipes de una batalla donde habrá tiempo hasta para fumar (es una de las debilidades de Sam), aunque probablemente más útil os será seleccionar arma mediante la cruceta del controlador. Una dirección para el rifle de asalto, otra para la escopeta, una más para la metralleta...
En Vanquish cada arma está diseñada para ser usada desde una determinada distancia, aunque también estarán incluidas las granadas (explosivas y paralizadoras) para sacarnos de un apuro cuando se haga necesario.
Interesante es apreciar además que podremos recoger armas y munición del escenario, aparte de auxiliar a compañeros en apuros con tan solo presionar un botón. No obstante, presentimos que la obra de SEGA todavía tiene mucho que demostrarnos, y que lo hará dentro de unas semanas, cuando volvamos a tener la oportunidad de poner nuestras manos sobre este futurista, colérico y algo extravagante "shooter" en tercera persona. En octubre sabremos por fin, y como citaba el final de la demo durante el E3, "quienes son los vencedores y quienes son los vencidos".