La guerra contra los hombres rata y las fuerzas del Caos se traslada a Xbox One. ¡A las armas! Forma equipo con tus amigos y como te contamos en el análisis de Warhammer: Vermintide 2, simplemente disfruta de las épicas batallas de este videojuego de acción cooperativa que sorprende por el brutal frenetismo de sus combates contra cientos de enemigos.
Aún cubiertos por la sangre de nuestros enemigos, exhaustos por la cruenta lucha a la que nos enfrenta, en este análisis de Warhammer: Vermintide II te contamos a ti, jugadores de Xbox One, por qué no deberías perder de vista el que es uno de los mejores videojuegos de acción cooperativa de los últimos años. Sobrevive. No hay más instrucción que esa; más objetivo que aguantar estoicamente la embestida de decenas, ¡cientos de enemigos! que atacan en masa con un salvajismo inusitado. Golpeas, disparas, esquivas, bloqueas... y vuelta a empezar. ¡Es un caos!, una auténtica pesadilla de la que parece imposible escapar. Pero la rendición no es una opción válida. "Tan solo unos segundos más", te dices a ti mismo casi sin creértelo; sabiendo que en ese breve espacio de tiempo lo más probable es que acabes muerto. No lo haces. Sigues en pie, con tus tres aliados, masacrando monstruos; desparramando sus sesos por el campo de batalla hasta que, ¡se hace la luz!, y de la nada aparece una vía de escape. No te lo piensas. Corres. Avanzas a toda prisa sin echar la vista atrás; descendiendo por un pasadizo mientras los Skaven caen en tropel. Tu pulso se acelera al ritmo de la música, al compás de escenas que parecen extraídas de El Señor de los Anillos, y cuando alcanzas la salvación... respiras aliviado. Esta es la épica que hace grande a este videojuego de Fatshark Games.
Lo saben muy bien los jugadores de PC, que llevan meses disfrutando de la intensa lucha de este videojuego que siendo prácticamente idéntico al título original, transmite sensaciones distintas gracias a la presencia de los Ejércitos del Caos, que se unen a las furibundas hordas de hombres rata a las que ya nos enfrentamos en el primer capítulo de esta exitosa franquicia. Así que sí, es verdad, las novedades son más bien escasas pero suficientes para hacer de este un mejor juego de acción cooperativa que si por algo destaca, es por su capacidad para crear momentos inolvidables, emocionantes secuencias de acción de una espectacularidad brutal. Pasarán horas, combatirás decenas de veces en los mismos escenarios, y sin embargo siempre tendrás una nueva historia que contar a tus amigos; una nueva situación desesperada de la que escapaste heroicamente, y de la que obviamente te sentirás increíblemente orgulloso. ¿Te apasiona el universo Warhammer? Disfrutarás a lo grande de la salvaje lucha que está por llegar. ¡Ah! Y si estás suscrito a Xbox Game Pass, podrás hacerlo sin necesidad de comprar el juego.
Épica ante la muerte
Siempre tendrás una nueva historia que contar a tus amigos
Rugen los cuernos de guerra, un fuerte estruendo sacude la tierra... y el miedo se apodera de ti. Lo dije en su día, con el análisis de Warhammer: The End Times – Vermintide: "tal es la cantidad de monstruos que nos asaltarán, y tal es la desventaja táctica frente a ellos, que a su modo, este parece un juego de terror". Ya no tanto por la abrumadora superioridad numérica con la que Skaven y Caos nos asediarán constantemente, que por supuesto mucho tiene que ver, sino más bien, por el miedo a lo desconocido. Más allá de la certeza de que cientos de monstruos aparecerán por doquier, hay enemigos especiales que obligan a adoptar estrategias dispares, y son precisamente estos rivales los que más dificultades pondrán en el transcurso de la contienda. Hablo de ello y no dejo de pensar en uno de los escenarios más lúgubres del videojuego.
Una mina, sumida en la más absoluta oscuridad, que hay que atravesar guiando una vagoneta. A veces lo he hecho sin luchar contra nadie, ¡suerte la mía!, pero también me he enfrentado a pequeños grupúsculos de hombres rata, a auténticas oleadas de monstruos sedientos de sangre, o incluso a los terroríficas Engendros del Caos, Ratas Ogro y demás criaturas colosales que suponen la mayor amenaza en este Warhammer: Vermintide 2. La acción, en esos momentos, es terrorífica; más cuando te enfrentas a estos seres en los niveles de dificultad más elevados, en los que un simple golpe puede acabar noqueando a los héroes. Así de brutal e implacable puede llegar a ser este videojuego, que se muestra inmisericorde con los incautos; feroz con aquellos que abandonan la formación y hacen la lucha por su cuenta. No hay mayor error que ese. Los furtivos asesinos Skaven, que desde las sombras acuchillarán a los desprevenidos; o los Señores de las Bestias, que arrastrarán a los jugadores a una muerte segura lejos de sus aliados, son solo una de las muchas amenazas con las que Fatshark Games dota de mayor variedad la acción del juego, mejorando uno de los puntos negros del original.
Están todas las criaturas que conocimos en el primer Vermintide, más aparte los representantes del Caos que son espectaculares y temibles, tanto en lo estético como en su forma de proceder. En especial me quedo con los Hechiceros, que nos atormentarán una y otra vez con tornados de energía que arrasarán con todo, pero también están los caballeros armados, con su férrea defensa que nos pondrán las cosas difíciles si tenemos poco espacio para maniobrar; si no podemos esquivar sus poderosos envites. ¡Y qué decir de los jefazos! Hay unos cuantos que plantean retos de lo más satisfactorios, demostrando que se ha tomado buena nota de las críticas que recibió el videojuego original. Hay más épica en la acción, más situaciones inesperadas, y un mejor diseño de niveles para los 13 escenarios que componen esta desafiante aventura de acción cooperativa.
Vale, sí, pelear contra el Caos no requiere de una estrategia muy distinta a la que usas para los Skaven, pues las tropas base son idénticas pero con mayor resistencia a los golpes, lo que supone cierta decepción; pero sí que es verdad que las sensaciones son algo diferentes y, a pesar del machaque constante de botones; de golpear, bloquear y esquivar, sería erróneo pensar que este es un videojuego simplista en su acción. Hay muchos más enemigos con los que batirse en duelo y si no sacas provecho a las ventajas tácticas que ofrecen los protagonistas, a las habilidades especiales de los cinco héroes, acabarás muerto en cuestión de segundos. No exagero. Un descuido y caerás presa de una horda de enemigos sin garantías de escapar con vida. Para evitarlo puedes usar objetos como las bombas y granadas incendiarias, pero también una poderosa habilidad especial, diferente para cada personaje, que supone uno de los puntos más novedosos del videojuego. El enano, por ejemplo, puede atraer la atención de todos los enemigos para que le golpeen sin sufrir daño durante unos segundos, mientras que el Cazador de Brujas puede lanzar por los aires a todos los rivales mientras incrementa la efectividad de los ataques de los aliados cercanos.
Además de esta habilidad, que requiere de una carga de energía, cada personaje cuenta con ventajas tácticas pasivas que aportan un plus de profundidad jugable a la acción de Vermintide 2, al estilo de los RPG, diferenciándose así todavía más del excelente Left 4 Dead de Valve. ¿Te sabe a poco? Cada héroe cuenta con tres variantes que aportan sutiles diferencias que harán las delicias de los jugadores más dedicados. ¿La pega? Que el juego de Fatshark no es claro a la hora de presentar las estadísticas de combate de cada personaje, ni cómo estas mejoran con el uso de ciertas armas o amuletos. Sí, sabes que un amuleto potenciará el índice de ataques críticos pero... ¿hasta qué punto? O ¿realmente te interesa mejorar ese aspecto o apostar por otras ventajas? La sensación es que el videojuego desaprovecha algo que lo diferencia de otros títulos del estilo, y es ese espíritu rolero que le define. La experiencia sigue siendo buena, satisfactoria, pero le falta un mejor acabado. Lo mismo podría decirse del reparto de botín. Ha mejorado mucho con respecto al original, pues ahora recibes cofres con objetos destinados al personaje que controlas, pero a veces la progresión puede ser algo lenta. Afortunadamente Warhammer: Vermintide II es contrario a las cajas de botín, por lo que no hay que pagar para obtener las mejores armas, y siempre tienes la opción de fabricar tus propios objetos, o mejorar los que ya tienes.
Hay otros aspectos que todavía deben mejorarse: el videojuego presenta algún que otro bug que puede entorpecer la experiencia de juego, y carece de opciones que deberían estar presentes en una obra tan volcada en la experiencia multijugador. Me refiero al hecho de que, si el anfitrión abandona la partida, esta se acaba, dejando a los aficionados sin ningún tipo de recompensa. La acción de Warhammer Vermintide 2 puede ser a veces también un tanto frustrante, en parte debido al carácter aleatorio de las batallas, que pueden ser relativamente fáciles de afrontar, o verdaderamente infernales. La sensación de satisfacción personal cuando superas estos retos, eso sí, está a un nivel pocas veces visto en otros juegos. Ya lo decía antes. Lo nuevo de Fatshark es una máquina de crear escenas memorables, épicas secuencias de acción con las que es difícil no emocionarse, y a esto ayuda mucho su genial puesta en escena, que en Xbox One X muestra su mejor cara gracias a su resolución 4K nativa.
El juego recrea el sangriento universo de Warhammer con una enfermiza fidelidad
Técnicamente hablando es un videojuego que cumple sin más, aunque realmente sorprende su capacidad para llenar la pantalla con cientos de enemigos a los que, además, puedes descuartizar de mil formas distintas. Sin embargo, es la estética de los escenarios, la enfermiza fidelidad con la que se ha recreado el sangriento universo Warhammer, lo que hace de este un videojuego tan espectacular.
Como punto negativo, si vienes de jugar al Warhammer: Vermintide 2 de PC, puede que te resulte difícil adaptarse a los 30fps a los que funciona el videojuego en la consola de Microsoft. También sufre ralentizaciones puntuales, especialmente al hacer uso de algunos hechizos. Hay una enorme variedad de localizaciones con pasajes más lineales y otros más amplios, con luchas en interiores y brutales batallas campales en espacios abiertos, bajo una furiosa tormenta, en el interior de angostas minas, en templos, bosques, en colosales forjas enanas o a plena luz del día; y es genial. Sobre todo porque la música acompaña. Porque el rugido de los enemigos, o el entrechocar de las armas, contribuyen a hacer de esta una experiencia digna de alabanzas.
Además, seas o no aficionado a las historias de Warhammer, la acción del videojuego se sigue con gran interés. Traducido al español, ya sea a través frases con las que los héroes amenizan la partida, o en la previa de las misiones, ansiarás explorar este oscuro mundo de fantasía. Lo que dice mucho en favor de un potente diseño de niveles que no se ve resentido a pesar de la constante repetición de las misiones. Puedes disfrutar de esta experiencia en solitario, acompañado de bots, sin necesidad de estar suscrito a Xbox Live pero, claro, si quieres online, que es la verdadera gracia de Vermintide 2, tendrás que disponer de él. Otro punto interesante de esta versión de Xbox One tiene que ver con la integración de Mixer, que permite a los espectadores apoyarnos -o no- durante el transcurso de la partida, decidiendo qué viene a continuación entre otras opciones.
La entrada en acción del Ejército del Caos contribuye a hacer de Warhammer: Vermintide II un videojuego más apasionante si cabe que el título original. Sus emocionantes y espectaculares batallas campales son pura adicción, gracias sobre todo a su capacidad para sorprender una y otra vez con desafíos más y más duros. Los cinco héroes, con sus respectivas variantes y habilidades especiales, aportan además un interesante estilo RPG que le sienta francamente bien. Seas o no aficionado al sangriento universo Warhammer, disfrutarás con este frenético juego de acción cooperativa. Más si lo haces acompañado de tres amigos más.
Comprar Warhammer: Vermintide II- Acción trepidante que se ve favorecida por un gran diseño de niveles
- Gran facilidad para crear escenas épicas escenas de acción
- Fantástica recreación del oscuro universo Warhammer
- Los cinco héroes más sus variantes, lo que nos deja con 15 personajes distintos
- Bien adaptado al uso de mando. La acción se controla perfectamente
- Las Fuerzas del Caos suponen un gran añadido...
- ... aunque la infantería base no plantea retos muy distintos a los de los Skaven
- Algunos errores y ralentizaciones pueden entorpecer la acción
- Se echa en falta más información para controlar las estadísticas de los héroes
