Por tan solo 6,99 euros, esta expansión se ha convertido en un título imprescindible para cualquiera que disfrutara en su día del original. Y si no lo hicisteis, este es un buen momento para hacerlo. Pocas aventuras pueden igualar el ingenio y el encanto de Trine 2.
Podríamos pasarnos todo el día recopilando las virtudes de FEZ, pero creemos que este es uno de esos juegos en los que sobran las palabras. Es muy bueno, tiene encanto, es único y consigue rememorar a los grandes clásicos de nuestra infancia ¿Qué más se puede pedir por 10 euros? Hazte un favor y cómpralo, porque ahora mismo hay muy pocos juegos descargables que puedan hacerle sombra.
La fusión de géneros de Stealth Bastard se ha saldado con uno de los videojuegos más inteligentes y adictivos del año. Una sorprendente experiencia de juego capaz de contentar tanto a los apasionados de las plataformas en 2D como a los seguidores de los clásicos juegos de infiltración. Algo que de primeras no era sencillo.
Si eres fan de los videojuegos de rompecabezas cuesta no entusiasmarse con The Talos Principle. No es único, de acuerdo, pero tiene suficiente carácter y personalidad para ser una propuesta innovadora, y su inyección filosofal está algo fuera de lugar con respecto a la experiencia jugable, pero le da un toque fenomenal a la experiencia.
Con unos puzles muy ingeniosos y unos niveles de plataformas tan divertidos como desafiantes, OIO se presenta como un gran título que ningún aficionado al género debería dejar escapar. No es perfecto, porque tiene sus fallos y resulta algo corto, pero es uno de esos juegos que sin saber muy bien por qué te atrapan de principio a fin.
Los jugadores más veteranos y amantes de las aventuras clásicas en 2D van a darse un festín con esta secuela del aclamado Escape Goat. Y es que más allá de la curiosa presencia del personaje central que protagoniza esta aventura tan tradicional, estamos ante un título que sabe combinar de manera perfecta las plataformas con los puzles continuos a la vieja usanza.
Trine 3 es una gran aventura de acción plataformera y puzles, pero no tan grande como nos hubiera gustado. La apuesta por las tres dimensiones tiene sus cosas buenas, claro, pero en este caso en particular ha traído también muchas negativas.
Sorprendentemente enigmático en su puesta en escena y con un apartado artístico de gran calidad, Tulpa falla donde menos debía hacerlo: en el diseño de sus rompecabezas. Algunos son bastante ingeniosos, es verdad, pero la mayoría pecan de ser o muy simples o tan obtusos, que cuesta horrores dar con una respuesta lógica a sus enigmas.
