Si bien en la actualidad el anime se ha internacionalizado de manera exponencial, su llegada a Occidente hace varios años no era algo del todo común. Sin embargo, diversas series marcaron un antes y un después en esa época, provocando un salto desde Japón a Europa y Estados Unidos años más tarde.
En España, aunque la cultura del anime ha prevalecido desde principios de los 2000 gracias, en parte, a las televisiones regionales, este tipo de series había hecho su aparición en el país mucho antes, concretamente desde 1969. En España, el primer "anime" que se emitió en televisión fue nada más y nada menos que Kimba el León Blanco, una obra que causaría revuelo más adelante por ser la principal inspiración (por no decir copia) de Disney a la hora de crear El Rey León.
Pocos años después, en 1971, se estrenó en RTVE Meteoro, o lo que es lo mismo, Speed Racer, un anime mítico que se centraba en las carreras más locas vistas hasta el momento y que competía de tú a tú con otra serie clásica de la época: Los Autos Locos.
Marco y Heidi, dos animes que marcaron a toda una generación
Pero no fue hasta los años 1975 y 1976 cuando el anime llegó realmente a las casas de muchos jóvenes españoles. ¿La razón? El estreno de Marco y Heidi, dos series que marcaron a toda una generación y que aún hoy día se recuerdan con un enorme cariño por parte de los más mayores.
Y si bien muchos las recuerdan como series eternas, la realidad es diferente: en total, cada una de estas series tenía un total de 52 episodios, por lo que se lanzaba un capítulo semanal a lo largo de un año. Sin embargo, sus interminables reposiciones daban la impresión de que eran más extensas de lo que aparentaban y parecía que Marco nunca iba a poder encontrar a su madre.
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