Los usuarios podrán pasar sus juegos directamente gracias a la retrocompatibilidad.
Con la campaña de reservas de Xbox Series X y de Xbox Series S en plena marcha, Microsoft ha ofrecido en su blog oficial un nuevo vistazo al almacenamiento de las dos consolas. De ahí, hemos descubierto que las tarjetas de memoria SSD de 1 TB costarán 249 euros, casi lo mismo que una Series S nueva, aunque también se ha dado a conocer un detalle muy curioso: si tienes juegos de Xbox One instalados en un disco duro externo, podrás conectarlo a tu Xbox Series X o S y jugarlos al instante.
Así lo explica Jason Ronald en la web de Xbox: "Es tan sencillo como desenchufar el HDD o SSD externo por USB 3.1 que tengas en tu Xbox One, conectarlo a tu Xbox Series X o S, y todos tus juegos están disponibles al instante. Puedes seguir jugando a tus juegos favoritos de Xbox One, incluidos los títulos retrocompatibles de Xbox 360 y de la Xbox original, de forma directa desde el disco duro externo".
Si bien el uso de un disco duro externo te permitirá disfrutar al momento de los juegos instalados en él, el uso de las tarjetas de memoria SSD de Xbox Series X y S ofrecerá ciertas ventajas sobre los discos por USB 3.1. Por ejemplo, ambas opciones podrán almacenar cualquier juego de Xbox y ejecutar retrocompatibles, pero para jugar a los títulos de Xbox Series X o con mejoras desde el almacenamiento externo, y para disponer de la misma velocidad que ofrece el SSD interno de la consola, la única opción es la tarjeta de expansión.
Claro está, Xbox Series X vendrá de fábrica con 1 TB de memoria interna, y Xbox Series S contará con 512 GB, por lo que la expansión no es obligatoria. Recientemente, Microsoft ha comentado que Xbox Series X fue diseñada para ser eficiente y silenciosa, y también aseguran que la demanda por la consola ha batido récords desde el inicio de las reservas. Por si fuera poco, esta misma semana se ha anunciado la compra de Bethesda por parte de Microsoft.