La construcción es algo que tienen en común todos y cada uno de los modos de juego de Minecraft. Y todos ellos ofrecen una gran libertad para que hagamos lo que queramos en todo momento. Pero eso no significa que, si sois jugadores tradicionales, podáis dejar de lado el componente sandbox para concentraros en un objetivo. Algo que se puede hacer gracias al Modo Supervivencia, que tiene una estructura muy concreta, diferenciada a través de tres mundos: el Overworld, el Nether y el End. Seguid leyendo y os lo cuento todo sobre ellos.
El Overworld
El primero de los mundos de Minecraft es el que realmente todos vemos cuando empezamos a jugar. El mundo menos hostil, el más parecido a nuestro propio mundo y aquel en el que pasaremos la mayor parte de nuestro tiempo. De alguna forma, no es solo la dimensión "normal", sino que también podemos considerarlo como el mundo de la superficie.
Es cierto que podemos cavar bajo tierra en este mundo, pero aunque nos encontremos en las profundidades del mismo (o bajo el mar), seguiremos estando en la misma dimensión y, por lo tanto, en el Overworld. El mapamundi de toda la vida. Además, aquí encontraremos prácticamente cualquier material que existe en el juego, por lo que no será estrictamente necesario pasar a los demás para, por ejemplo, disfrutar de la gran mayoría de características del título.
Asimismo, en el Overworld encontraremos muchos biomas diferentes, así como distintas especies de animales y criaturas hostiles. Por último, aunque no por ello menos importante, en este mundo podremos orientarnos más fácilmente gracias a la brújula. Digamos que, al no estar en una realidad paralela, el ciclo de día y noche es normal y podemos saber qué hora es, no solo por el reloj, sino también por la posición del sol. Su extensión es prácticamente infinita, además.
El Nether
Aunque su auténtico nombre es Nether, a muchos jugadores de Minecraft en todo el mundo les gusta llamar a este lugar como el Inframundo. Nada raro, teniendo en cuenta que se trata de una dimensión que parece trasladarnos a un lugar bajo tierra, con todo lleno de lava y monstruos sacados de nuestras peores pesadillas —con el estilo Minecraft, que siempre es más adorable.
Según varias teorías, el Nether se encuentra bajo la Roca Madre de Minecraft. Aunque, por la forma de llegar a él, más bien es otra dimensión. De hecho, para conseguirlo nos hace falta crear un Portal de Nether, lo cual requiere antes de Obsidiana. Además, una vez hemos creado el portal, también hace falta prenderle fuego para que funcione. En ese caso, vale tanto con una antorcha como con un mechero.
En cualquier caso, en el Nether nos esperan criaturas mucho más hostiles que en el Overworld. Así pues, dentro nos encontraremos con las siguientes especies: Homvrecerdo zombi, Ghast, Cubo de magma, Blaze, Esqueleto Jinete avícola, Esqueleto Wither, Piglin y Enderman.
Lo bueno es que asumir riesgos tiene recompensa. Y en ese sentido, podremos obtener bloques únicos. Son los siguientes: Lava, Grava, Seta roja, Seta marrón, Piedra base. Netherita, Bloque de magma, Mena de cuarzo, Verruga del Nether, Arena ed Almas, Netherrack, Piedra brillante, Generador de blaze, fuego, Valla de ladrillos del Nether, Escaleras de ladrillos del Nether y Ladrillos del Nether.
Para concluir, como curiosidad, hay algunos detalles del Nether tan divertidos como misteriosos. Por ejemplo, si ponemos ahí una cama, los aldeanos podrán dormir en ella. Pero si lo intentamos nosotros, explotará. Y si intentáis subir a la superficie... ¡adelante! ¡Probadlo vosotros mismos! Un último detalle: está claro que el Nether está conectado con el Overworld. De hecho, cada paso en el primero, son ocho cuadrículas en el segundo. Y eso, en un momento dado, puede ayudarte a viajar más rápidamente.
El End
Si llegar al Nether podría ser considerado el primer objetivo para "avanzar" en la historia de Minecraft, llegar al End es, como su propio nombre sugiere, poner punto y final a nuestra aventura. O al menos a los objetivos del juego. Esta última dimensión, que es la más aterradora, no es más que el nido del Dragón de Ender, el jefe final del título de Mojang. ¿Cómo podemos llegar ahí? Nuevamente, con la ayuda de un portal: el Portal de End.
Si logras llegar y derrotar al dragón, no solo te pasarás el juego, sino que lograrás mucha experiencia (la partida se puede continuar si ganas). Básicamente, habrás conseguido sobrevivir en un entorno muy hostil, sin brújula y con la imposibilidad de activar un Portal de Nether. En efecto, también podría ser tu propio fin.
En cuanto al lugar en sí, se trata de una dimensión compuesta por una gran isla central, completamente rodeada de otras islas más pequeñas. Y en el centro está el maldito Dragón de Ender, custodiado por su séquito de Endermans.
¿Cómo encontrar el portal? Como habréis intuido, al ser la última tarea principal del juego, no será fácil. De hecho, nos hará falta encontrarlo primero (en una fortaleza) y activarlo después. Para esto último, hará falta conseguir doce perlas de ender matando a Endermans o intercambiando con los Piglins o aldeanos. Después, tendremos que usar Polvo de Blaze para así obtener doce Ojos de Ender. ¿Y vosotros? ¿Seréis capaces de llegar y derrotar al temible dragón? Tranquilos; cuando lo consigáis todavía os queda juego para rato.
Si queréis más guías, trucos y consejos del juego de Mojang, os recordamos que tenemos una guía completa de Minecraft que seguiremos actualizando. En ella encontraréis información sobre recursos y materiales, construcción y crafting, mundo del juego, multijugador y servidores, trucos y comandos, mods y mucho más.
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