El mayor problema de Special Forces es que es demasiado genérico. Hay poco reconocible o de personalidad en una experiencia muy rica en cuanto a cantidad de contenidos, pero algo más limitada en cuanto a la calidad de los mismos. Es el mejor SOCOM de consola de sobremesa en años, pero aún así le falta recorrido para ser el abanderado del juego on-line que en el pasado fue.
Si siempre te ha llamado la atención eso de ser espía y además tienes en buen recuerdo películas basadas en la Guerra Fría, con rusos y americanos tirándose los trastos, CounterSpy es muy probable que te enganche.
A pesar de que no ofrece nada revolucionario ni de demasiada profundidad, Thief es un muy buen videojuego de sigilo. Con alguna novedad más, una mayor complejidad jugable y mejoras en inteligencia artificial hablaríamos de un título muy superior, pero con su gran ambientación y su más que adecuada ecuación de exploración, confrontaciones y rompecabezas nos deja un buen sabor de boca.
Aquellos que se hayan quedado prendados de la última misión del carismático Agente 47 en Hitman: Absolution tienen la posibilidad de revivir sus primeras misiones (salvo la original, que ha sido omitida) en esta interesante recopilación. Además su precio es realmente sugerente para todo lo que ofrece.
The Saboteur es un triste ejemplo de lo que pudo ser y no fue. Su calidad es más que aceptable, y el título merece llegar a un ajustado notable. Sin embargo es imposible no mirarlo con tristeza y pensar en lo que se podría haber logrado si una base tan interesante como esta hubiera gozado de una ejecución a su altura.
Sniper Elite 3 repite errores de su predecesor y, lamentablemente, genera otros nuevos; pero lo edificante que es enfrascarse en sus dinámicas de disparo a distancia garantizan su interés.
A pesar de que está clarísimo que esta aventura no va a ser ningún best-seller, nos alegra mucho que compañías como Tecmo Koei sigan animándose a desarrollarlas. Y es que se agradece que, para variar, de vez en cuando nos lleguen propuestas diferentes, como es el caso de Deception IV, un título que resulta difícilmente clasificable.
Plants VS Zombies cambia radicalmente de aires, pero mantiene intacta la diversión que siempre ha caracterizado a esta popular franquicia. No estamos ante el mejor juego ni de la serie ni del género, pero entretiene siempre que juguemos en compañía. Y cuantos más usuarios participen en cada sesión de juego, mejor.
Warner expande la aventura Arkham Origins con un nuevo DLC que sigue los pasos de Mr Freeze, tipo al que debemos parar los pies (junto a otros delincuentes) en un arco argumental interesante pero que apenas supera las dos o tres horas de duración. Además más allá de un nuevo traje, no ofrece nada que no hayamos disfrutado en el título original.
Capítulos de Engaño reduce el componente táctico de Army of Two a costa de ofrecer más acción, pero menos interés. Apto únicamente para los incondicionales de la saga, puesto que incluso para ellos resultará chocante la pérdida de la esencia que acusa.
SOCOM: Confrontation no sólo necesita de más personalidad y gancho a la hora de invitarnos a jugar, sino que requería de forma alarmante de unos meses más de desarrollo. El número de bugs es imperdonable, y los problemas de lag -más habituales de lo debido- juegan claramente en su contra.
Destacar en el género de los shooters es realmente complicado y Conflict Denied Ops, sin ser un mal título, no lo consigue.
Dos skins y un desafío compuesto por cinco pruebas es lo que ofrece Initiation por el precio de 6,99 euros. Si ya probaste Nightwing sabes cómo funciona la tónica y qué esperar de este nuevo DLC. Puede dar para algunas horas de diversión, pero su planteamiento podría haber ofrecido más de haber optado por crear una historia a su alrededor.
Sniper: Ghost Warrior 2 vuelve a decepcionar y demuestra una vez más que está lejos de ser el juego de francotiradores que tanto ansiamos. Hay una cierta mejoría con respecto a su predecesor, pero los chicos de City Interactive todavía tienen que afinar mucho su puntería en cuanto a concepto y pulido para que su saga pueda empezar a ser tenida en cuenta.
Lamentable adaptación de la serie Prison Break a los videojuegos que no tiene un solo elemento de redención. No encontrará el jugador ni interés por la historia, ni un apartado gráfico a la altura, ni tan siquiera aspectos jugables que le motiven de alguna forma.
Algo pasa en Rebellion. Un estudio que en su momento fue capaz de crear clásicos como Aliens vs Predator no puede arrastrarse ahora perpetrando títulos como Shellshock 2: Blood Trails o el mismo Rogue Warrior que nos ocupa.
