Una reciente demanda ha acusado a Facebook e Instagram, las principales plataformas de Meta, de promover cuentas de adolescentes a depredadores de menores. Según la queja interpuesta por Raúl Torrez, Fiscal General de Nuevo México, Mark Zuckerberg y el resto del equipo de Meta restan importancia a estos peligros y no dan relevancia a las consecuencias que tienen estos casos. Y, por ello, se enfrentan a una nueva demanda que hace hincapié en el espacio que tienen los depredadores en sus plataformas.
Como recoge el portal The Verge en una reciente publicación, la demanda también alega que los algoritmos recomiendan contenido sexual a los niños. Para comprobar la veracidad de estas acusaciones, un equipo de investigadores creó perfiles falsos de adolescentes o preadolescentes. Por desgracia, estos acumularon miles de seguidores e interacciones en cuestión de días, y la amplia mayoría de la atención que recibían provenía de varones adultos con intenciones de índole sexual.
Una niña de 13 años acumuló casi 7.000 seguidores en apenas unos días
Según señala la información original, estos perfiles recibían mensajes llenos de “fotos y vídeos de genitales” al menos 3 o 4 veces por semana. Así, aseguran que intentaron denunciar la situación desde la propia cuenta, pero Meta les señaló en varias ocasiones que no habían encontrado “ninguna violación de las Normas de la Comunidad”. Y, por ese motivo, decidieron escalar la situación y realizar una demanda contra las plataformas de la compañía fundada por Mark Zuckerberg, una entidad que ya acumula decenas de demandas en otros campos como la salud mental de los menores de edad.
Según reconocen en la demanda, las plataformas de Meta son “un caldo de cultivo para los depredadores que captan niños para la trata de seres humanos”. No obstante, la compañía asegura que ha contratado expertos en seguridad infantil con la intención de erradicar a esta clase de usuarios. Sea como fuere, Torrez cree que Meta no da a esta situación la importancia que tiene y, por ende, no lleva a cabo todas las medidas necesarias para actuar de la forma en la que debería hacerlo. Por desgracia, no es la primera que Meta se enfrenta a una situación relacionada con redes de pedofilia.
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