Pocas tecnologías han despertado tantas polémicas en los últimos años como los NFT. El círculo de especulación que rodea a estos elementos digitales ha provocado que, aunque las compañías vean las virtudes de ellos, los usuarios no encuentren muchos aspectos positivos. De hecho, Bitcoin ha sido la última que ha buscado la forma de sacar partido a esta posibilidad. Sin embargo, aunque algunos encuentren ciertas virtudes en ella, lo cierto es que la opinión generalizada es que no merece la pena intentar aprovechar las opciones del protocolo Ordinals de la popular criptomoneda.
The NFT community is moving to BTC, where Ordinals have brought true scarcity to collectibles.
— Jason A. Williams (@GoingParabolic) February 12, 2023
I forever inscribed “The Blonde Don” BAYC #1626 on the world's scarcest and most secure chain burning him off ETH forever using TeleBurn.
It's done. Over. Not coming back to ETH. pic.twitter.com/jmKpSSPybm
Como señala JeuxVideo, Jason Williams (propietario de una colección de tokens digitales) destruyó su NFT 1626 de Bored Ape Yacht Club, una acción que llevó a cabo utilizando la herramienta TeleBurn del nuevo protocolo de Bitcoin. Con ello, quemó su ítem digital y lo trasladó desde la blockchain de Ethereum a la de Bitcoin, una maniobra con la que buscó aprovechar el tirón de la nueva red NFT de Bitcoin que acumula más de 150.000 archivos en apenas 3 semanas. Pero, para su desgracia, desde usuarios hasta el creador de Yuga Labs (la compañía a cargo de los NFT de monos aburridos) consideran que este fue un movimiento estúpido.
Destruyó un NFT valorado en más de 150.000 euros
Después de trasladar su NFT de la red Ethereum a la de Bitcoin, Williams instó a otros usuarios a seguir sus pasos. Sin embargo, la mayoría de comentarios al respecto hacían hincapié en un aspecto importante: “no sabemos si la versión de BTC está relacionada con la de ETH”. Esto, en esencia, podría significar que el valor que tenía el NFT en Ethereum (158.000 dólares) no tendría nada que ver con el de Bitcoin. De hecho, un usuario señaló que, pese a haber visto “muchas estupideces en web3”, esta era sin duda “el siguiente nivel”.
Greg Solano, fundador de Yuga Labs, opinó al respecto y señaló que el NFT que Williams compró ya no es de su propiedad. Para explicar este razonamiento, indicó que aunque técnicamente existe, no es accesible ya que la dirección en la que está guardado no tiene propietario. Por ello, confirmó que Williams renunció a sus derechos de propiedad y, por consiguiente, no podrá utilizar su copia en Bitcoin para reclamar los diversos beneficios o formar parte de los eventos de Bored Ape Yacht Club. Así, aunque la llegada de NFT a la red Bitcoin marque un punto de inflexión, algunos usuarios pueden ver como su colección digital pierde todo su valor.
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Imagen principal de André François McKenzie (Unsplash)
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