Abelardo González
Editor - TechLa actualidad de Tesla no solo ha estado marcada por la primera incursión en la India de la marca, sino también por sus planes de expansión centrados en la evolución del mercado asiático. De esta forma, tanto Elon Musk como el resto de responsables de la compañía lo tienen claro: el futuro de los coches eléctricos pasa por contentar a los ciudadanos asiáticos, ya que estos se han convertido en una de las fuerzas más poderosas del sector. Sin embargo, ni la intención de Musk ni la del resto de directivos ha podido evitar que Tesla se vea salpicada por una historia del pasado.
Como señala Ars Technica, un jurado en Miami declaró a Tesla parcialmente responsable en un caso de muerte por negligencia, una situación que provoca que sea la primera vez que pierde un juicio relacionado con Autopilot (el sistema de piloto automático de la firma). En 2019, George McGee se saltó una señal de stop y atropelló a dos personas mientras utilizaba Autopilot, una situación que se saldó con la muerte de Naibel Benavides y la situación crítica de Dillon Angulo. Así, tras más de un lustro de idas y venidas, el jurado ha dictaminado que Tesla tiene parte de culpa del accidente.
La importancia de la seguridad en Tesla
En un principio, Tesla alegó que el conductor tenía la culpa, pero este aseguró que confiaba en que Autopilot le ayudaría en caso de cometer un error, ya que Tesla le había asegurado que esto sucedería así. Por consiguiente, el jurado determinó que McGee era el responsable principal del accidente, pero también inculpó a Tesla por haber vendido un vehículo con un defecto que causó daños legales. Como consecuencia directa de ello, el jurado otorgó a los demandantes 117,4 millones de euros en daños compensatorios, así como otros 182 millones de euros en daños punitivos.
Por desgracia para la compañía de Elon Musk, el jurado dictaminó que Tesla permite el uso de Autopilot en zonas no recomendadas, todo ello a pesar de haber sido diseñado para autopistas de acceso controlado. Así, el abogado de los demandantes criticó tanto a Tesla como a Elon Musk por haber engañado al público, dado que considera que promocionaron la conducción autónoma como más segura que la de los humanos. De hecho, también argumentó que Tesla convirtió las carreteras en pistas de pruebas para tecnología defectuosa, una situación que les llevó a priorizar la valoración bursátil por encima de la seguridad humana.
Tesla, por su parte, respondió que el veredicto es erróneo y que tienen la intención de apelar, alegando la existencia de errores legales y fallos en el juicio. Además, insistió en que el conductor conducía por encima de la velocidad permitida, una situación que provocó que Autopilot se anulase, ya que tenía el pie en el acelerador y no miraba a la carretera. De hecho, aseguraron que ningún coche de su flota (antigua o actual) podría haber evitado ese accidente específico, razón por la que calificaron la demanda como una ficción creada por los abogados. George McGee, por su parte, aceptó su responsabilidad desde el principio y ha aceptado todas las consecuencias legales del accidente.
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