Desde hace unos años, la Comisión Europea, una institución de la Unión Europea encargada de ostentar el poder ejecutivo y la iniciativa legislativa, trabaja a destajo para garantizar la seguridad y la privacidad de ciertos sectores de la población europea. Como parte de este movimiento, en las últimas horas anunció un nuevo plan de normas diseñado para proteger a menores, abordar contenido ilegal, prohibir ciertos anuncios y más. Y, como recoge el portal Techspot, las principales señaladas de esta nueva iniciativa son 19 grandes compañías tecnológicas que ya conocen el plazo de actuación que tienen: 4 meses.
Como se indica en la publicación de Techspot, la CE anunció que ha llevado a cabo las primeras decisiones relacionadas con la Ley de Servicios Digitales. Así, entre los afectados se encuentran los portales web y motores de búsqueda que alcanzan, como mínimo, 45 millones de usuarios activos mensuales. Por ello, entidades de la talla de Google, Apple, Meta, Amazon, Alibaba, TikTok, LinkedIn, Wikipedia, Microsoft o Pinterest están en el punto de mira de la Comisión Europea. Y, de entre todas estas plataformas, existe una que tendrá que nadar contracorriente si quiere llegar al próximo 25 de agosto superando la primera evaluación de riesgos: Twitter.
Elon Musk y su equipo tendrán que ponerse las pilas
No es la primera vez que el multimillonario y la Unión Europea tienen sus más y sus menos. A principios de marzo, la entidad gubernamental se reunió con el actual dueño de Twitter para hacerle saber que su plan de utilizar inteligencia artificial para sustituir a empleados no va a buen puerto. Y, en esta ocasión, la red social es la plataforma más señalada ya que es la que tiene más trabajo por delante para garantizar que se adscribe a todas las normas de seguridad y protección que propone la UE. Por ello, como todas las otras plataformas mencionadas, tendrá 4 meses para reestructurar sus políticas y cumplir con las exigencias de la CE.
En caso de no llevarlo a cabo, tanto Twitter como cualquier otro de los afectados se puede enfrentar a dos tipos de sanciones. Por un lado, una multa económica equivalente al 6% de la facturación global; por otro, en los casos más extremos, una suspensión temporal del servicio hasta que se garantice que las distintas entidades cumplen con las exigencias mínimas. Sea como fuere, la CE continúa investigando a las grandes tecnológicas, una situación que afecta también a ChatGPT ya que el popular bot de OpenAI está en el punto de mira de esta institución.
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