No ha sido un comienzo de año prolífico para los empleados de las grandes empresas tecnológicas. Compañías como Google, Microsoft y Duolingo están detrás de los casi 30.000 despidos que se han producido en las primeras semanas de enero, una cifra que demuestra el delicado momento que atraviesa el sector. De hecho, de seguir con esta tendencia, se llegarían a superar los números de 2023, un año en el que un total de 262.595 personas perdieron sus puestos de trabajo.
Entre los que más han despedido se encuentra Google, la filial de Alphabet que prescindió de 12.000 empleados a lo largo de los doce meses de 2023 y que este año ya ha cesado a 1.000 trabajadores. Como consecuencia de sus acciones el año pasado, Google gastó 2.100 millones de dólares en indemnizaciones y otros gastos relacionados con los despidos, una cifra a la que hay que sumar 1.800 millones de dólares en cierres de oficinas. Y, según los datos de The Verge, la compañía ya está cerca de gastar 1.000 millones de dólares en 2024.
Google ya ha dilapidado 700 millones de dólares
Tal y como recoge la información del portal norteamericano, la compañía ya ha invertido 700 millones de dólares en conceptos relacionados con ceses de contrato, indemnizaciones y otros gastos relacionados con despidos. De esta forma, Google ha dedicado dicha cantidad de dinero a los 1.000 despidos que ha acometido en 2024, todos ellos relacionados con campos como la publicidad, la computación en la nube y los servicios. Sin embargo, lo más alucinante del asunto es que, a pesar de los despidos, la compañía cerró su mejor año en lo que a ingresos y beneficios se refiere.
En el cuarto trimestre de 2023, Google consiguió 86.000 millones de dólares en ingresos. De estos, 48.000 millones pertenecen al motor de búsqueda (un crecimiento del 13% interanual), 10.700 millones a servicios y suscripciones y poco más de 9.000 millones a campos como los ingresos publicitarios. Por desgracia, a pesar del aumento de los beneficios, Sundar Pichai (CEO de Google) ha dejado claro que su intención es integrar la inteligencia artificial en distintos campos, un aspecto que podría ir ligado a más pérdidas de trabajo.
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