Abelardo González
Editor - TechLa entrada de la tecnología en las aulas se ha convertido en un tema complejo. A priori, muchos defienden que el uso de este tipo de dispositivos abre un abanico de posibilidades que los libros tradicionales no tienen. Sin embargo, una asociación de padres de Los Ángeles ha alzado el grito al cielo por el uso obligatorio de iPad y Chromebooks en clase, ya que están convencidos de que el abuso de pantallas baja las notas y empeora la conducta.
El problema de la tecnología en las aulas
Lila Byock, fundadora de Schools Beyond Screens, cuenta que las calificaciones de matemáticas de su hijo cayeron en sexto, coincidiendo así con el año en que el iPad pasó a formar parte de su día a día. De esta forma, a pesar de los esfuerzos familiares por limitar pantallas en casa, la situación cambió con la entrada en vigor de dicha normativa escolar. Ahora, varios padres se han unido a la denuncia al asegurar que sus hijos utilizan los iPad para jugar, ver vídeos en YouTube o consumir contenido inapropiado.
Según la visión de los progenitores, estos aspectos provocan que sus hijos no solo dejen de lado las tareas, sino que también muestren más síntomas relacionados con irritabilidad, adicción y otros aspectos negativos que generan más conflictos en casa. De hecho, una madre relató su caso extremo para concienciar sobre el abuso de las pantallas: al no querer dejar el iPad, su hijo llegó a hacerse pis varias veces encima. Con esto, se evidencian síntomas relacionados con la absorción del dispositivo o la falta de autocontrol.
Aunque se trata de un problema localizado en Los Ángeles y, por ende, el distrito está buscando la forma de que el alumnado pase menos de dos horas al día frente a pantallas, la realidad es que cada vez más padres de cualquier rincón del mundo están preocupados por este aspecto. De hecho, los docentes también han compartido su preocupación, señalando que el abuso de la tecnología puede llegar a fomentar la copia con IA, dificultar la concentración y, en el peor de los casos, convertir al docente en un "policía de pestañas del navegador" que le alejaría de la faceta educativa.
Según indican diferentes estudios, el uso de iPad u otras opciones similares en el entorno escolar muestran resultados mixtos: por un lado, aumentan la motivación y la participación; por otro, se ha comprobado que no siempre mejoran las notas y, con más frecuencia de la deseada, conllevan más distracciones y conductas que alejan a los alumnos de cumplir sus tareas. Además, la exposición prolongada a las pantallas se asocia a un aumento de la inestabilidad emocional ligada a un cambio de comportamiento.
A la vista de todo lo expuesto, la preocupación de los padres es lógica, ya que está en juego el futuro académico de cientos de millones de estudiantes. Así, algunas instituciones han optado por prohibir el uso de los móviles en las aulas, pero la llegada de opciones como el iPad o el Chromebook provoca una exposición constante a los dispositivos tecnológicos. Ahora, a raíz del auge de la inteligencia artificial, esta preocupación sigue ganando peso para muchos padres, docentes y directores.
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