Es indudable que 2023 se ha convertido en el año de la inteligencia artificial. Aunque los últimos coletazos de 2022 estuvieron marcados por eventos como la irrupción de ChatGPT o la expansión de herramientas como Midjourney, lo cierto es que los primeros meses del actual año han sido claves para el devenir de este sector tecnológico en auge. De esta forma, cada vez más usuarios buscan la forma de exprimir las virtudes de la inteligencia artificial, una posibilidad que ha llevado a las empresas a formar parte de una espiral que, para una antigua empleada de Google, puede ser calificada como “fiebre del oro”.
Como recoge el portal Techspot, Gebru dejó de formar parte de Google cuando publicó un artículo académico en 2020 en el que advertía de los sesgos inherentes a la IA. Tras esto, se produjo una tensión entre la compañía norteamericana y la investigadora especializada en inteligencia artificial que terminó con la marcha de Gebru, si bien esta sostiene que en lugar de dimitir (como asegura Google) fue despedida a raíz del artículo. Y, desde entonces, la opinión de Gebru se mantiene firme y ha añadido que, en estos momentos, la ambición de las empresas es tan grande que estas no serán capaces de regularse salvo que les obliguen a hacerlo.
Muchas empresas ignoran los riesgos que conlleva la inteligencia artificial
Bajo la consideración de Gebru, la actual posición de la industria es similar a “la fiebre del oro”. Así, asegura que muchas personas están ganando dinero con la inteligencia artificial y que esa condición ha llevado a las compañías a ignorar las precauciones. Por ello, insta a las entidades responsables a tomar medidas ya que, tal y como señala, considera que “las empresas no van a autorregularse sin más”, un aspecto al que suma una frase lapidaria al afirmar que “necesitamos algo mejor que el mero afán de lucro”.
Sea como fuere, las advertencias de Gebru no deberían caer en saco roto. En los últimos meses, la sociedad ha visto como multitud de puestos de trabajo están en riesgo a raíz del auge de la inteligencia artificial. Así, empresas de China ya han optado por sustituir a parte de su plantilla por este tipo de herramientas, una condición que llevó al creador de ChatGPT a confeccionar una lista centrada en los puestos de trabajo que no están en riesgo. Por tanto, como ya advirtió Elon Musk en 2017, es necesario regularizar la situación para evitar un punto de no retorno.
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