Si utilizas un portátil para trabajar, navegar en internet o jugar (como es mi caso), lo más probable es que uno de tus hábitos diarios sea conectar tu dispositivo a la corriente de tu casa. Tras un par de horas de autonomía, lo natural es que los ordenadores portátiles agoten la carga de su batería y, por ende, tengan que volver a cargar la misma para seguir operando. Sin embargo, para evitar esta tediosa práctica, muchos optan por conectar de forma continua su ordenador y así no tienen que preocuparse de la falta de batería.
Dicha situación, según ha señalado un experto, es el peor error que podemos cometer. Como recoge el portal PC Gamer en una reciente publicación, Kent Griffith es un profesor adjunto de la Universidad de California que inició una investigación sobre la degradación de la batería. Así, analizó qué sucede si decidimos dejar el portátil cargando al 100% durante semanas o incluso meses, ya que algunos se olvidan de llegar a desconectar el dispositivo. Y, por desgracia para los que utilizan esta opción, el resultado es dantesco: la capacidad inicial se reducirá a la mitad.
El estado óptimo se encuentra entre el 20% y el 80%
No es la primera vez que un estudio aborda un aspecto relacionado con la batería y su capacidad. En el pasado, ya hemos visto ejemplos similares con los móviles, un aparato que utilizamos a diario y que, con el paso del tiempo, merma la salud inicial de su unidad de carga. Por ello, como tantos otros expertos han señalado, Griffith asegura que el estado óptimo de carga se encuentra entre el 20% y el 80%. Y, por esa misma situación, considera que lo más práctico es cargarlo por completo, dejar que se descargue y enchufarlo una vez esté al 20%.
Así, existen varias medidas para conservar la batería y, a la postre, evitar que la capacidad de esta no se merme de inmediato. Como indican en la misma publicación, se pueden utilizar opciones como cerrar aplicaciones de fondo que consumen energía, bajar el brillo de la pantalla e incluso mantener el portátil alejado del calor excesivo. Por desgracia, no hay forma de evitar que la capacidad de carga se estropee paulatinamente. Y, por ello, lo ideal es utilizar distintos métodos para preservar lo máximo posible la salud de las baterías.
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