Esta semana se han viralizado varias imágenes sobre un decepcionante evento de celebración del mundo de fantasía y dulces de Wonka en Reino Unido, pero esta no ha sido la primera vez que padres e hijos ven tirar su dinero asistiendo a una experiencia inspirada por una gran franquicia cinematográfica. En 2015, esta vez en Argentina, los fans de Harry Potter se llevaron un chasco realmente mágico.
Tal y como recuerda Tomás (@tbilling22) en Twitter y leemos en una información de hace unos años de Transeuntes, a mediados de la pasada década se "organizó" en la República de los Niños, un parque educativo del país americano, Una Celebración de Harry Potter, una cita festiva en torno al Mundo Mágico imaginado por J.K. Rowling. Acabó, como la experiencia de Glasgow, entre quejas.
La idea, porque suponemos que habría alguna idea de inicio, era llevar a los asistentes a un lugar donde la magia de Harry Potter emergiera a través de diferentes atracciones como réplicas del andén 9 y 3/4 de la estación de King's Cross, el Sombrero Seleccionador o el campo de Quidditch de Hogwarts. Además, avisamos que las imágenes pueden herir vuestra sensibilidad, también se contaba con diferentes estatuas que recreaban personajes de las películas.
"No había ninguna ambientación; la publicidad engañosa estuvo en plantear actividades en lugares que no existían, que no estaban señalizados y que si se hicieron fue por la buena voluntad de la gente de los talleres que tuvo que realizar su actividad fuera de tiempo y espacio. El Cuidado de Criaturas Mágicas se limitó a ir a visitar la Granja Educativa; el Banco de Gringotts era el mismo en que los niños aprenden cómo funcionan algunos pasos del sistema bancario; y el expreso de Hogwarts, actividad que no se encontraba incluida con la entrada general, era pasear en el tradicional tren del parque".
Y lo peor, casi se quedan varados en el sitio
Hasta el recinto desde Buenos Aires, los fans se desplazaron en un "Autobús Noctámbulo" donde se prometían unos aperitivos inspirados por Honeydukes para picar que fueron cancelados a última hora por un error de distribución. Por si fuera poco, uno de los vehículos se averió y muchos tuvieron que viajar de píe. Aunque lo peor vino a la vuelta, cuando los presentes casi se quedan varados en el lugar al denunciar los chóferes que no habían sido pagados por su trabajo.
Decenas de personas crearon un grupo en Facebook donde no dudaron en tildar todo este asunto de estafa. En definitiva, un recuerdo de cómo lo de Wonka en Reino Unido, por desgracia, pasa más de la cuenta, aunque posiblemente muchos de los asistentes ahora recuerdan esta experiencia con una sonrisa. Al fin y al cabo, no todos los días se ve a un Ron Weasley seriamente perjudicado.
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