Es imposible para alguien que no vea One Piece entender lo importante que supone para los que llevamos toda la vida con el anime el tener ahora una versión live-action. Una versión en la que nadie, a priori, confiaba después de desastres como el de Death Note, Bleach o Dragon Ball y que tampoco nadie había pedido. Admito ser de las que no creía en este proyecto, sin embargo, ya he podido ver la serie entera y no tengo reparos en afirmar que es todo cuánto los fans necesitábamos ver. No, no lo pedimos, pero ha llegado dispuesta a pegarnos en toda la nostalgia, volviendo a los inicios de los Mugiwara y el resultado es tan bueno que hasta me he emocionado recordando mi infancia.
8 episodios de puro One Piece en Netflix
Adaptar One Piece a una versión live-action no era una tarea nada fácil. Todos soñábamos con ver a nuestros personajes preferidos en carne y hueso, pero había muchos elementos que nos hacían pensar que esto no iba a ser posible, más allá de las fallidas adaptaciones anteriores de otras obras de anime. Y es que el mundo construido por Eiichiro Oda es tan complejo, no solo a nivel argumental sino también estilístico, que nada indicaba que el proyecto fuera a estar a la altura de las expectativas. No en vano, One Piece es para todos nosotros un recorrido de años y años, el anime de nuestras vidas. No estamos hablando de cualquier obra.
Antes de nada, es importante aclarar que, si bien lo que se veía no tenía mala pinta del todo y ha habido detrás una buena campaña de marketing con momentos como el de llevar a Iñaki Godoy, (Luffy), a conocer a Oda o a Mayumi Tanaka, nada de lo que habíamos visto hace justicia al resultado final que ofrece la serie. Si bien esta dura 8 episodios y abarca hasta el final del arco de Arlong, tan solo necesitas unos pocos minutos para darte cuenta de que toda la esencia original está presente. "¿Mi tesoro? Si lo queréis es vuestro" reza Gold Roger, haciendo que se te ponga la piel de gallina. La presentación de la serie es simplemente inmejorable y esto va en aumento capítulo tras capítulo.
La presentación de la serie es simplemente inmejorable y esto va en aumento capítulo tras capítulo.
En primer lugar, vamos con el reto más difícil: la representación del mundo de One Piece. Con mucha antelación ya pudimos ver el casting de algunos de los miembros principales de la tripulación Sombrero de Paja. Había un indicio muy interesante en todos ellos que ya parecía indicar los buenos esfuerzos que se estaban haciendo por mantenerse fiel a la obra original. Desde hace muchos años era conocido que cada tripulante de la banda tenía una nacionalidad concreta. Luffy siempre fue concebido como alguien del sur de América, Zoro japonés, Sanji europeo.... De esta forma, estos detalles se han cuidado y trasladado a la pequeña pantalla para intentar hacer una recreación fiel mediante una selección de actores de la que poco negativo se puede decir. Y esto no solo abarca simplemente a los personajes principales, sino que otros como Koby, Mihawk, Buggy o Garp son espectaculares. De hecho, para mi gusto, Koby incluso gana más aquí que en el anime. Y no solo eso, es que hasta cualquier secundario que aparece está sacado de los capítulos animados y representado tal y como lo vimos por primera vez.
La voz de Luffy en español tenía un duro reto
Eso me lleva a comentar que, si bien hay pequeñas licencias, los creadores han sabido identificar lo que los fans querían ver y han sido muy comedidos a la hora de introducir nuevos elementos. Al menos esta primera temporada es una representación totalmente fiel de los capítulos originales. Hay detalles muy interesantes como el hecho de que algunos personajes consigan tener un poco más de profundidad o carisma, pero en esencia todos tienen la personalidad que conocemos, destacando el estupendo trabajo de actuación de cada uno. ¿Es Iñaki Godoy un buen Luffy? Sin duda. Considero que la voz de Luffy en español tenía un reto muy grande a la hora de abordar el papel, pero consigue manifestar todo el espíritu del próximo Rey de los Piratas a la perfección. Antes de que te des cuenta, te vas a encontrar riendo a carcajadas con alguna ocurrencia de este. También las actuaciones originales en inglés tienen un nivel altísimo. Y si te lo estabas preguntando, ¡sí!, también puedes escuchar las voces originales del anime en japonés.
Shanks en uno de los momentos clave de One Piece
Donde sí veo un poco más de amplitud a la hora de tomarse pequeñas licencias es en la recreación de los entornos. La apuesta visual en todo momento es cuidada, detallada y con una iluminación increíble, todo sea dicho. La mayoría de entornos que vemos están tan bien representados que nos van a parecer con los que hemos crecido. El patio en el que Zoro está encerrado, todos los barcos, el restaurante de Sanji... sin embargo, hay momentos en los que se decide dotar también a este producto de una personalidad propia y encontramos escenarios de lo más llamativos o una iluminación curiosa que, obviamente, no nace del anime. También hay elementos muy llamativos como ciertos planos de cámara, los carteles de "Se busca", la introducción de los capítulos, (no, no hay opening), o incluso la propia vestimenta de los personajes que en todo momento es fiel, los cuales ayudan a la inmersión del espectador en la propuesta y a que se suban al barco, nunca mejor dicho, de One Piece.
Es emocionante volver a los inicios de One Piece
A nivel argumental, se trata de hacer un viaje a los primeros 50 capítulos de la serie, más o menos, hasta llegar a uno de los primeros momentos más épicos con los que nos encontramos durante la niñez. En un momento en el que estamos tan arriba con One Piece y con todo lo que está pasando en Wano y posterior, regresar a una etapa en el que nadie conocía a los protagonistas, Luffy todavía tenía que abrirse paso como capitán, la tripulación se estaba construyendo y no tenían ni barco es simplemente emocionante. Es un refresco que nos hace valorar todavía más el camino que hemos andando durante más de 20 años y que nos da energía y fuerzas para la etapa final. Si bien resumir tanto contenido en apenas 8 capítulos, por mucho que estos duren casi una hora, es complicado, todo, absolutamente todo, lo importante está reflejado. No se han dejado nada. Hubiera sido gracioso que 5 minutos del capítulo hubieran sido refresco de lo ocurrido anteriormente más opening, pero casi que agradecemos que no.
Obviamente, el ritmo que llevamos en la serie es mucho más acelerado que en la obra original, cosa que admito que he agradecido. Los que somos seguidores ya sabemos todo lo que pasa y para los que lleguen nuevos se van a encontrar una narrativa sólida que sabe cómo explicar cada elemento básico del mundo de One Piece correctamente sin necesidad de hacer una temporada estirada.
Y hablando de estirarse, otro de los retos complejos que tenía esta adaptación era precisamente la de trasladar todo un arsenal de poderes espectaculares y hacer que estos fueran creíbles. Todavía estamos en un momento comedido en cuanto a batallas o técnicas descomunales, pero es una realidad que el poder de Luffy es el que es y que esto se tenía que representar de alguna forma. No voy a decir que los efectos sean los más realistas, porque el CGI es evidente, pero sí pienso que han sabido solucionar la papeleta de la mejor forma manera con los recursos que tenían, no llegando nunca a sacarte los efectos de la acción salvo en contadas ocasiones. Y es más, personalmente he disfrutado cada una de las peleas, porque las coreografías son impresionantes, sobre todas las que recaen sobre Zoro. No acaban aquí las buenas noticias.
He disfrutado cada una de las peleas, porque las coreografías son impresionantes, sobre todas las que recaen sobre Zoro
Una de las mayores "tragedias" a las que hacemos frente los fans del anime con esta clase de adaptaciones al cine y videojuegos está directamente relacionada con la banda sonora. Series como One Piece tienen unas melodías tan icónicas que nada duele más que ver uno de sus videojuegos con temas tremendamente genéricos que nada tienen que ver con las partituras originales. ¡Otra alegría más! Porque la banda sonora de esta serie de Netflix está a la altura de las expectativas con una gran variedad de temas muy pegadizos que casan perfectamente con las escenas de acción y los momentos más íntimos. Hablamos de una música muy animada, muy de estilo pirata, con una pizca también de esa épica que acompaña siempre a las aventuras de Luffy. Hay además algunos momentos esenciales de la serie que van a tocar la fibra sensible de los fans del anime hasta el punto de que cuesta muchísimo no sonreír mientras contienes las lágrimas de emoción. Así de buena es esta adaptación.
Siendo un estreno tan importante y con tantos fans en 3DJuegos, he pedido a mi compañero Alberto Pastor que nos deje también su opinión de la serie:
Llevo más de 20 años siguiendo las aventuras de Luffy y compartiendo sus historias con mis amigos; riendo y emocionándonos con sus locuras en acción; teorizando sobre lo que está por llegar y recordando también sus mejores momentos. One Piece es parte de nuestra vida. No entendemos el fin de semana sin comentar algo de la serie, así que teníamos un miedo atroz de que la adaptación de Netflix no le hiciera justicia. Y es todo lo contrario. Desde el primer minuto queda claro que estás ante un producto que nace del amor y la pasión por un manga único. La serie tiene un ritmo trepidante, sus escenas de acción son realmente divertidas, y aunque a veces el CGI canta bastante, es imposible no quedar prendado del increíble mundo de One Piece... ahora en live action. Pero por encima de todo, me quedo con la presentación de todos sus protagonistas y lo bien que lucen en pantalla. Ha sido un viaje increíble que espero que todos podamos continuar muy pronto.
Una adaptación ejemplar de uno de los mangas más importantes de la historia
Dejando a un lado lo bien hecha que pueda estar la serie, que lo está, otra de las claves que nos deja la última gran producción de Netflix es la confirmación de que con un poco de mimo se pueden hacer buenas adaptaciones de anime. La verdad es que no sé si estaba lista para ver una mala representación de One Piece y, por suerte, no he tenido que hacerlo. Terminé el primer capítulo sorprendida, casi emocionada, y salté al segundo, luego al tercero, cuarto, quinto...He visto la serie del tirón y es probable que a vosotros os pase lo mismo. Quiero que a esta le vaya bien y que saquen una segunda temporada para ver a Nico Robin, a Vivi, el desierto de Arabasta, ¡a Ace! Con esta línea se ha comenzado un camino que espero que no se alargue tantos años como el anime, pero que tiene material de sobra para construir un universo paralelo y permitirnos llevar ambas líneas presentes. No esperaba nada y me he encontrado oro.
En 3Djuegos | Todas las transformaciones de Luffy en One Piece hasta GEAR 5
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