Se me hace difícil escribir una crítica de Ahsoka. No porque sea un fan de la Saga Star Wars de manera casi patológica, que lo soy, si no porque me cuesta despegarme de los 15 años de aventuras e historias ya vividos por el personaje. Son muchos años que separan la primera aparición de Ahsoka Tano en la película animada de Clone Wars de 2008 de esta nueva serie de acción real de Disney+. Para mí, Ahsoka Tano es un personaje dentro de la mitología de Star Wars con tanto peso como lo pueden ser Luke Skywalker o Obi-Wan Kenobi. Puede parecer exagerado para aquellos aficionados que, aún gustandoles Star Wars, no han dado el paso de ver las series de animación de Clone Wars y Rebels, en los que Ahsoka crece durante 15 años, pasando de ser una jovencísima y repelente aprendiz de Anakin Skywalker durante las Guerras Clon a una poderosa usuaria de la fuerza que abandona la Orden Jedi y termina ayudando a plantar la semilla de lo que será la alianza Rebelde en sus primeros años de lucha contra el Imperio Galáctico.
Comprenderéis mi temor a la hora de ver esta nueva serie de acción real, que es continuación directa de los acontecimientos de la última temporada de la animada Rebels, de encontrarme ante una serie que me resultara tremendamente sobrexplicativa y que volvería a contarme otra vez la misma historia. El miedo estaba justificado porque comprendo que esta serie está dirigida a un público más mayoritario que el fan veterano, que no tiene por qué conocer a estos nuevos personajes que presenta la serie y que debe ponerse en situación. Curiosamente, también temía todo lo contrario, y es que la serie fuera tan dependiente de las tramas y subtramas de las series de animación que dejara tirados a todos espectadores que se animen a acompañar a Ahsoka en sus aventuras por primera vez, tal vez curiosos tras la aparición del personaje en la series de The Mandalorian o El Libro de Boba Fett. Miedos infundados.
Ahsoka arranca a toda velocidad y dosifica la información sin resultar redundante o perder a nadie por el camino. A los seguidores más fieles del Universo Star Wars les llena los huecos dejados en la cronología entre el epílogo de la mencionada Rebels y la aparición de Rosario Dawson como Ahsoka por primera vez en The Mandalorian. A los recién llegados enseguida les ofrece todo lo que tienen que saber mediante unos diálogos ágiles que no ralentizan una acción y sensación de aventura y descubrimiento al más puro estilo Star Wars.
Dave Filoni y Rosario Dawson durante el rodaje de Ahsoka
De eso sabe mucho Dave Filoni, el heredero profesional y espiritual de "El Creador", el mismísimo George Lucas. Tras años dando forma a toda una nueva generación de ideas en las series de animación, y tras su rápido paso por la acción real junto a Jon Favreau en The Mandalorian, Filoni traslada sus creaciones animadas a la acción real con la responsabilidad de revitalizar la franquicia más allá de lo que lograron, por ejemplo, la más reciente trilogía de secuelas cinematográficas. Para hacerlo Filoni utiliza su tremendo talento narrativo y sus inmensos e enciclopédicos conocimientos del Universo Star Wars para forjar 4 pilares sobre los que se sustenta esta serie: Ahsoka Tano, Sabine Wren, los villanos y el misterio.
No soy una jedi (pero sí)
Filoni ha hecho mucho por Star Wars. Los fans no tenemos problema ninguno en reconocerle como el heredero de Lucas, y sabemos que en sus manos estamos tranquilos. Durante vacías décadas se ha dedicado a divertir a los fans con aventuras animadas que, más allá de resultar un divertimento sencillo con un claro foco en el público más joven, ha sabido tratar temas interesantes con inteligencia y madurez. Y no solo eso, se ha dedicado a recorrer arriba y abajo la cronología del Universo Star Wars atando cabos, rellenando agujeros de guión, solucionando tramas, limpiando, fijando y dando esplendor a una galaxia muy, muy lejana. Y no solo eso, también ha sido capaz de enriquecer este universo con una enorme número de ideas, conceptos, escenarios y personajes. Entre todos ellos destaca, claro, Ahsoka, un personaje de una importancia enorme para el futuro de Star Wars como propiedad intelectual y que se presenta como el reclamo principal de esta serie.
Rosario Dawson debe dar las gracias a los fans, que durante años hicieron campaña por ella para dar vida al personaje en una potencial y soñada versión de carne y hueso del personaje. Gracias a ellos Lucasfilm tuvo claro que era una gran candidata para el trabajo, y gracias a ellos ha podido, por un lado, cumplir su propio sueño de formar parte de Star Wars, y a la vez, demostrar una capacidad interpretativa que lograr por sí misma sustentar esta serie de una manera mucho más efectiva, a lo mejor, de lo que fue DMZ, por ejemplo. Dawson no solo hereda un modelo personaje interpretado (en voz y carisma) por Ashley Eckstein durante casi dos décadas de series animadas. También logra hacerlo suyo y aportar una madurez y una "gravitas" (que dirían los clásicos) extraordinaria.
De su mano el personaje no solo está llamado a convertirse en una de las piezas claves del futuro narrativo más inmediato de la franquicia, también en uno de los personajes más queridos de todos los que presenta la saga. Su carisma es enorme e igual de tremendo en las escenas de acción que en las conversaciones más intimistas. Sobre sus anaranjados brazos descansa la serie, que lleva como título el nombre de su personaje. Pero no está sola, porque como es normal en las historias del Filoni, sus personajes funcionan mejor cuando lo hacen dentro de una manada, da igual que esté formada por arquetipos de "lobo solitario".
La aprendiz inesperada
Hace algunos párrafos os comentaba que la trama de Ahsoka viene a rellenar algunos huecos narrativos dejados por el epílogo final de Rebels que es, casualmente, el momento con el que se cierra el primer arco narrativo de los dos primeros episodios de esta nueva serie. El más importante de ellos es el que profundiza en la relación entre Ahsoka Tano y su co-protagonista, Sabine Wren, otro personaje arrancado de la animación y que al que da nueva vida Natasha Liu Bordizzo. Otro protagonista complicado. La última vez que los fans vimos a Sabine abandonaba la adolescencia y comenzaba un camino de maduración y crecimiento que, para sorpresa de todos, en esta nueva serie descubrimos que pasaba por convertirse en la aprendiz jedi de Ashoka.
Y es que hasta el momento los fans no conocíamos este detalle. Sí la habíamos visto entrenar un poco el manejo del sable láser (o el dark saber, pero esa es otra historia), pero no con la profundidad que adelanta esta nueva serie. El personaje es una joven mandaloriana, experta en armamento, con aptitudes artísticas y un carácter difícil que ha perdido a su mejor amigo durante una batalla importante en la incipiente guerra civil contra el Imperio. Sabine sirve de contrapeso a Ahsoka, como suele ocurrir en este tipo de relaciones entre maestros y aprendices, y tiene un interesante paralelismo en la relación similar que años antes mantuvieron Anakin y Ahsoka, porque, ya sabéis, en Star Wars todo rima. Si bien Ahsoka puede ser el reclamo más importante para los fans más maduros, Sabine sin duda cautivará a los espectadores más jóvenes porque tiene todo lo que de chaval te puede gustar de Star Wars: la actitud, un casco mandaloriano y un sable láser. Es el tipo de héroe de Star Wars que quieres ser cuando tienes 12 años. La capacidad de Filoni para sustentar un personaje tan estereotipado sin cargar las tintas y a la vez darle cierto punto de originalidad es digna de señalarse.
La relevancia de Sabine no es solo la de funcionar como reclamos de cierto grupo de espectadores, también se dibuja como el potencial corazón de la serie. No en vano la búsqueda en la que se embarcan estos personajes y que sirve de hilo argumental de la trama tiene dos aspectos. El primero es práctico: tratar de evitar una nueva guerra contra un enemigo formidable que es heredero directo de El Imperio. El otro es emocional: encontrar a Ezra Bridger, el joven rebelde y aprendiz jedi que se sacrificó para garantizar una importante victoria rebelde. Esto nos lleva al tercer pilar importante de la serie: los villanos.
El Lado Oscuro
De la mano de los villanos de Ahsoka vienen todas las cosas que gustan de un producto de Star Wars: las batallas de naves espaciales, las persecuciones, los androides asesinos, los duelos de sables láser, los enigmas y las potenciales amenazas que esperan su resolución al final de la serie. Si bien en los dos primeros capítulos falta una pieza importantísima del mosaico que forma Ahsoka, el Gran Almirante Thrawn, cuya búsqueda es el "MacGuffin" de la serie, el ritmo narrativo de la serie lo marcan las idas y venidas de los villanos, también comprometidos en dar con su misterioso paradero galáctico.
El recientemente fallecido Ray Stevenson encarna a un misterioso caballero jedi, Baylan Skoll, ahora reconvertido en otro tipo de usuario de la Fuerza. Le acompaña Ivanna Sakhno, como su aprendiz, Shin Hati, desde ya uno de mis nuevos personajes preferidos de Star Wars, aunque solo sea por su presencia en pantalla. Este dúo, evidente reflejo oscuro del formado por Ashoka y Sabine, trabaja junto a otro misterioso personaje, Morgan Elsbeth (Diana Lee Inosanto) que personifica la búsqueda de Thrawn. Como siempre con este tipo de "malosos", los motivos reales de cada uno no están nunca claros y espero algún que otro giro inesperado de la trama que nos ofrezca sorpresas.
La presencia de estos personajes, en realidad, es la de mantener el ritmo de la serie siempre acelerado presentándose como rivales en una carrera a lo largo de dos galaxias y el de preparar la presentación de Thrawn (Lars Mikkelsen), otro importantísimo personaje de la mitología de Star Wars que lleva presente en la franquicia más de 30 años con diferentes apariciones en novelas, cómics y videojuegos, y que Filoni recuperó como villano principal de Rebels y ahora, de nuevo, para Ahsoka. Dado que todos estos villanos dirigen el timón argumental llevando al espectador de un sitio a otro, gracias a ellos Filoni tiene fácil hacer eso que tan bien se le da: expandir la mitología de Star Wars. Así vamos a conocer, por ejemplo, que la Fuerza tiene más manifestaciones y aspectos de los que la mayoría de los espectadores conocen tan solo por las películas, y que aquellos fans que hayan visto las series ya han podido vislumbrar aquí y allí. O que más allá de la galaxia conocida puede haber amenazas mucho mayores que El imperio.
Lo que espera más allá de la galaxia
Los fans de Star Wars más metidos en su mitología están pudiendo leer, tanto en estos dos capítulos como en el material promocional de la serie, una serie de pistas que ya adelantan la aparición de una serie de elementos que sin duda van a sorprender a los espectadores más generalistas. Me resulta muy interesante ver cómo se presenta para ellos una serie de misterios que esperan agazapados en el futuro desarrollo de la serie. Sin querer entrar en detalles para no arruinar ninguna sorpresa, tengo que citar a la fuerza la idea de que Ahsoka abre, literalmente, un camino para explorar las zonas más remotas de la galaxia Star Wars, y más allá.
Y es que si The Mandalorian, por ejemplo, se ha ido moviendo por el terreno fronterizo entre las zonas más independientes de la galaxia y aquellas en las que la nueva República (o el remanente imperial) dibuja tímidamente sus límites, Ashoka busca terreros incluso menos visitados. Eso siempre es interesante, porque una de las cosas que se le puede achacar a la historias de Star Wars es que, simplificando mucho, todo parece resolverse entre Tatooine y Coruscant. De ahí que me resulte ilusionante ver nuevos planetas, escenarios y alienígenas. Comprendo que no será una ruptura repentina con la tradición Star Wars que ocurra de un episodio a otro, sino una transición que empiece a colocar sobre la mesa ideas nuevas que logren sorprender incluso a los fans con más bagaje dentro de esta mitología.
Eso es importante, porque para Star Wars es fundamental ahora mismo saber reinventarse y no depender constantemente de los jedis, los soldados de asalto imperiales y los elementos más fácilmente reconocibles. Es un equilibrio difícil de encontrar, me hago cargo. Pero creo que Filoni es el hombre adecuado para hacerlo. Principalmente, porque ya lo ha logrado anteriormente. Y también opino que el primer lugar por donde debe empezar la regeneración de Star Wars es en Ahsoka. De momento, con tan solo dos episodios vistos, creo que vamos por buen camino.
Ahsoka tiene la difícil tarea de enlazar unas tramas y personajes conocidos por los fans con una serie que debe llegar a un gran público. Un tipo de espectador que no solo es completamente ajeno a ellos, si no que tal vez genere cierto rechazo a la idea de subirse a un tren en marcha o a la de seguir una historia que tiene su origen en una larga serie de dibujos animados. Creo que lo va a conseguir. El arranque de Ahsoka no solo me ha dejado tremendamente satisfecho como seguidor de la saga durante casi cuatro décadas, creo que también va a lograr que un buen número de espectadores, ajenos a Star Wars, se animen a ver esta serie, replicando un poco el tremendo y sorprendente éxito de la primera temporada de The Mandalorian.
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