"La gente se desmayaba y yo estaba allí sudando". Cuando Van Damme abandonó el rodaje de una de las mejores películas de ciencia ficción, Predator

"La gente se desmayaba y yo estaba allí sudando". Cuando Van Damme abandonó el rodaje de una de las mejores películas de ciencia ficción, Predator

Van Damme pasó de ser ridiculizado en el rodaje de Depredador a convertirse en una estrella del cine de artes marciales

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Predator Vandamme

En el competitivo mundo de las superproducciones cinematográficas, pocas veces se encuentra una historia tan curiosa como la que rodea el nacimiento de una de las estrellas más icónicas del cine de acción de los 80 y 90: Jean-Claude Van Damme. Pero su asalto a la fama poco tiene que ver con sus habilidades en las artes marciales o su calidad como actor. Más bien, con su sentido de la dignidad y su capacidad para soportar los rigores de un durísimo rodaje En 1987, la película Depredador llegó a las pantallas con su explosiva combinación de acción, ciencia ficción y adrenalina. Sin embargo, durante su rodaje se produjo una inesperada situación que cambiaría la carrera de un actor relativamente desconocido. En aquel entonces, Van Damme abandonó lo que parecía una prometedora carrera como doble de acción en una sonora espantada histórica y, paradójicamente, en su ascenso al estrellato.

Antes de que Jean-Claude Van Damme se convirtiera en el icono del cine de artes marciales que todos conocemos hoy en día a fuerza de abrirse de piernas y parar cocos en caída libre con la tripa, su carrera cinematográfica se hallaba en un preocupante punto muerto. Van Damme alternaba empleos de repartidor de pizza o taxista con pequeños papeles secundarios entre los que solo destaca el papel como villano (soviético, claro, hablamos de 1986) de Retroceder nunca, rendirse jamás.

En la sombra del exitoso lanzamiento de Depredador en 1987, el actor belga parecía empezar a señalarse lentamente como una figura a tener en cuenta en el cine de acción, lo que le llevó a convertirse en la némesis de nada más y nada menos que Arnold Schwarzenegger. La película dirigida por John McTiernan se convirtió en un hito por su vibrante mezcla de suspense, explosiones, testosterona, "choppas" y un misterioso cazador alienígena. No obstante, la actuación de Van Damme se perdió por el camino con dos consecuencias inesperadas: el rediseño del alienígena, que inicialmente distaba mucho del icónico depredador que conocemos y amamos, y el salto a la fama de Van Damme tras abandonar la producción por la puerta de atrás.

Predator Van Damme 1 Van Damme en el rodaje de Predator con el traje original de la criatura

Van Damme no quiso vestir un pijama rojo

Cuando Van Damme fue elegido para formar parte de Depredador, el actor se mostró bastante ilusionado por el proyecto. No en vano, compartía plano con Schwarzenegger, que ya era toda una estrella, y se trataba de una película de presupuesto abultado que se subía al acelerado tren del éxito que un año antes lanzaba el estreno de Aliens. Sin embargo, este optimismo pronto se vería nublado por una serie de desafíos insospechados. El actor, conocido por su destreza en las artes marciales, fue contratado para encarnar al alienígena cazador, utilizando un traje y prótesis más reminiscente de una figura reptiliana o insectoide que del depredador feroz que conocemos. Además, en muchas escenas el actor debía llevar una versión de ese traje de un intenso color rojizo para las escenas en las que el alienígena utilizaba su tecnología de camuflaje óptico. Esta elección estética inicial, que hoy en día parece fuera de lugar, marcó el comienzo de una experiencia que cambiaría para siempre el curso de la carrera de Van Damme.

Predator Van Damme 3 La versión para composición de efectos del traje de Van Damme
"Fui a ese lugar, me pusieron cosas encima y comenzaron a derretirlas, estaba hirviendo. Me gusta respirar, ¿sabes? Tenía a mi lado a un amigo y le dije: 'No lo voy a lograr'. Me pusieron un tubo en la boca, y en ese momento yo era sólo un hombre de pie, cubierto en ese yeso durante al menos 20 minutos" - The Hollywood Reporter

El traje rojizo y las prótesis resultaron ser incómodos y desafiantes para el actor, quien se encontraba en medio de la selva, saltando y luchando en condiciones extremas. La falta de visibilidad, la limitación de movimientos y la carencia de comodidad convirtieron la experiencia en un verdadero desafío. "Tenía los pies en esos moldes y cuando el productor Joel Silver me pidió que saltara, sabía que no podría", comentó el actor años atrás. "Le dije: 'Eso es imposible, Joel. Creo que vamos a tener un problema', y luego me reemplazó".

Le dije: 'Eso es imposible, Joel. Creo que vamos a tener un problema', y luego me reemplazó

El motivo de este estrafalario aspecto era doble. Por un lado este primer diseño quería asemejarse, con más pena que gloria, todo hay que decirlo, al de los xenomorfos de la Saga Alien. Por el otro, el traje de color completamente rojo trataba de facilitar el trabajo de postproducción a la hora de crear los efectos visuales de la invisibilidad del depredador. Además, el enfoque original de la criatura alienígena parecía más cercano al mito del Chupacabras que a un cazador intergaláctico. Esto, combinado con las burlas de sus compañeros de reparto y equipo, dejó a Van Damme en una posición incómoda.

De la espantada al estrellato

Fue en ese momento de inseguridad y malestar que Jean-Claude Van Damme tomó una decisión que cambiaría su destino de manera inesperada. El actor belga optó por abandonar el proyecto. Evidentemente, hay varias versiones de los motivos más allá de los ofrecidos por Van Damme, en los que entran en juego los egos, la profesionalidad y prácticamente, las leyendas urbanas. The Hollywood Reporter detalló en 2017 la discrepancia entre los relatos del reparto y el equipo sobre cómo y por qué Jean-Claude Van Damme abandonó el proyecto.

Predator Van Damme 2

Diferentes testimonios intentan explicar por qué se despidió a Van Damme: desde que se quejaba constantemente, que rompió la cabeza del traje, era demasiado bajo para el papel, hasta diferencias creativas con el productor o su empeño en que el Depredador debería realizar movimientos de kickboxing en sus peleas. Sea como sea, al parecer una día, y tras una sonora discusión en la que el actor invitó al productor Joel Silver a que le besara cierta parte de su anatomía belga tras ser despedido, Van Damme abandonó el rodaje para no volver.

"Era una pesadilla, el traje estaba hecho de goma y hacía mucho calor en México. La gente se desmayaba y yo estaba allí sudando. Luego pusieron un tubo de aire acondicionado y entonces hacía demasiado frío, demasiado calor, demasiado frío". - Jean Claude Van Damme

Esta decisión que podría haber marcado el fin de la carrera de Van Damme se convirtió en el punto de inflexión que lo lanzó al estrellato, pero también propició que la productora buscara ayuda en el maestro de los efectos especiales Stan Winston para rediseñar a la criatura de la película y a Kevin Peter Hall asumir el papel. Así, la película tomó un beneficioso cambio de rumbo a la vez que Van Damme alcanzó el estrellato con otras películas, y su breve paso por Predator se convirtió en una nota al pie en su carrera.

El legado de una decisión inesperada

La decisión de Van Damme de abandonar Depredador resultó ser una bendición disfrazada. En lugar de continuar luchando con un traje incómodo y una situación desfavorable, el actor se abrió paso hacia su próximo papel protagonista en la película Contacto Sangriento. Si bien era una producción de menor categoría, Van Damme destacaba como estrella indiscutible, y fue un éxito sorprendente que catapultó a Van Damme a la fama dentro de las producciones de artes marciales de la época. Su habilidad para combinar sus habilidades marciales con una presencia carismática en la pantalla lo convirtió en una nueva sensación en el género de acción.

El impacto de Contacto Sangriento fue innegable. La película no solo marcó el ascenso meteórico de Jean-Claude Van Damme en la industria cinematográfica, sino que también definió su imagen como una estrella de acción a tener en cuenta, si bien nunca logró quitarse el tufillo de actor de películas de Serie-B. Tampoco se le puede pedir peras al olmo. A lo largo de los años, Van Damme continuó cosechando éxitos en películas como Kickboxer, Soldado Universal y Doble Impacto, consolidándose como una figura icónica en el género.

Van Damme Contacto Sangriento Jean-Claude Van Damme en Contacto Sangriento

Van Damme continuó cosechando éxitos en películas como Kickboxer, Soldado Universal y Doble Impacto

En retrospectiva, es fascinante considerar cómo una "huida" que podría haber terminado con la carrera de otro actor tuvo un impacto tan profundo y positivo en la carrera de Jean-Claude Van Damme. Si hubiera permanecido en su papel original en Depredador, su destino podría haber sido muy diferente. La película, que ya se había convertido en un clásico, podría haber tenido un protagonista muy distinto en su historia. En cambio, el episodio de Jean-Claude Van Damme en Predator es uno de esos grandes ejemplos de "no hay mal que por bien no venga" del mundo del cine, convirtiendo un reto inicial en el inicio de una carrera cinematográfica (moderadamente) legendaria.

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