Guillermo del Toro ha tardado prácticamente toda su vida en ver realizado uno de sus sueños más antiguos: adaptar Frankenstein de Mary Shelley. La película, que acaba de llegar a las salas de cine y que aterrizará en Netflix el 7 de noviembre, marca no solo la culminación de años de trabajo, sino también la realización de una meta vital para el director. Eso no significa el final de su carrera, ni mucho menos, sino que abre la puerta a nuevos desafíos cinematográficos, y entre ellos se encuentra un proyecto que ha fascinado a los aficionados del terror y la fantasía durante más de dos décadas: En las Montañas de la Locura, una adaptación de Lovecraft con el que los fans de lo fantástico y el horror cósmico llevan soñando muchos años y al que de momento en Hollywood solo se ha atrevido a meter Mano el maestro John Carpenter.
H.P. Lovecraft y la historia detrás de En las Montañas de la Locura
Publicado en 1936, At the Mountains of Madness (En las Montañas de la Locura) narra la expedición a la Antártida liderada por el profesor William Dyer, de la Universidad Miskatonic. Lo que comienza como una misión científica se convierte en un viaje hacia el horror cósmico, cuando los exploradores descubren los restos de una civilización alienígena ancestral enterrada bajo capas de hielo. Lovecraft combina en la novela elementos de ciencia ficción, misterio y terror psicológico, construyendo un universo en el que la humanidad es insignificante frente a fuerzas incomprensibles.
El impacto de la obra en la cultura popular es enorme. Desde cómics y juegos de mesa hasta referencias en películas y series de televisión de todo tipo, la influencia de Lovecraft y de esta novela en particular ha moldeado buena parte del horror moderno. La narrativa de lo desconocido y la amenaza de entidades que trascienden la comprensión humana han inspirado desde Alien hasta videojuegos como Bloodborne, consolidando la novela como un referente obligado para cualquier creador de horror que aspire a explorar el miedo más puro y la sensación de pequeñez ante el universo.
El sueño imposible: del Toro y la primera versión cinematográfica
Guillermo del Toro ha intentado adaptar En las Montañas de la Locura durante más de veinte años. Su primera versión seria se anunció en 2010 para Universal Pictures, con James Cameron como productor y Tom Cruise vinculado como protagonista. Del Toro planeaba un proyecto ambicioso: un largometraje con un presupuesto de 150 millones, en 3D (porque en aquellos años todavía estaba muy de moda) y con una clasificación para adultos, fiel a la oscuridad y crudeza de la novela, sin romances ni finales felices. Para él, el proyecto debía ser "incómodo y desagradable", un filme que retara a los espectadores y respetara la visión de Lovecraft. No pasó, claro.
A pesar del entusiasmo y la implicación de figuras de primer nivel, la cinta nunca llegó a realizarse. Universal consideró que el presupuesto y la clasificación R representaban un riesgo excesivo, y la historia, con su tono nihilista, no encajaba con la idea de un blockbuster tradicional. Incluso con Cameron dispuesto a proporcionar tecnología avanzada similar a la utilizada en Avatar y Cruise como estrella principal, los ejecutivos no se sintieron lo suficientemente seguros como para financiar la película.
la influencia de Lovecraft y de esta novela en particular ha moldeado buena parte del horror moderno
Si el presupuesto y el enfoque ya suponían un obstáculo, otro factor terminó por bloquear la película: la similitud temática con Prometheus de Ridley Scott, estrenada en 2012. La película de Scott exploraba conceptos similares: expediciones a lugares remotos, antiguos alienígenas y horrores más allá de la comprensión humana. Los estudios temían que ambas producciones compitieran entre sí y decidieron poner a En las Montañas de la Locura en pausa indefinida. Y así seguimos.
A pesar de los múltiples rechazos, del Toro nunca ha abandonado por completo su visión. Tras el éxito de Pinocchio en stop-motion y dada su actual buena relación con Netflix, el director parece abierto a explorar la posibilidad de llevar su versión de En las Montañas de la Locura a la plataforma de streaming mediante animación stop-motion. En 2022, el director compartió un clip CGI de prueba, realizado por Industrial Light & Magic, que mostraba criaturas lovecraftianas en la nieve. El breve material devolvió la esperanza a los fans, permitiendo imaginar cómo podría haberse visto la adaptación, aunque solo fuera de manera parcial. Aun así, del Toro ha admitido que este proyecto probablemente permanecerá en su lista de películas soñadas que nunca llegó a realizar.
Diseño de producción de En las Montañas de la Locura
Derechos, actores y legado cinematográfico
La obra de Lovecraft está en dominio público, por lo que cualquier estudio podría adaptar la historia, pero el guion específico de del Toro sí está protegido legalmente, lo que significa que nadie puede replicar su versión sin permiso. El legado de En las Montañas de la Locura se mantiene intacto como uno de los proyectos no realizados más famosos de Hollywood, no solo para del Toro, también dentro de la industria, a la que parece resistirse la historia. No sería justo olvidarnos de John Carpenter, uno de los pocos cineastas que se atrevió a acercarse de verdad al universo de H.P. Lovecraft.
Guillermo del Toro ha intentado adaptar En las Montañas de la Locura durante más de veinte años
Aunque Carpenter nunca llegó a adaptar directamente la novela de 1936, su espíritu, su estructura narrativa y su horror cósmico se filtraron con fuerza en En la boca del miedo (In the Mouth of Madness, 1994). En ella, Carpenter rindió homenaje a la obra de Lovecraft desde una historia original que exploraba los mismos temas: la locura como respuesta a lo inconcebible, la delgada línea entre la ficción y la realidad, y la influencia corruptora de fuerzas antiguas que escapan a la comprensión humana. Con Sam Neill en el papel de un investigador literario que se adentra en los mundos imposibles creados por un escritor de terror, Carpenter trasladó el tono helado y nihilista de Lovecraft a un contexto contemporáneo, dejando claro que lo importante no era la literalidad de la adaptación, sino la fidelidad a su atmósfera.
La intención original de Carpenter era realizar una adaptación directa de At the Mountains of Madness, pero que los estudios no mostraron interés. La falta de apoyo financiero y la dificultad de trasladar la escala épica y el tono pesimista de la historia hicieron que el director de La cosa y El príncipe de las tinieblas optara por crear su propia interpretación espiritual. De hecho, En la boca del miedo cierra lo que él denominó su "Trilogía del Apocalipsis", junto a La cosa (1982) y El príncipe de las tinieblas (1987), tres películas unidas por la misma visión cósmica del horror y la inevitabilidad de la destrucción humana frente a lo desconocido. Carpenter, en cierto modo, fue el primero en lograr que En las Montañas de la Locura existiera en pantalla, aunque disfrazada bajo otro título, dividida en varias películas y envuelta en un nuevo mito del terror moderno.
Un futuro incierto, pero lleno de posibilidades
Aunque el proyecto sigue sin una producción activa a octubre de 2025, del Toro mantiene viva la chispa de la esperanza. El director a comentado que, si alguna vez llega a realizarse, podría ser en una versión "más pequeña y extraña", posiblemente para Netflix, donde ya ha trabajado con Pinocchio y El Gabinete de Curiosidades. Por ahora, los aficionados deberán conformarse con los clips inéditos, test de efectos y el rico material conceptual que del Toro ha compartido a lo largo de los años. En las Montañas de la Locura sigue siendo uno de los proyectos más esperados y frustrantes de la industria cinematográfica reciente, pero los aficionados a la mitología lovecraftiana no podemos dejar de fantasear con ella. Ya sabéis, "no está muerto lo que duerme eternamente", aunque sea un proyecto de película.
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