No tengo miedo a equivocarme si digo que la interpretación que hizo Richard Attenborough de John Hammond en Parque Jurásico (Jurassic Park) posiblemente sea la actuación más difícil de reemplazar de toda la película. Sí, otras estrellas del reparto también lo bordaron, pero el director británico supo darle ese algo especial a su personaje que todos pudimos ver en el blockbuster estrenado en 1993, prácticamente desde la primera escena en la que aparece.
Es evidente que Steven Spielberg buscó a alguien que fuera visto por la audiencia como tierno y sabio, pero también como un tipo imprudente, impulsivo y desorganizado en sus acciones, una persona incapaz de prestar atención a los detalles. Y, como digo, prácticamente al inicio del filme, tuvimos un momento en el que quizás no te fijaste, pero que ahora, cuando os lo diga, igual os lleva a reflexionar un poco sobre el tema. Básicamente, alrededor del minuto en que Hammond llega en helicóptero (bueno, esto no está muy claro del todo) para reunirse con el Dr. Alan Grant y la Dra. Ellie Sattler. Es ahí cuando el multimillonario les ofrece champán, pero lo hace cogiendo unas copas de whisky en vez de las más apropiadas para este vino espumoso.
Diréis: "Vaya tontería". No os faltará razón, pero lo cierto es que es una decisión, consciente o no, que dice mucho sobre su personalidad y lo que aparenta. Y es que, si te fijas bien, Spielberg encuadró en el plano unas copas de champán. El director de E.T. y La guerra de los mundos claramente quería crear en nosotros, los espectadores, la imagen de que Hammond era alguien que iba muy a su bola, aunque eso implicara no siempre tomar las mejores decisiones. Por supuesto, el hecho de que llegara en un helicóptero poniendo en riesgo toda la excavación de Grant y Sattler ya nos dice mucho sobre este tema. Y, por supuesto, tenemos el meme de "Sí, bueno, ¿quién tiene hambre?", que ejemplifica muy bien cómo detalles nimios, como la seguridad del parque, le importan más bien poco: él lo único que quiere es cumplir su sueño.
Muchos podrían llegar a calificar a Hammond como el verdadero villano aquí, y creo que tendrías difícil contrarrestar esta opinión. A pesar de que Spielberg también hace el esfuerzo de presentarnos al hombre como alguien afable y dicharachero, por así decirlo, es evidente que, pese a sus buenas intenciones, su obsesión con abrir un zoo de dinosaurios como una maravilla para el público y su falta de atención a los peligros inherentes a esa tecnología lo llevan a tomar decisiones imprudentes que conducen irremediablemente al desastre total.
"Mi primera elección, sin pensarlo demasiado, recayó en él"
Por todo ello, Hammond es uno de los personajes más importantes, si no el que más, de Jurassic Park, y por todo ello Spielberg se tomó muy en serio su casting. Tanto que, desde muy pronto, sabía que quería a Attenborough dándole vida, pese a que llevaba 15 años sin actuar. "Mi primera elección, sin pensarlo demasiado, recayó en Richard Attenborough. Había intentado contratarle para hacer el papel de Tootles en Hook, pero en ese momento se encontraba dirigiendo Chaplin y no pudo aceptar. Así que, al cabo de un tiempo, volví a llamarle y le pregunté: '¿Te gustaría hacer de Hammond?' Tenía la convicción de que Michael había escrito el personaje para Richard, tanto si era consciente de ello como si no. Y, esta vez, me alegré mucho de que dijera que sí", comentó el cineasta en el libro Así se hizo Jurassic Park de Don Shay.
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