En 1996 se estrenaría una de las películas más icónicas de la década y también una de las más inesperadas. Un proyecto que comenzó a fraguarse unos años antes con la figura de Michael Jordan en eje central y que fusionaría la NBA con los Looney Tunes de una forma sorprendente. Lo que parecían dos conceptos totalmente opuestos dieron lugar a Space Jam, la cual podemos ver ahora a través de Netflix. Más de 20 años después, sigue mereciendo la pena hacerlo.
Dónde ver Space Jam
No hay niño que no haya crecido con los Looney Tunes. Da igual a qué generación nos refiramos. Estos siempre han estado presentes en la infancia de los más pequeños mediante diferentes versiones desde que se crearan en la década de los años 30. En esta ocasión, las estrellas de Warner Bros se aliaban con una de las estrellas de la NBA para dar lugar a una película que combinaba live-action con animación tal y como hicieran antes otras películas como Mary Poppins o La Bruja Novata. Sin embargo, en esta ocasión no estamos ante una película de época, sino que nos sumergimos de pleno en los años noventa y en el furor por el baloncesto.
La trama se divide en dos líneas de acción diferentes que convergen. En primer lugar, encontramos a un Michael Jordan retirado que ahora se dedica a jugar a beisbol con menos acierto que al baloncesto. Por la otra, los Looney Tunes se ven amenazados por los Nerdlucks, los cuales han robado las habilidades de algunos de los mejores jugadores de baloncesto para secuestrarlos y cumplir las órdenes del Sr. Swackhammer. ¿Y qué deciden hacer estos? Secuestrar a Jordan para que les ayude a ganar el partido en el que se jugaran su libertad.
La magia de Space Jam reside en que es capaz de fusionar la realidad con el mundo animado de una forma totalmente efectiva. Para ello, se utilizan algunos recursos conocidos de los dibujos y se implementan en un entorno real, haciendo uso de unos efectos que, todo sea dicho, han envejecido de una forma muy digna. Incluso a día de hoy mantienen el tipo a un gran nivel, con excepción tal vez de algún CGI. Eso permite que la inmersión sea plena y además, combinado con un tono cercano, humorístico e infantil, hace que toda la película pueda disfrutar de ella. Las referencias tanto al contexto actual como a los propios dibujos es constante. Podemos ver desde a los Looneys haciendo fitness, pasando por referencias directas y ácidas a Disney, y terminando por la música.
Y es que la música de esta película merece un apartado propio. Por una parte, encontramos a toda clase de iconos noventeros como Seal, Coolio o Robin S o Queen. Por la otra, al compositor James Newton Howard para dar el toque emotivo y potenciar los sentimientos de los espectadores en todo momento. Sin embargo, todos sabemos que la guinda del pastel viene con el "Get Ready For This", el cual es capaz de animar a cualquier público en cualquier momento.
Por si todo esto fuera poco, tenemos grandes momentos icónicos en esta cinta y la mayoría vienen de la mano de Jordan. Ver a la estrella de la NBA en la gran pantalla, conocer algunos de los detalles de su vida y presenciar algunos de sus movimientos más populares es una fantasía para todo fan del baloncesto. Sin embargo, la película es tan divertida que casi cualquiera, sea amante del deporte o no, puede pasar un gran rato durante la hora y media que dura. Fue Charles Barkley el que dijo que Space Jam era "probablemente le mejor película de deportes de la historia". De hecho, esta recaudó 250 millones de dólares, siendo la cinta de baloncesto más popular. También fue la película más taquillera de Warner Bros Animation hasta la llegada de La Lego película en 2o14.
Por todo ello, ahora que la tenemos disponible a través de Netflix, es un gran momento para volver a verla. Os lo vais a pasar genial con sus diálogos y con todas las situaciones alocadas con las que cuenta la película. Actualmente, Space Jam también tiene una secuela que, si bien no tuvo la misma trascendencia de esta, también está disponible en HBO Max por si os animáis con ella.
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