Para llegar al éxito en el mundo de la interpretación muchas veces hay que sufrir o encontrar el lugar y momento adecuado para que al actor de den un papel que le pueda cambiar la vida por completo. Casos de estos los hemos encontrado en numerosas sagas de éxito como Gary Oldman en Harry Potter o más recientemente Giancarlo Esposito, el famoso villano por excelencia de Breaking Bad al dar vida al rey del pollo frito Gus Frink.
Pero, ¿y si os decimos que Esposito estuvo a punto de no interpretarlo? El actor reconoció que su situación personal y económica era tan delicada que buscó un plan para acabar con su vida y que su mujer e hijos pudiesen cobrar el seguro de vida allá por 2008: "En mi cabeza, mi vía de escape era: 'Ey, ¿alguien recibe dinero del seguro de vida si te suicidas? ¿Se quedan con la pasta?'. Mi mujer no tenía ni idea de por qué preguntaba esa clase de cosas. Empecé a urdir un plan. Si alguien acababa conmigo, una muerte desgraciada, mis hijos recibirían el dinero".
"Quería darles vida"
En relación a esto, Esposito contó lo complicado que era su situación económica y puso la vida de sus hijos por encima de la suya: "Era un momento muy difícil. De verdad pensé en la autoaniquilación para que ellos sobrevivieran. Así de mal estaba". Por suerte, y tras pensarlo fríamente, desechó la idea, según cuenta el medio NBC News, especialmente porque hubiese sido más trauma el superar esa pérdida de su padre que la coyuntura que atravesaban en ese momento.
La vida suele dar oportunidades, y Giancarlo Esposito no desaprovechó la suya en Breaking Bad. Con su papel de Gus Frink, el actor propietario de Los Polos Hermanos, lo clavó a la perfección y tanto con Breaking Bad como con Better Call Saul ,y los fans de estas series pueden disfrutarlo durante los 60 episodios que participó en las dos producciones que puedes ver en España gracias a Netflix.
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