Adaptar un libro al formato cinematográfico no siempre es sinónimo de éxito. Las complicaciones que pueden surgir para replicar lo plasmado en papel a la cámara son notorias, no solo por temas logísticos o de edición, sino también por la horda de fans, o la opinión del propio escritor, que pueden criticar a esta producción si no se sigue al pie de la letra, o mantienen gran parte de la narrativa de las sagas.
Uno de estos casos es el de El Señor de Los Anillos. La adaptación más conocida es la trilogía de Peter Jackson, que también tuvo un gran reconocimiento en la crítica de Hollywood con sus 12 Oscars por El Retorno del Rey. Antes de que saliesen estas tres películas, Ralph Bakshi hizo una película de animación en 1978, aunque no fue tan aclamada como las obras de Jackson. En cualquier caso, J. R. R. Tolkien nunca tuvo la oportunidad de ver ni una sola adaptación, ya que falleció en 1973.
Elfos convertidos en hadas o un Balrog parlante
En 1958, con el beneplácito del escritor, el guionista Morton Grady Zimmerman intentó adaptar El Señor de los Anillos en una película de animación de tres horas de duración. Este era un proyecto ambicioso que podría haber visto la luz... si J. R. R. Tolkien no lo hubiera odiado el intento. En un artículo reciente, Collider se esforzó en señalar los hechos sobre el enfado del icónico escritor, y es que razón no le faltaba, ya que Zimmerman parecía no haberse leído la historia.
En concordancia con la información de nuestros compañeros de Jeuxvideo, Tolkien no tuvo pelos en la lengua a la hora de dar su opinión y criticar duramente a este guionista por adaptar su historia en un formato animado: "Estoy muy disgustado por la extrema estupidez e incompetencia de Zimmerman, así como por su total falta de respeto por el original". En otra carta, Tolkien dio más detalles precisos del por qué este intento de adaptación es tan malo. En esta carta, destacamos dos cosas en particular, como son el comportamiento del Balrog parlante y risueño o de los elfos convertidos en hadas.
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