Cuando uno piensa en los villanos de la Saga Star Wars seguramente imagina a personajes muy oscuros y dramáticos. Más si el personaje en cuestión ostenta un alto rango dentro de la Armada Imperial, es responsable de la temible Estrella de la Muerte y además está interpretado por un actor de la talla de Peter Cushing. Pero a la hora de rodar una película de Star Wars las situaciones pueden resultar mucho menos serias.
Y es que el rodaje de una película, por muy de La Guerra de las Galaxias que sea, no deja de ser un trabajo para los actores. En ocasiones bastante duro, con muchas horas de rodaje seguidas utilizando piezas de vestuario que a lo mejor no resultan demasiado cómodas. Eso es precisamente lo que le pasó a Cushing mientras rodaba sus escenas como el Moff Tarkin para la primera película de Star Wars y lo que le motivó a introducir un curioso cambio en su vestuario: unas zapatillas de andar por casa.
Terror en pantuflas
Hay que tener mucho carisma para destruir todo un planeta a sangre fría mientras se anda en zapatillas. Si recuerdas la primera película de Star Wars, la que luego se retitularía como Una Nueva Esperanza, seguro que puedes visualizar la escena en la que la Princesa Leia, retenida por Darth Vader, es interrogada por Tarkin. Esa escena se soluciona con la total destrucción del planeta adoptivo de Leia, Alderaan, con un disparo de la Estrella de la Muerte. Pues bien, a pesar de lo tensa de la situación en pantalla, el temible Tarkin completaba su vestuario militar fuera de cámara con unas sencillas zapatillas.
Peter Cuching en Star WArs. Imagen: Lucasfilm
Y es que Peter Cushing era incapaz de usar las botas que le proporcionaron para la película, y andaba por el set de rodaje completando sus diferentes escenas utilizando unas cómodas pantuflas siempre que el plano lo permitiera. El propio Cushing lo explicaba en una entrevista, y existen un buen número de fotografías que documentan el momento.
El motivo es que muchas piezas de vestuario de la primera película, especialmente el de origen militar, era alquilado de una tienda especializada para abaratar costes durante el rodaje de la primera película en Reino Unido. Así, el departamento de vestuario no había preparado un vestuario especial para Cushing y su sorprendente talla de calzado, y con un agobiante calendario de rodaje en marcha, tampoco tuvieron tiempo de hacerle botas más grandes. De ahí que Cushing se viera obligado a no utilizar las botas y optara por un calzado mucho más cómodo.
La mejora fue tal para él que convenció a George Lucas para que le permitiera utilizarlas en tantos planos como fuera posible, evitando aquellos en los que sus pies aparecieran en pantalla.
Seguro que ahora, cuando veas a la gran Carrie Fisher reaccionando con terror a la interpretación de Peter Cushing no podrás olvidar que mientras Tarkin ejercía todo el terror bélico del que era capaz el malvado Imperio Galáctio, lo estaba haciendo en pantuflas.
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