Acabo de volver de la Star Wars Celebration 2023 de Londres, y a parte de sueño y un enorme agujero en la cuenta bancaria, tengo una imborrable sonrisa en la cara. Y es que una Celebration es cansada y cara, pero también puede hacerte tremendamente feliz, aunque a lo mejor no por los motivos que piensas. La Celebration es el gran evento de la Saga Star Wars. "Gran" con "G" mayúscula de Guerra de las Galaxias. Es donde Lucasfilm presenta sus grandes proyectos, estrena sus tráilers, invita a actores y directores y reúne a los fans de todo el mundo. De hecho, no encontrarás otro lugar tan lleno de fans y aficionados de Star Wars. Pero también es una locura. Tienes que sacar las entradas con un año de antelación, y rapidito, que vuelan. Y eso que no son precisamente baratas. A eso súmale desplazamiento y estancia allá donde toque. La próxima es en Japón, y anda que no está lejos Japón. A partir de ahí, te toca un año de tensa espera hasta que de buenas a primeras, apenas unas semanas antes del evento, empieza a moverse cosas.
Los paneles: vas a la Celebration para eso
Los más interesante de una Celebration es el tema de los paneles. También lo más agobiante. Porque uno no se presenta allí en la Celebration y se sienta cómodamente a esperar a que Dave Filoni le cuente de qué va ir su próxima peli. No. Primero hay que apuntarse a una lotería de los paneles. Puedes participar en el concurso de todas las conferencias que te apetezcan, te pueden tocar todas las que quieres, o te puede no tocar ninguna. Es la voluntad de la Fuerza. Yo he tenido mucha suerte y me han tocado las dos que más ilusión me hacían, el inaugural de Lucasfilm, y (este año) el de Ahsoka. Y ojo aquí, porque aunque ganes, tienes que tener cuidado de compartir tu código ganador con tus amigos dentro de un plazo de tiempo limitado si quieres ir con ellos.
Algo parecido pasa con la tienda oficial. Si quieres llevarte de recuerdo alguno de los exclusivos (esto es, "caros") recuerdos conmemorativos de la feria también conviene reservar una cita para visitar la tienda. Es verdad que venden camisetas de Star Wars en todas partes dentro la Celebration, pero la camiseta oficial de la Celebration, la gorra, la cazadora, el abrebotellas o el set de peluches con la banda de música que toca en el palacio de Jabba, solo puedes comprarlo ahi. Puedes ir a la tienda en cualquier momento, no es indispensable reservar, pero a los mejor te chupas una cola de dos horas.
El tema de las colas es importante: en la Celebration se pasa mucho tiempo esperando para poder entrar en los sitios. Este año la entrada al primer panel, durante el primer día de Celebration, resultó un caos a nivel organizativo y algunos pasamos más de 3 horas esperando para poder asistir a la charla. Lo digo ya, mereció la pena y no me arrepiento. Pero es cansado. En general, si quieres ir a ver algo es importante ir con tiempo y paciencia. Pasar tanto rato esperando haciendo cola tiene cosas buenas. Lo primero es que fortalece los músculos de las piernas y te vuelves a casa con dos extremidades inferiores que parecen las columnas de un templo griego. La otra es que conoces gente.
A toda la gente que hay en la Celebration (y hay MUCHA) les une una cosa: el amor por Star Wars
Eso es algo que mola mucho, incluso si eres introvertido. Y es que a toda la gente que hay en la Celebration (y hay MUCHA) les une una cosa: el amor por Star Wars. Parece muy tonto, pero es extraordinario cuando puedes ponerte a charlar con alguien de Bélgica o de Reino Unido o de Aranjuez simplemente porque te ha tocado a su lado. Y se charla del hype, de lo que gusta, de lo que no, de lo cara que es la comida y la bebida en el recinto y, en general, de Star Wars. Y tengo que decir que es una experiencia tremendamente agradable. Coincides con gente que a lo mejor conoces de redes sociales y a la que sigues, o con colaboradores de podcasts que escuchas todas las semanas y que andan allí acampados, igual que tú. En resumen, hay muy buen rollo. Mi consejo es que hables con todo el mundo, merece la pena.
Rosario Dawson como Ahsoka. Imagen: Lucasfilm
Una vez fortalecidos cuádriceps, gemelos y demás, toca la hora de entrar en los paneles. Y ahí es donde nace la magia. Se nota la tensión desde antes de que empiece el espectáculo y una vez que se apagan las luces… Mirad, yo empecé a lloriquear como un crío. Es muy emocionante. Y empiezan los anuncios. Da igual que te toque lejos del escenario, que tu sabes que ese puntito con sombrero a lo lejos es Dave Filoni y que el otro puntito, un poco más grande, en Jon Favreau. Y te ponen un trailer de una nueva serie de la que no se sabía casi nada, y te vuela la cabeza. O sale un actor que te gusta y te confirma que tus sueños más locos se harán realidad en otra serie. O que habrá nuevas películas… Y, ¡anda, mira, Daisy Ridley! ¡Qué sorpresa! Podrás decirle a tus nietos que tú estabas presente en el momento en el que se anunció tal o cual película. La gente grita, se abraza, aplaude y vive Star Wars como creo yo que hay que vivirla, con la emoción de los chavales pequeños.
No pasa nada si no entras a un panel: hay más cosas
Una vez terminados los grandes paneles hay muchas cosas que hacer. Una es ir a los paneles pequeños, organizados por fans, clubs, miembros del equipo de producción, podcasts y demás entusiastas. Con "pequeños" no quiero hacerles de menos, simplemente tienen lugar en recintos de menor tamaño y están pensados para audiencias más reducidas. Esa gente se lo curra mucho, saben mucho y cobran nada, así que lo mínimo es devolverles un agradecido aplauso al terminar su charla.
También hay videojuegos de Star Wars
No son los grandes protagonistas, pero este año el lanzamiento de Star Wars Jedi: Survivor ha logrado su buena cuota de atención con la presencia de Cameron Monaghan, el actor que interpreta a Cal Kestis, y el estreno por todo lo alto de un nuevo tráiler. Allí tampoco faltan los desarrolladores que dejan declaraciones con mucha información interesante sobre la producción del juego.
En paralelo, no faltan los anuncios y novedades del mundo editorial (libros y cómics) y de todo tipo de juguetes, figuras de colección y licencias que puedas imaginar, o sobre las que puedas estamapar el logotipo de Star Wars.
Imagen: Lucasfilm
Ten preparados tus créditos de la República
Otra cosa importante que hacer en la Celebration es gastarse la pasta. Es así. Aunque tengas en mente ir a la Celebration y no pillar nada, es inútil resistirse al Poder del Lado Oscuro. Porque siempre ves una camiseta que te guiña el ojo desde la percha, un "ñeco" que tenías de pequeñajo al que tenías cariño y que perdiste en el parque, o una camiseta para un colega, que no ha podido ir contigo, y se merece un recuerdo.
Hay que paga hasta 600 buenas libras esterlinas por hacerse una foto con Ewan McGregor y Hayden Christensen. O cualquiera de los otros actores presentes (no tan caros). Es una inversión, y también es un buen recuerdo. Por cierto, en hacerse la foto se tarda, literalmente 15 segundos. Creo que muy poca gente se ha ido de la Celebration siendo la nueva mejor amiga de Rosario Dawson o Katee Sackhoff, así que modera tus expectativas. Pero bueno, puedes intentarlo, pero lleva unas 100 libras en el bolsillo.
Volviendo al tema de la buena gente que circula por los pasillos de la Celebration, los más sacrificados, amables, y llamativos, son los cosplayers. En mi caso, siempre han sido encantadores, siempre majos y siempre dispuestos a hacerse una foto con quien se la pida. Eso sí, mantened ciertas normas de cortesía: pedid las cosas por favor, no toquéis los trajes (o los props) sin permiso, dad las gracias, decidles que su trabajo mola (porque mola mucho) y poneos en la piel de alguien que lleva varias horas sin parar disfrazado de soldado de asalto imperial, andando de un lado para otro con el peso del disfraz, sudando como un loco bajo el casco, con el único fin de animar el ambiente y que todo el mundo pueda disfrutar de Star Wars y llevarse un buen recuerdo.
¿Merece la pena ir a una Star Wars Celebration? Depende de si te gusta o no Star Wars.
Hay más cosas que hacer: carreras de droides, exposiciones. entrevistas en directo, desmostraciones de acrobacias con los sables láser... Y colas. Por si no había quedado claro antes. Con todo, mi primera Celebration ha sido tremenda. Me he emocionado con los anuncios, me he reído con los fans, me he hecho fotos, he alucinado con los cosplays y he visto una réplica del doide sonda imperial de El Imperio Contraataca, totalmente móvil, con luces y sonido, a escala real, que no se me va de la cabeza. ¿Merece la pena ir a una Star Wars Celebration? Depende de si te gusta o no Star Wars.
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