Ruined King es un muy buen juego, y una auténtica obra de arte para aquellos que tengan un mínimo interés en el universo de League of Legends. Hay que tomarse el juego como lo que es: un RPG con sistemas simples que busca contarnos una historia y premia a aquellos que deciden invertir tiempo en empaparse del mundo que nos ofrecen.
Disciples: Liberation es un RPG táctico en el que tendrás que tomar muchas decisiones que te van a conducir a distintos finales. Sin embargo, y a pesar de ser un juego muy completo en cuanto a mecánicas y detalles, con un buen número de opciones de diálogo, su extensa duración le acaba pasando factura.
Es una lástima lo de Echo Generation, porque le ha faltado muy poco para sentenciar lo que habría sido uno de los mejores indies del año. Se queda a medio camino por unos combates RPG muy desequilibrados, que se traducen en una progresión poco satisfactoria.
Cris Tales no es un mal homenaje a los JRPG, pero tampoco uno que se pueda recomendar con los ojos cerrados. Posee una mecánica de viajes temporales formidable, con inventiva, además de un apartado artístico simplemente fantástico.
Black Legend es un RPG táctico y por turnos ambientado en una siniestra ciudad de fantasía oscura del siglo XVII: Grant. Ofrece un mundo para explorar a nuestro antojo, donde completar misiones, buscar botín o reclutar nuevos mercenarios para nuestro equipo. ¿Su objetivo? Purgar las calles de los cultistas fanáticos de Mefisto, un alquimista experto que está liberando gas que induce a la locura.
Beyond Galaxyland es un un RPG de exploracion intergaláctico en 2.5D inspirado en los clásicos del cine de ciencia ficción. En el videojuegos nos meteremos en la piel de Doug, un estudiante de instituto que se embarca en una misión épica para salvar la Tierra a través de Galaxyland, un sistema planetario lleno de toda clase de criaturas.
