Últimamente empiezo a pensar que J.K Rowling ha hecho tramas más interesantes expandiendo el Mundo Mágico que en las novelas. Y no es que la historia de Harry Potter no sea buena; incluso con sus "peros" es uno de los universos ficticios más potentes de la actualidad gracias al mago con la cicatriz del rayo en la frente. Sin embargo, ahora que la serie de HBO Max se está materializando, con sus primeras fotos de rodaje incluidas, he sentido cierta curiosidad por conocer algunos elementos externos que nunca fueron recogidos ni por las novelas ni por las películas, pero que sí que son oficiales. Uno de ellos es el de la Gran Guerra (Primera Guerra Mundial) de la que ni los magos se pudieron librar.
Los magos durante la Primera Guerra Mundial
Por mucho que los magos del universo de Harry Potter se empeñen a estar al margen de la sociedad muggle y rehúyan de sus inventos tecnológicos, un suceso como la Primera Guerra Mundial no se puede ignorar. Esta sucedió entre 1914 y 1918 como consecuencia de las tensiones previas del mundo, como el colonialismo o la tensión en los Balcanes. Cuando los Aliados y las Potencias Centrales estallaron en un conflicto bélico, ni los magos pudieron escapar, aunque lo intentaron.
Fue el Primer Ministro Mágico, Archer Evermonde, el que prohibió a los magos formar parte de la guerra. Bajo sus argumentos, esgrimía que utilizar hechizos sería una violación directa del Estatuto Internacional del Secreto, el cual aboga por mantener la sociedad mágica al margen de los muggles. Como curiosidad, este suceso provocó que Henry Potter, bisabuelo de Harry, fuera expulsado del Wizengamot al contradecir las palabras de su superior. Esta prohibición no evitó que muchos magos ayudaran en todo lo que pudieron.
En este punto de la historia entran en juego dos personajes a los que conocemos en la gran pantalla gracias a Animales fantásticos y dónde encontrarlos: Theseus y Newt Scamander. Mientras que el primero se ganó el título de "héroe de guerra", su hermano, mucho más afín a los animales, formaba parte de un programa secreto británico en el que los dragones participaban en el Frente Oriental. Otros animales como las lechuzas fueron también parte del conflicto, aunque se desconoce cuál era su función (se presupone que enviar mensajes).
A través de la página oficial del Mundo Mágico, la propia autora ha revelado detalles de cómo era la sociedad post-guerra. Según esta, Estados Unidos sufrió un aislamiento mucho más estricto debido a la Ley del Rappaport ( la segregación entre comunidades). En América, los magos habían formado parte de ambos bandos en el conflicto, por lo que su intervención no fue realmente significativa, pero tampoco había pasado desapercibida a los ojos de los No-Maj. Por este motivo, tras la guerra, la sociedad mágica norteamericana se volvió mucho más cerrada e incluso evitaban juntarse con los muggles en sus relaciones personales.
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