Con mucha acción de por medio y un curioso sistema de creación de objetos para la supervivencia, All Zombies Must Die! nos plantea enfrentarnos a infinitas hordas de muertos vivientes en un divertido, aunque algo repetitivo, juego de acción arcade con ligeros tintes del género rol.
Los títulos basados en el mundo de los zombis han sido una constante a lo largo de la historia del videojuego, aunque durante estos últimos años se ha desatado una auténtica fiebre que se ha traducido en una mayor cantidad y variedad de propuestas jugables. Sin embargo, se ha llegado a un punto en el que o eres muy original o acabas condenado por repetir los mismos patrones que otros tantos desarrolladores; y esto es algo que se puede trasladar a la perfección al divertido All Zombies Must Die! Un juego de acción arcade centrado casi por completo en la lucha contra decenas y decenas de muertos vivientes que, pese a sus interesantes novedades y lo divertido que resulta, pronto se torna excesivamente repetitivo y carente del gancho necesario como para empujar al jugador a seguir adelante.
Manual de supervivencia
Armas de fuego, objetos contundentes con los que golpear a los muertos vivientes, ataques especiales y un novedoso sistema de recolección de materiales para crear nuevas armas y mejoras con las que defenderse de los zombis con mayores garantías de éxito. Combinando lo mejor de los juegos de acción arcade con ligeros elementos del género rol, el equipo tras Burn Zombie Burn!, DoubleSix, ha logrado dar forma a un título francamente llamativo que empieza de la mejor forma posible, con un gran abanico de opciones, pero que tras poco más de una hora cae en lo repetitivo por culpa de unas misiones excesivamente monótonas que nos plantearán una y otra vez el mismo tipo de desafíos –con matices, pero siempre es lo mismo-.
Aspectos como el sencillo sistema de progresión de habilidades de nuestro héroe, o la posibilidad de encontrar manuales con información para crear nuevos objetos o mejoras para las armas (escopetas con munición radioactiva, por ejemplo) le dan a este All Zombies Must Die! un toque de profundidad jugable que nos gusta mucho; pero como comentábamos, su pobre desarrollo de la acción le hacen perder muchos enteros. Sobre todo porque al principio puede estar bien eso de exterminar muertos vivientes con katanas, motosierras, lanzallamas o fusiles de asalto, pero cuando este tipo de acciones se han visto en infinidad de juegos, la capacidad para sorprender y enganchar se reduce drásticamente.
También está muy bien el tema del botín que dejarán caer algunos enemigos o que encontraremos en zonas concretas, con objetos destinados a mejorar las habilidades de nuestro héroe de forma temporal, botiquines de salud, munición para las armas o el citado material para crear nuevos objetos y mejoras. Sin embargo, cuando constantemente te piden que mates a un número X de zombis para obtener tres hamburguesas, o te mandan aniquilar a otros tantos muertos vivientes para conseguir leña, sientes que pese a las buenas intenciones e ideas, el resultado no es tan bueno como cabría esperar.
En este sentido, las mejoras de nivel de nuestro héroe y los tres amigos que podrán viajar junto a él gracias al divertido cooperativo local (no hay opción para jugar a través de Internet) también aportan algo de encanto a la fórmula, aunque nadie debe esperar gran profundidad en este aspecto. No en vano, nos limitaremos a mejorar su potencia de ataque, nivel de salud y defensa, o la velocidad con la que se moverá; más aparte las posibles mejoras que apliquemos a sus armas. Por otro lado, y aunque existen diversos tipos de zombis especiales o se juega levemente con el entorno para combatir a estos seres (podemos generar ruido con los coches patrulla para aturdirles, por ejemplo), el sistema de combate resulta algo pobre e impreciso, con algunas decisiones de diseño que no llegamos a entender. Por ejemplo, las armas blancas suelen ser muy útiles contra determinados tipos de enemigos, como los que usan escudos, pero para que algunas sean realmente efectivas deben ser “cargadas” de energía durante varios segundos; tiempo del que no disponemos en muchos casos cuando decenas de zombis se han abalanzado sobre nuestra posición.
Los problemas con la cámara, que a veces queda tapada por determinados objetos del escenario, y esa sensación de imprecisión con las armas de fuego, terminan por rematar a este juego que pese a las buenas ideas, no llega al nivel de excelencia y diversión visto en otros exponentes del género. Y es una pena porque aunque gráficamente no estamos ante un título impactante –pese a usarse el Unreal Engine 3-, el divertido estilo artístico por el que se ha apostado, heredero de lo visto en Burn Zombie Burn!, le sienta realmente bien. Más cuando estamos ante un título con una historia muy graciosa con constantes referencias al mundo del videojuego. Eso sí, a nivel sonoro el juego podría haber estado mucho mejor, ya que ni las melodías ni los efectos sonoros resultan destacables.
Aspectos que terminan por alejar a este All Zombies Must Die! de los notables resultados cosechados por su antecesor, que bajo una premisa de juego mucho más simple ofrece una experiencia de juego más intensa y gratificante. Sobre todo porque al final, lo nuevo de DoubleSix se pierde en una sucesión de misiones repetitivas sin plantear nuevos retos que motiven al jugador a seguir explorando. Ciertamente a veces el juego puede ser muy duro –sobre todo si se juega en solitario-, y hay momentos en los que se disfruta mucho; pero habiendo ya tantos títulos de corte similar, su capacidad para sorprender y atrapar al jugador se ha visto reducida notablemente.
Con unas ocho horas de duración, All Zombies Must Die! resulta ser un juego con buenas ideas con el que se pueden pasar muy buenos momentos, pero la excesiva repetición de misiones y la imprecisión de su sistema de combate terminan por pasarle factura.
