Velocidad extrema y derrapes imposibles en infinidad de circuitos creados por los propios jugadores. Nadeo vuelve a la carga con una versión mejorada de su popular Trackmania Nations, que incluye nuevas pistas para un solo jugador, un mayor número de objetos para usar en su completo editor de carreras y, claro está, todo el encanto y frenetismo propio de esta serie de velocidad arcade
Que Trackmania es una de las series de velocidad arcade más queridas y respetadas por los aficionados al género no es algo que coja por sorpresa a nadie. Menos teniendo en cuenta la enorme calidad que atesora esta obra, brillante tanto en lo que respecta a su faceta puramente jugable, con unas trepidantes carreras en circuitos imposibles; como en lo referente a su faceta social y, muy especialmente, a ese impresionante editor de niveles con el que miles de jugadores han dado rienda suelta a su imaginación creando circuitos de auténtico ensueño.
Algo que se vio reflejado a la perfección hace poco más de año y medio en el sobresaliente Trackmania 2, en el que el equipo de Nadeo conjugó con gran acierto todo lo aprendido durante la última década, regalándonos uno de esos juegazos con los que es imposible no pasarlo bien. Pero Canyon, que es como se bautizó a este título, solo fue el principio de una nueva era dentro del universo Trackmania, que año a año, videojuego tras videojuego, se ha ganado un puesto de honor entre los mejores juegos de velocidad arcade de la historia. Y no es para menos.
La competición se traslada
De los áridos y montañosos parajes de Canyon a la vistosidad y grandilocuencia propia de un estadio de competición. Con esta carta de presentación, Stadium aporta muy poquitas novedades con respecto a lo ya visto en Trackmania 2, más allá del cambio de ambientación y algún que otro añadido jugable de poco peso. Algo entendible teniendo en cuenta que hablamos del primer gran pack de contenidos descargables para el juego –cuesta 9,99 euros-; aunque a su vez también es muy criticable a sabiendas de que este DLC está inspirado en el juego gratuito Trackmania Nations, con el que las diferencias resultan todavía menores.
¿Merece entonces la pena pagar por él? En nuestra opinión sí, aunque lógicamente todo dependerá de lo que esperemos de esta expansión, que ha adaptado todos los contenidos del original al nuevo motor gráfico y funciones sociales de Trackmania 2, aportando por el camino más de 65 pistas únicas para las partidas en solitario, y hasta 20 bloques nuevos para usar en el completísimo editor de carreras que presenta el programa.
En este sentido, Nadeo nos brinda la oportunidad de exportar a esta nueva versión del juego todos los contenidos creados en el Stadium original, lo que como os podéis imaginar se ha traducido en cientos de circuitos y escenarios de juego adicionales desde el minuto uno. Extra al que debemos añadir, por supuesto, el genial editor de vídeos con el que tanto disfrutamos en Canyon; más aparte una completa integración en la red ManiaPlanet, que no solo nos permitirá compartir directamente experiencias de juego junto a los miles de usuarios que disfrutan a diario de Trackmania, sino también acceder inmediatamente al resto de productos de la serie como ShootMania o Canyon sin necesidad de salir del programa.
Mención especial merece también el alocado diseño de los circuitos por los que competiremos, que vuelven a destacar por sus curvas imposibles, loopings kilométricos, vertiginosos desniveles y, por supuesto, zonas campo a través que nos obligarán a estar muy atentos si lo que queremos es obtener la medalla de oro en cada prueba. No en vano, Stadium ahonda una vez más en la importancia de conducir sin errores; de apurar al máximo en cada curva para arañar esos segundos de más que nos pondrán por delante de otros jugadores. Lo que es sin duda una experiencia francamente satisfactoria. Sobre todo por lo divertido y apasionante que resulta competir en este título, en el que el realismo se deja a un lado en pos de aumentar la espectacularidad y frenetismo de las carreras.
En este sentido, Stadium se ha adaptado perfectamente al motor gráfico de Trackmania 2, mostrando un gran nivel de detalle tanto en las pistas como en los vehículos que pilotaremos –todos iguales a nivel técnico-, y que en todo momento podremos personalizar con un gran nivel de libertad modificando sus adhesivos, colores, etc. Y es que no hay que olvidar que más allá de las carreras, que sin duda son apasionantes, Trackmania es un juego hecho por y para que los aficionados den rienda suelta a su imaginación. Y en este sentido, las herramientas de edición están a la altura de lo esperado, manteniendo intactas todas las opciones vistas en el título anterior, pero con un amplísimo set de nuevos objetos con los que personalizar nuestros circuitos, así como opciones para crear incluso nuestras propias competiciones.
Lo más destacable es que todo este espectáculo, con soporte para las 3D estereoscópicas incluido, funciona a las mil maravillas y con total fluidez incluso en equipos con varios años a sus espaldas, lo que denota el gran trabajo de optimización que se ha llevado a cabo. Obviamente, no estamos ante el título más puntero del género ni tampoco resulta tan vistoso como los salvajes páramos montañosos de Canyon, pero eso no significa que no vayamos a quedar alucinados con algunas de las pistas con las que nos toparemos en Stadium.
Con muy poquitas novedades, pero con todo el encanto de la serie Trackmania intacto, Stadium se trata de un buen DLC que tiene como principal pega el que exista un juego gratuito dentro de la serie con prácticamente los mismos contenidos jugables. Pero aun con esas, por tan solo 9,99 euros pocos títulos ofrecen tantas horas de diversión y entretenimiento en estado puro como esta obra de Nadeo.
