Análisis de Bravely Second End Layer. Turno de héroes y aventuras mágicas

Análisis de Bravely Second End Layer. Turno de héroes y aventuras mágicas
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Ya salvaste el mundo una vez pero no es suficiente. Ante una nueva amenaza, Bravely Second amplía sus opciones de combate para que acabar con el mal en esta aventura de rol japonesa sea una experiencia inolvidable. En parte lo es por el encanto que destila este JRPG de Square Enix al que solo se le puede achacar que sea demasiado conservador y su argumento no sea especialmente cautivador.

Hay una constante sensación de déjà vu mientras disfrutas de Bravely Second. La historia, enemigos, mazmorras e incluso las situaciones de juego que plantea. Todo en él resulta familiar, demasiado familiar. Y sin embargo sigues adelante. Pasan las horas y nada te impide proseguir tu camino en esta emocionante aventura que sí, peca de excesivo conservadurismo, pero a la vez también mantiene la frescura y épica del título original. Algo bueno debía tener su fervorosa apuesta por el rol japonés más puro, por el que sus creadores sienten absoluta admiración. Se nota ese cariño y mejor aún, se contagia; te embriaga de un modo difícil de explicar. No al menos sin recurrir al sempiterno "ya no se hacen juegos como este" que tan bien funcionó con el original.

Por eso, aunque de principio a fin te lanzan a la cara los tópicos más recurrentes de los JRPG, tú los aceptas y los acoges con los brazos abiertos. Esa es la verdadera fortaleza de Bravely Second. Salvar por enésima vez el mundo es lo de menos; lo que importa es que lo harás participando de una mágica epopeya que tiene el don de retrotraerte a los buenos viejos tiempos como ya lo hiciera años atrás su antecesor. De ahí que el impacto sea también menor. Silicon Studio juega sobre seguro sin arriesgar lo más mínimo con una aventura en extremo continuista que divierte, y mucho, gracias a su fantástico sistema de combate por turnos, pero que también flojea bastante en lo argumental.


Una nueva alianza

No es que la historia de Bravely Default fuera un derroche de originalidad, más bien lo contrario, por eso esperábamos que su secuela hiciera mejor las cosas. No es el caso. Arranca con fuerza y apunta maneras, pero su argumento no pasa de ahí por culpa de una narrativa poco lúcida que no saca provecho al mundo de juego ni a los personajes que en él habitan. Y eso que el punto de partida, si bien poco original, es bastante prometedor.

Turno de héroes y aventuras mágicas


Las nuevas profesiones son todo un acierto. Algunas como Gatomante, Auriga o Pastelero sorprenden por las posibilidades jugables que brindan.
Las nuevas profesiones son todo un acierto. Algunas como Gatomante, Auriga o Pastelero sorprenden por las posibilidades jugables que brindan.


Dos años y medio después de la aventura original un misterioso hombre enmascarado ataca a la papisa Agnés Obligue sin que su fiel protector, el joven Yew Geneolgia, pueda hacer nada para impedirlo. Nadie puede; y el malvado Káiser Oblivion escapa a bordo de una fortaleza voladora con la que antaño fuera nuestra compañera de armas. El resto ya os lo podéis imaginar. Combates, mucha exploración y cuatro héroes a los que adiestrar para hacer frente a esta nueva amenaza.

El esquema jugable es en este punto idéntico al de Bravely Default. No varía ni un ápice. Nada, a excepción de pequeños ajustes que ayudan a hacer de esta aventura un viaje más placentero. Por ejemplo, ahora podemos "guardar" configuraciones de personaje para, en cualquier momento, cambiar nuestra profesión y todo el equipo de batalla en cuestión de segundos. ¿Queréis subir de nivel rápido? Si acabáis con los enemigos en un único turno podréis enfrentaros a una segunda oleada de rivales más poderosos a cambio de recibir un tentador multiplicador de experiencia. De este modo, cuantas más oleadas seáis capaces de superar, mayor y más rápida será la recompensa que obtendréis. También el castigo puede ser doloroso si abusáis de vuestra suerte, que por mucha acción que haya de por medio hablamos de una aventura de rol desafiante y muy estratégica en el modo que plantea las batallas.

Las batallas y la personalización de nuestros héroes vuelven a ser por tanto el punto fuerte de esta aventura

Ya sabéis. No basta solo con escoger la habilidad especial adecuada y usarla en el momento preciso. También debemos anticiparnos al enemigo valiéndonos del genial sistema Brave y Default, que básicamente nos permite ejecutar "ataques por adelantado", o reservar turno para golpear con mayor fiereza cuando lo creamos oportuno. Los puntos Brave otorgan hasta cuatro movimientos extra que luego deben recuperarse con otros tantos turnos de espera; y con Default adoptas una posición defensiva que viene acompañada de un "turno extra" para usar más adelante. Lo que tiene más miga de la que parece a simple vista como ya vimos en el título original (tampoco ahondaremos mucho en el tema ya que es exactamente lo mismo).

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¡He encontrado trabajo!

Bravely Second también amplía sus opciones de combate con doce nuevos oficios que en algunos casos nos han sorprendido gratamente por su originalidad. El Pastelero, por ejemplo, con su habilidad para mermar la salud de los contrarios con repostería; el Gatomante, que se valdrá de los felinos para realizar toda clase de habilidades especiales -también hablará con ellos fuera de las peleas-, o el Auriga, capaz de portar hasta tres armas a la vez, son solo algunas de las profesiones más llamativas. Hay más. Un total de 30 que pueden combinarse entre sí para crear nuevas clases mixtas.

Engullisanía. Suena raro, sí, pero es un minijuego tan adictivo que pasaréis horas creando muñequitos sin daros cuenta. ¿La recompensa? Premios especiales.
Engullisanía. Suena raro, sí, pero es un minijuego tan adictivo que pasaréis horas creando muñequitos sin daros cuenta. ¿La recompensa? Premios especiales.


Las batallas y la personalización de nuestros héroes vuelven a ser por tanto el punto fuerte de esta aventura que, ya lo advertíamos, en lo narrativo es bastante floja. La historia se sigue con interés durante las cerca de 70 horas que puede llevarnos completar la aventura principal, pero le falta algo. Es demasiado irregular, diluyéndose con frecuencia en una serie de historias paralelas que no siempre funcionan bien. Hay buenos diálogos e incluso situaciones de juego que emocionan, pero nunca nada que se salga de la norma; del "esto ya lo he visto antes". Y parte de culpa la tiene el hecho de ambientar su acción en el mismo contexto y entorno que el original.

Obviamente, reencontrarse con viejos conocidos o visitar las localizaciones en las que vivimos grandes aventuras en el pasado tiene un punto nostálgico que nos gusta y que funciona; pero también da la sensación de "reciclaje", de que se reutilizan en exceso los mismos enemigos, escenarios, melodías y hasta personajes secundarios del original. Tanto es así que a veces pareciera que estás ante una expansión del original más que ante una secuela.

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Silicon Studio juega sobre seguro sin arriesgar lo más mínimo con una aventura en extremo continuista

Claro que hay nuevas localizaciones, pero no son tantas como nos hubiera gustado. Y si hablamos de los nuevos personajes, tampoco convencen mucho. Los enemigos están faltos de carisma, mientras que Yew y Magnolia no llegan a despuntar en prácticamente ningún momento de la partida. Hay potencial en ellos, pero Silicon Studio se queda en la superficie y no profundiza demasiado en su vida. Una lástima: la inseguridad de Yew o el candor de Magnolia daban para algo más. También el regreso de Tiz Arrior y Edea Lee, que están algo desdibujados dentro de un grupo al que le falta la química del cuarteto que protagonizó Bravely Default.

Llevar el agua a las gentes del desierto o usar ese mismo recurso para crear una nueva fuente de energía que haga prosperar al mundo de Luxendarc a costa, eso sí, de obligar a muchos a abandonar su hogar. ¿Qué haréis? Esta es la primera decisión vital a la que os enfrentaréis en las nuevas misiones secundarias que plantea Bravely Second. Y dependiendo de la elección obtendréis uno u otro de esos preciados asteriscos con los que se desbloquean nuevos oficios. ¿Ladrón o Mago Rojo?, sería más apropiado hablar en este punto. Detalle que termina por restarle cierto valor a estas decisiones, pues al final pesa más la clase de personaje buscada que la respuesta sincera a estos eventos. ¿Ayudarás a las gentes del desierto porque crees que es lo correcto o porque te interesa la recompensa? A eso nos referimos.
Las decisiones importan - Llevar el agua a las gentes del desierto o usar ese mismo recurso para crear una nueva fuente de energía que haga prosperar al mundo de Luxendarc a costa, eso sí, de obligar a muchos a abandonar su hogar. ¿Qué haréis? Esta es la primera decisión vital a la que os enfrentaréis en las nuevas misiones secundarias que plantea Bravely Second. Y dependiendo de la elección obtendréis uno u otro de esos preciados asteriscos con los que se desbloquean nuevos oficios. ¿Ladrón o Mago Rojo?, sería más apropiado hablar en este punto. Detalle que termina por restarle cierto valor a estas decisiones, pues al final pesa más la clase de personaje buscada que la respuesta sincera a estos eventos. ¿Ayudarás a las gentes del desierto porque crees que es lo correcto o porque te interesa la recompensa? A eso nos referimos.


Por todo lo demás, Bravely Second mantiene el tipo frente a su antecesor. Se nota un mejor ritmo de la acción aunque hay muchos altibajos en el diseño de las misiones. Las hay muy buenas y otras algo más difíciles de llevar. No hasta el punto de vivir ese tortuoso viaje que planteaba el juego original en el tramo final de la partida, pero sí lo suficientemente destacable como para incitarte a "jugar" con ese regulador que permite aumentar o disminuir hasta cero el índice de aparición de monstruos. Que por cierto, agradecemos que esté ahí.

También se conservan todas las opciones multijugador del original, y se añade un nuevo juego de gestión similar a la reconstrucción de Norende, aunque en este caso en la Luna y con nuevos desafíos a los que hacer frente. Como recompensa no solo obtendremos objetos y equipo de batalla, sino también nuevos movimientos especiales entre otros extras de gran valor. Y oye, que solo por ver florecer la Base Lunar ya merece la pena el esfuerzo, pues una vez más nos encontramos ante un juego realmente hermoso en lo artístico. Se reciclan muchos escenarios, sí, pero los nuevos son un auténtico espectáculo. La música, aunque algo por debajo de la del original, también cumple con nota acompañando a la perfección nuestras desventuras por el mundo de Luxendarc. Os recordamos que el juego está traducido al español y tiene voces en inglés y japonés.

Muy Bueno

Sin sello
Turno de héroes y aventuras mágicas

Bravely Second: End Layer

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

La brillantez de su sistema de combate y la variedad de profesiones en las que te puedes especializar hacen de Bravely Second una gran aventura de rol japonés, pero no es la secuela que esperábamos. Echamos en falta novedades y sobre todo, un mejor argumento que ayudara a minimizar la sensación de déjà vu que supone recorrer una vez más las mismas localizaciones que en el juego original. Le ha faltado valentía al equipo de Silicon Studio, que se ha limitado a cumplir el trámite con un buen juego, adictivo y emocionante por momentos, pero también algo lejos de la calidad esperada.

Comprar Bravely Second: End Layer
  • El sistema de combate, aun sin cambios, mantiene su frescura y calidad
  • Las nuevas profesiones: dan mucho juego y son divertidas de probar
  • Se reducen las partes tediosas. Progresar de nivel es ahora más ágil, que no sencillo
  • Artísticamente es un juego precioso. Las nuevas localizaciones son fantásticas
  • Demasiado continuista. Hay muy pocas novedades, tanto en lo visual como en lo jugable
  • El argumento resulta poco original
  • El ritmo de la acción es algo irregular
Jugadores: 1
Idioma: Textos en español y voces en inglés
Duración: 70 horas
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