Una de las series de rol más clásicas, Final Fantasy, reaparece en dispositivos iOS con una versión desarrollada en exclusiva para estas plataformas, ofreciendo batallas realmente curiosas y en las que pueden participar numerosos personajes… y poco más.
Square-Enix acaba de editar Final Fantasy: All the Bravest, un título desarrollado exclusivamente para este tipo de dispositivos. Y la compañía nipona ha querido viajar al pasado y rendir homenaje a las primeras entregas pertenecientes a esta serie, mostrando un apartado audiovisual que recuerda enormemente a los primeros títulos de la serie que aparecieron en la consola de 8 bit Famicom (NES). Desgraciadamente eso es lo único que han dejado intacto del espíritu de esta serie…
Batallas épicas
A pesar de que estamos ante un Final Fantasy de aspecto claramente retro, lo cierto es que su mecánica de juego se ha simplificado mucho. Demasiado en nuestra opinión. Y es que pocos elementos se han salvado de la quema, siendo únicamente las batallas las únicas que sí recuerdan algo a las vividas antaño. El resto de aspectos del juego han sido simplemente eliminados como la exploración o las charlas frecuentes con otros personajes. Hasta tal punto es así que más que estar ante un juego de rol propiamente dicho, el título recuerda más a un hack'n slash pero tremendamente simple, con la particularidad de que las batallas no se llevan a cabo en tiempo real.
Final Fantasy: All the Bravest presenta un sistema de combates llamado Active Time Battle (ATB). ¿Y cómo funciona dicho sistema? Fácil. A la derecha de la pantalla se muestran nuestros personajes y a la izquierda los adversarios de turno, tipos que por cierto han sido extraídos en su mayor parte de pasadas entregas clásicas de la serie. Cada uno de los miembros de nuestro equipo posee su medidor de actividad, el cual nos indica cuándo podemos atacar y cuándo debemos aguardar pacientemente. Y en cuanto llega el momento de entrar en acción, lo único que debemos hacer es tocar o arrastrar a nuestro personaje para que ataque automáticamente a los rivales. No hay hueco para la estrategia, las variantes de ataque y defensa… Nada, siendo una propuesta demasiado limitada a todas luces.
Desde luego este sistema puede ser calificado con cualquier adjetivo menos complejo, lo cual convierte a las peleas en una mera sucesión de golpes con apenas sentido táctico o estratégico. Eso sí, cada tres horas de juego (¿?) podemos entrar en modo Fever, el cual elimina los tiempos de espera y nos permite atacar sin parar. Extraño.
Cada vez que peleamos obtenemos experiencia, la cual nos permite ir conociendo y fichando a nuevos personajes, pudiendo llegar a contar con un pequeño ejército. El problema es que no hay mucho más que hacer en el título, dado que el único mundo que aparece por defecto en el juego (se pueden adquirir más previo pago) únicamente nos ofrece puntos marcados en el mismo que se transforman en escaramuzas.
Sin duda muchos usuarios agradecerán el esfuerzo realizado por Square-Enix por tratar de adaptar Final Fantasy a dispositivos móviles y simplificar su fórmula de juego para hacerla más accesible a un número más amplio de jugadores. El problema es que, simplemente, se las ha ido la mano con estos "ajustes", hasta tal punto que cuesta mucho clasificar a este juego como un RPG, siendo muy repetitivo a corto plazo.
Lo que sí que nos ha convencido casi por completo es la representación técnica. Todos los personajes y fondos poseen ese toque clásico que muchos añoramos, siendo casi un calco de lo observado en los títulos que aparecieron en NES y otras consolas de las que guardamos un grato recuerdo. Y a esto se suma una banda sonora grandiosa, sin duda alguna lo mejor que alberga el título, representada por una selección muy amplia de temas clásicos (unos 30) de la serie que a muchos fans de la saga les emocionará escuchar de nuevo.
Final Fantasy: All the Bravest nos parece una oportunidad perdida para Square-Enix de plasmar una nueva aventura de su excelsa creación RPG en este tipo de formatos, siendo un título plano, monótono y no especialmente agradecido. Lo único que le salvan de la quema general es su estética, banda sonora y sus guiños al pasado.
Esperábamos mucho más de esta edición exclusiva de Final Fantasy para iOS. Su idea central no está mal concebida del todo, pero su excesiva simplificación termina lastrando la diversión que puede llegar a generar esta extraña aventura.
