Análisis de Extinction. Batacazo colosal

Análisis de Extinction. Batacazo colosal
Facebook Twitter Flipboard E-mail

Inspirados por la conocida serie Attack of Titan, el equipo de Iron Galaxy nos enfrenta a monstruos gigantescos en un videojuego de acción que, como veremos en el análisis de Extinction, está muy lejos de alcanzar un nivel de calidad aceptable. Repetitivo y simple en sus combates, la lucha contra los Ravenii se siente como una oportunidad perdida.

Pelear contra criaturas colosales al más puro estilo Attack on Titan es una idea a la que cuesta resistirse. Te hablan de algo así ¡y no falla!; te imaginas disfrutando de un espectacular videojuego de acción, peleando contra monstruos gigantescos en una sucesión de emocionantes batallas en las que cada movimiento podría ser el último debido a unos rivales tan poderosos, tan enormes, que de un manotazo pueden tumbar un edificio. Tal vez por eso me ha dolido tantísimo toparme con Extinction, la nueva obra de los responsables de las últimas temporadas de Killer Instinct, que firman aquí un trabajo deplorable al que cuesta encontrarle algo positivo. La premisa es genial: tú contra enemigos titánicos; tú, y solo tú, contra unos ogros tan grandes que te obligarán a retorcer el pescuezo para mirar su rostro allí arriba, en lo alto, rozando las nubes. Suena tan bien, tan épico, que el batacazo que se ha pegado el equipo de Iron Galaxy es mayúsculo. Es una lástima, pero es que no hay por donde coger a un videojuego que de malo, termina frustrando a niveles indecentes. He gritado de pura rabia; he maldecido y odiado a mi redactor jefe por encargarme un videojuego con el que, por poco, no lanzo el mando por los aires de pura desesperación. No le culpo. Como él, como tantos otros, esperaba mucho más de esta aventura.

Cierto es que en nuestra primera toma de contacto, en el gameplay comentado de Extinction, ya se esbozaban algunos de los principales problemas que han terminado condenando al juego pero, ¡iluso de mí!, confiaba se solucionaran en su versión final. Nada de eso. ¡Peor todavía! Es más simple y repetitivo de lo que temía y, para más inri, su acción se siente torpe debido a un sistema de control tosco, errático, que se ve muy perjudicado por una cámara que volvería loco al más pintado. Aún hay cierta gracia, emoción, en la idea de combatir contra los temibles Ravenii, pero por cada momento de alegría que brinda lo nuevo de Iron Galaxy, el juego te golpea una y otra vez con situaciones desesperantes que no recomendarías ni a tu peor enemigo. Sería un castigo demasiado cruel; una de esas torturas que de verdad duelen porque, insisto, al final, como todos, deseaba que Extinction me hiciera vibrar de emoción con la épica de sus batallas en lugar de sumirme en el más absoluto sopor debido a la falta de inspiración, gracia y talento que atesora esta producción de PC, Xbox One y PS4.


Una lucha sin gracia

La primera vez que uno de los colosales Ravenii se planta ante ti piensas: "Dios mío, esta lucha promete ser memorable". Segundos después maldecirás y lamentarás el día que decidiste hacer frente a este desafío ya sea porque el héroe de la acción, el último de los Centinelas, responde de forma nefasta a tus órdenes o, no sé si es peor, porque la cámara será muy a menudo tu peor enemiga. Más bien, una pesadilla de la que cuesta escapar.

Te sientes torpe, inútil, guiando los pasos de un héroe al que en más de una ocasión desearías verlo muerto

No exagero. Nada hay peor que encarar a uno de estos monstruos y, de repente, no saber muy bien qué pasa a tu alrededor porque la cámara se ha vuelto loca mostrando al detalle el pie, el sobaco o las partes pudendas de un ogro gigantesco. Es desesperante; como comprobar también que el manejo del protagonista es torpe por demás. Sus movimientos son bruscos, no hay delicadeza ni finura en su forma de desplazarse por unos escenarios de grandes proporciones por los que podéis moveros con libertad, realizando saltos acrobáticos o usando, incluso, un gancho con el que alcanzar el cielo en cuestión de segundos. Suena mejor de lo que es.

Batacazo colosal


El héroe, con tendencia a quedar atrapado entre árboles, paredes, piedras ¡o hasta personas!, irá dando tumbos de aquí para allá mientras se enfrenta a unos enemigos igualmente torpes pero que, en el caso de los grandes ogros, suponen un peligro mortal. A veces les basta con un simple golpe para acabar con vuestra vida y, os lo aseguro, nada cabrea más que morir a manos de unos enemigos a los que pierdes de vista con facilidad debido a los problemas de cámara. La situación se agrava a la hora de combatir a los monstruos más poderosos, los que van equipados con armaduras, pues hay que golpear unos candados que a veces se resisten más de la cuenta. De nuevo, acabas frustrado. Te sientes torpe, inútil, guiando los pasos de un héroe al que en más ocasiones de las deseadas te gustaría ver espachurrado contra el suelo a causa de su ineptitud. El pobre no tiene culpa, es Iron Galaxy la que no ha hecho los deberes, pero alguien tiene que pagar los platos rotos. ¡Y le ha tocado a él! Más que nada, porque Exctinction no invita a disfrutar de su acción. Es un bucle sin gracia, una constante repetición de objetivos y combates que en cuestión de minutos pierden toda su gracia.

Rescatar ciudadanos, aunque aburrido, nos permitirá obtener sumas de dinero que invertiremos en desbloquear nuevas habilidades y mejoras para el héroe.
Rescatar ciudadanos, aunque aburrido, nos permitirá obtener sumas de dinero que invertiremos en desbloquear nuevas habilidades y mejoras para el héroe.


Os tocará defender ciudades, rescatar inocentes, masacrar a los esbirros que acompañan a los Ravenii y, por supuesto, liquidar a los ogros colosales; pero siempre es lo mismo. El sistema de combate es demasiado simple. No hay combos, ni habilidades especiales que marquen las diferencias, ni rivales que te obliguen a cambiar tu estrategia. Golpeas, golpeas, golpeas... y a veces, si eso, esquivas o saltas para matar a algunos monstruos en el cielo. No es lo más recomendable. Si en tierra el héroe es torpe, en el aire tiene menos movilidad que una piedra. De nuevo, acabas desesperado. Todo es tan simple y a la vez tan absurdamente complicado, que incluso la acción de trepar sobre un ogro, que no requiere de mayor destreza que machacar el botón de salto como si la vida te fuera en ello, termina convirtiéndose en un mal sueño. En general, todo el juego es así. Un quiero y no puedo que te deja con la sensación de ser una obra inacabada; un proyecto con buenas ideas al que todavía le quedan meses de trabajo. Lo repito. Encarar a una criatura monstruosa, cercenar sus extremidades para hacerla caer al suelo y, desde ahí, cortarle la cabeza es una idea que me fascina pero, desgraciadamente, Extinction consigue el efecto contrario. Aborreces su acción, sus combates, sus desafíos inanes. Y es una pena.

Hay distintos tipos de Ravenii pero, al final, a todos se les mata de la misma forma: ¡cortándoles la cabeza! Para lograrlo, claro, tendréis que seguir distintas tácticas.
Hay distintos tipos de Ravenii pero, al final, a todos se les mata de la misma forma: ¡cortándoles la cabeza! Para lograrlo, claro, tendréis que seguir distintas tácticas.


La historia es interesante, su estética, atractiva, y las escasas cinemáticas al estilo película de animación consiguen atraer tu atención, pero no es suficiente como para pasar por alto sus muchos defectos. En momentos puntuales, cuando enlazas varios movimientos acrobáticos, amputas el brazo de un ogro y, seguidamente, le cortas la cabeza, te sentirás como un dios, pero son momentos efímeros, meros espejismos en un terrible yermo con poco bueno que destacar. Extinction presenta además un ritmo de la acción torpe, obligándote a detener por momentos la lucha contra los Ravenii para rescatar civiles, o masacrar esbirros, ya que necesitas recargar una barra de energía para asestar un golpe letal. No le veo mucho sentido a esta acción cuando, con el tiempo en tu contra, no dejas de moverte de aquí para allá cortando brazos y piernas. Proceso que debes repetir cada vez que liquidas a uno de estos titanes. Por eso, pocas ganas quedan de explorar los modos de juego adicionales que presenta el videojuego de Iron Galaxy. Hay buenas intenciones pero, lamentablemente, no se vive de ellas.

Pésimo

No recomendado
Batacazo colosal

Extinction

Por: El equipo de 3DJuegos
No recomendado

Encaras la acción de Extinction con la ilusión del que espera encontrar emocionantes combates contra criaturas colosales pero, bastan un par de minutos para darse cuenta de que el videojuego de Iron Galaxy falla de forma estrepitosa en prácticamente todos y cada uno de sus elementos clave. Su acción es simple y repetitiva, su sistema de control se siente tosco y errático y, para más inri, la cámara entorpece más que ayuda cuando te enfrentas a los temibles Ravenii. Prometía pero, al final, Extinction está tristemente condenado a caer en el olvido. Hay poco que salvar de él.

  • Algunos enfrentamientos contra los Ravenii pueden estar bien
  • Sistema de control tosco e impreciso; mal compañero de un pobre sistema de cámaras
  • Poca variedad de misiones; el videojuego se vuelve repetitivo al poco de empezar
  • Los combates son demasiado simples, no tienen gracia
  • La experiencia de juego se vuelve frustrante
Jugadores: 1
Idioma: Textos en español y voces en inglés
Duración: 5-6 horas
Ver requisitos del sistema
Comentarios cerrados
VÍDEO ESPECIAL

4.527 visualizaciones

El AUTÉNTICO AAAA de Ubisoft FAR CRY 2

Hay revoluciones que pasan frente a nuestros ojos sin que apenas nos demos cuenta. Juegazos que, por la velocidad de la industria y lo rápido que muchos se suman a las modas, pasan inadvertidos o hacen algo de ruido para luego quedar completamente sepultados por secuelas o...