Marines Espaciales, Caos, Eldar, Orkos… ¡Tiránidos! La guerra más sangrienta vuelve al universo Warhammer 40.000 en este espectacular juego de estrategia espacial que nos pone al mando de 12 ejércitos con sus propias fortalezas y debilidades. Análisis de Battlefleet Gothic: Armada 2.
Sabía que tras la espectacular acción de Battlefleet Gothic: Armada, tras aquellas épicas batallas espaciales que en más de una ocasión me hicieron vibrar de pura emoción, solo podía esperar grandes cosas de su secuela. Y así ha sido. Es increíble; un colosal videojuego de estrategia en tiempo real capaz de regalarte momentos inolvidables a bordo de gigantescos acorazados que son puro espectáculo. No es para menos. Echando la vista atrás, releyendo el análisis que dedicamos al original, relataba una de tantas locas secuencias de acción que podías vivir en este título desarrollo por Tindalos Interactive, pero lo que consigue su continuación es cosa de otra galaxia; el mejor regalo que podían recibir los entusiastas del genial y cruento universo Warhammer 40.000.
Vuelven los Orkos, Eldar, el Caos... y a estos se suman Tiránidos, Necrones, Tau y el resto de facciones que conforman el juego de mesa original. Todas. ¡Desde el principio! Doce ejércitos, con sus particularidades, protagonistas de una despiadada guerra que nos obliga a ser listos e ingeniosos para sobrevivir. No siempre es fácil pero sí increíble, espectacular y emocionante gracias a la épica que desprende no ya solo el relato de la historia, ambientada en la 13ª Cruzada Negra, sino las propias escaramuzas. El choque de naves, el fuego de la artillería, los torpedos, las bombas, rayos, enjambres de escarabajos, ¡tentáculos, fauces y garras!… imaginad la mayor guerra de todas; un infierno de fuego, plasma y sangre en el que nadie está a salvo, en el que nada está perdido hasta que la última de las naves explota en mil pedazos. Y lo mejor de todo es que al final del día tendréis una buena historia que contar a vuestros amigos; una batalla memorable que recordar y de la que sentirse orgulloso, que no es algo de lo que puedan presumir muchos videojuegos.
Épica espacial
Cada vez que alguien me pregunta por Battlefleet Gothic: Armada 2, por la épica de sus batallas, sí, claro, hablo de las armas, de los disparos y explosiones, que son espectaculares, pero hay algo que no falla; una historia, una acción que suele ser determinante y que, de alguna forma, te obliga a comprar el videojuego sin escuchar nada más acerca de él. Cómo no si en mitad de todo este caos puedes poner los motores a toda máquina, activar escudos y embestir a las naves enemigas hasta hacerlas saltar por los aires. Cuando menos se lo esperan… ¡zas! Las arroyas con una furia inusitada, a veces con el único fin de desviar el fuego de sus cañones para proteger a los aliados más indefensos. La escena es increíble pero más allá de eso, del puro espectáculo, lo que demuestra es que este es un videojuego de estrategia que premia el ingenio y atrevimiento.
Aquí no vale con seleccionar la flota al completo y atacar sin ton ni son. Disparar por disparar no conduce a nada más que la derrota. Debes estudiar bien al enemigo, usar con cabeza el arsenal de todas tus naves y, en última instancia, aprovechar al máximo las fortalezas de tu ejército para incluso en momentos de inferioridad numérica alzarte con una victoria aplastante. Tan genial es la acción de este juego de Warhammer 40.000 que he llegado a salvar in extremis una de mis naves insignia interponiendo un crucero entre ella y la ráfaga de torpedos que la habría aniquilado. Por no mencionar todas esas ocasiones en las que, ante una brutal carga enemiga, he virado a toda velocidad forzando los motores hasta evitar un impacto que habría resultado fatal.
Al final del día tendréis una buena historia que contar a vuestros amigos; una batalla memorable que recordar
Las opciones tácticas son tan interesantes y divertidas que cuesta no emocionarse con la acción de un juego que además sorprende por la variedad de ejércitos que pone sobre la mesa. Es una de sus grandes virtudes; la capacidad de reinventar la lucha con nuevas estrategias de combate aderezadas por la épica y grandilocuencia que siempre ha acompañado a las historias de Warhammer 40.000. Me explico. La primera vez que los Tiránidos entran en acción el miedo se apoderó de mi. No tenía muy claro cómo debía protegerme de su horda, de qué modo iban a golpear… hasta que lo hicieron, y entendí que todo había cambiado. Más que dañar las naves, que lo hacen, estas temibles criaturas golpean directamente en su corazón; se adentran en el interior de los acorazados para directamente masacrar a sus tripulantes. Por ello estas criaturas no pierden ni un instante con disparos desde la distancia.
Cargan una y otra vez, a gran velocidad, golpeando las naves enemigas con un total desprecio por la vida de sus tropas. Si mueren, y lo harán, seguirán causando estragos a su alrededor. Son una plaga, una temible infestación que cuenta con habilidades tan demenciales como el suicidio de algunas criaturas, que estallarán liberando esporas venenosas, o naves equipadas con tentáculos que pueden atrapar a los rivales y atraerlos hacia sus fauces. Nada que ver con la forma de combatir más tradicional de Marines Espaciales o el Caos. Y lo mismo podría decirse de los Necrones. Protagonistas junto a los Tiránidos e Imperio de una de las tres campañas del modo historia, sus naves son más lentas pero, a cambio, pueden realizar saltos espaciales para posicionarse en cuestión de segundos frente a un enemigo… y seguidamente retirarse en masa a una posición segura.
Construye una flota implacable
Descubrir todas estas posibilidades tácticas te hará disfrutar a lo grande de la acción de Battlefleet Gothic: Armada 2, aunque se echa en falta un mejor tutorial que explique con mayor profundidad todas las opciones que tienes a tu alcance. Sensación que se traslada a la propia onstrucción de la flota. Hay muchas naves entre las que elegir, cada una de ellas con sus propias especificaciones técnicas, armas y habilidades únicas, pero Tindalos Interactive no pierde ni un segundo en explicar qué función cumple cada uno de estos acorazados. ¿Qué naves combinan mejor? ¿Por qué crucero de batalla deberías decantarte? ¿Y las naves escolta? Al final casi que actúas por intuición, lo que puede generar cierta frustración si terminas sintiendo que tu flota no es tan efectiva como desearías.
Algo que echarán de menos los aficionados al original son las opciones de personalización de las naves. No las hay. O no como lo recordaban. No puedes añadir nuevas armas, cambiar ciertas especificaciones técnicas de los acorazados o escoger a los tripulantes. Todo esto ya viene dado por el tipo de nave que pilotas, siendo los generales quienes aportan el matiz diferenciador con sus habilidades especiales. Esto no significa sin embargo que no haya opción de mejora. Al más puro estilo RPG puede invertir puntos de experiencia en un árbol tecnológico que mejorará ciertos aspectos de la flota como la regeneración de escudos, la maniobrabilidad de las naves o la potencia de fuego de algunas armas. A un nivel más general, en el mapa galáctico, también puedes obtener ventajas tácticas con la captura y mejora de planetas. Es aquí donde Battlefleet Gothic: Armada 2 presenta un importante paso adelante con respecto a su antecesor, aunque se queda a medias.
El diseño del tablero de juego es impresionante. Tanto que cuesta no emocionarse ante ese gran universo en guerra que tienes ante ti con la promesa de conquistar todos y cada uno de sus sistemas. ¿El problema? Es una experiencia repetitiva. Si bien las misiones principales presentan un gran diseño con capacidad para sorprender, entre medias hay que librar tantas batallas insustanciales, tantos combates anodinos, que la tarea se vuelve pronto más como un castigo que como una hazaña. Con esto no digo que la lucha sea aburrida, no lo es por todo lo que mencionaba antes, pero cuando repites una y otra vez los mismos enfrentamientos… por épica que sea la acción todo tiene un límite. Y es una pena. Cuando Battlefleet Gothic: Armada 2 se lo propone, te hace vibrar de pura emoción en escenarios donde todo es posible. Desde asteroides que no dejan de caer sobre el campo de batalla a una tormenta solar capaz de fulminar toda nave que se cruce en su camino.
Battlefleet Gothic: Armada 2 es un espectáculo audiovisual que se ve aderezado por una potente banda sonora
Con un gran trasfondo argumental y mucha, mucha épica en el relato de la acción, tomar el control de una nave capital de cualquiera de las facciones, o liderar a los Tiránidos en la piel de una mosntruosidad tan grande como un planeta es algo increíble que hay que vivir sí o sí, pero a veces llegar a estos momentos tan geniales implica enfrentarse a un buen puñado de combates sin demasiada gracia. Que puedes superarlos con batallas automáticas, pero a veces el resultado puede ser catastrófico si tienes mala suerte y la IA aliada no está hábil. Por otro lado, puedes contar también con la ayuda de un amigo en la campaña cooperativa, que es un gran aliciente, aunque sin duda son las batallas competitivas las que pueden hacernos disfrutar de combates más épico.
Al menos a priori pues existe un cierto desbalanceo entre facciones, por no mencionar la falta de variedad de modos de juego en estos combates multijugador. Para evitar las malas prácticas de aquellos que se ocultan con una pequeña nave y alargan innecesariamente las batallas, Tindalos Interactive ha optado por dar como única opción los Combates por Dominación, esto es, gana el que derrota a la armada enemiga o consigue los puntos necesarios para alcanzar la victoria. La idea está bien pero, claro, le resta atractivo a un multijugador que antaño brilló con más intensidad. Y es una pena teniendo en cuenta la variedad de facciones que tienes a tu alcance. Afortunadamente el equipo tras Battlefleet Gothic: Armada 2 promete mejorar y ampliar el juego en los próximos meses, habiendo anunciado ya una nueva campaña para el modo historia.
Con sus imponentes cinemáticas, sus carismáticos héroes y la épica acción propia de Warhammer 40.000, que el videojuego siga creciendo y mejorando es la mejor noticia que podíamos recibir. Más viendo el espectáculo que Tindalos Interactive ha creado con las brutales batallas espaciales de un videojuego que muestra un amor y respeto increíble por el material original de Games Workshop. El diseño de las naves, las explosiones, los propios escenarios, el sonido de los torpedos, o el de las naves saltando al espacio; todo Battlefleet Gothic: Armada 2 es un espectáculo audiovisual que se ve aderezado por una potente banda sonora y un gran doblaje al inglés, con textos en español.
Más grande, épico y espectacular que su antecesor. Battlefleet Gothic: Armada 2 sabe cómo contentar a los aficionados al universo Warhammer 40.000 con un gran videojuego de estrategia espacial que está protagonizado por doce ejércitos bien diferenciados. Con un mejor diseño de niveles y una genial puesta en escena para sus tres campañas del modo historia, se echa en falta un multijugador más trabajado que explote todo su potencial.
- Impresionante recreación de las batallas espaciales de Warhammer 40.000
- Doce ejércitos bien diferenciados y con amplias opciones tácticas
- Mejor diseño de misiones con más momentos épicos capaces de sorprender
- Se echa en falta un tutorial más trabajado que explique mejor la acción
- La campaña pierde fuerza a causa de demasiadas misiones repetitivas
- Multijugador falto de modos de juego
