Los amantes de los arcades de plataformas de desarrollo 2D ya pueden disfrutar de una nueva obra bastante peculiar perteneciente a ese género. Analizamos el título de origen indie EarthNight.
Hacía bastante tiempo (demasiado) que no caía en mi poder un juego del estilo que propone la nueva obra del estudio independiente Cleaversoft y que lleva por nombre EarthNight. Se trata de un arcade plataformero de jugabilidad 2D que se enmarca dentro de los títulos de estilo auto runner, un género que ya nos ha dejado numerosos clásicos a lo largo de los últimos años como las sagas Bit.Trip Runner o Badland entre otros muchos ejemplos y grandes exponentes que es posible encontrar dentro de esta categoría de títulos.
Además en este caso y sin ser una obra plenamente original, sí que posee varios elementos que la dotan de bastante frescura y que la diferencian de otros juegos similares. Y uno de estos aspectos es su carácter roguelike, el cual explicaré en un momento.
Los desarrolladores no se han exprimido mucho la cabeza a la hora de recrear el argumento que posee esta producción. La Tierra (y parte del espacio exterior) ha sido invadida por un cúmulo casi incontable de dragones de distintos colores que campan a sus anchas, unas bestias que prácticamente han eliminado a todo ser viviente de nuestro planeta. Y para tratar de cambiar la situación y arreglar las cosas, dos personajes (Sydney y Stanley) deben abandonar la nave espacial en la que viven (¿?) y llegar hasta la Tierra para terminar con esta invasión.
Se convierte en un verdadero desafío ya desde las primeras partidas
Justamente, esta última premisa tiene más miga de lo que parece: la caída libre espacial que debe afrontar el personaje que seleccionamos antes de comenzar a jugar. Y es que antes de llegar hasta nuestro planeta es necesario atravesar las distintas capas (cinco en total) en las que se divide la atmósfera terrestre, algo que viene a determinar el nivel de dificultad que es necesario afrontar: cuanto más cerca del planeta estemos, más complicado es el nivel que tenemos que superar.
Mientras estamos en dicha caída libre, lo más probable es que nos topemos con algún dragón de un color determinado que, a la postre, se convierte en el nivel que es necesario solventar. Eso es porque, una vez nos chocamos contra él, nuestro cometido es recorrer su sinuoso cuerpo entero, desde la cola hasta la cabeza para, una vez allí, tratar de matar a la bestia de turno atacando directamente a su testa. Y lejos de ser un mero paseo, se convierte en un verdadero desafío ya desde las primeras partidas.
EarthNight, dos héroes, una invasión espacial y dragones
El espíritu roguelike del que os hablaba hace un momento se deja sentir, y de qué forma, en la mecánica de juego conjunta que ofrece esta producción. Y es que si bien el planteamiento jugable es en plan plataformas 2D de planteamiento auto runner en el que nuestro personaje se desplaza de manera automática por los escenarios, se han añadido diversos componentes clásicos dentro de las propuestas de estilo roguelike.
Para empezar, los niveles (dragones) que tenemos que recorrer y que, a fin de cuentas, se convierten en las fases de turno, son generadas de manera procedural. Es decir, que ningún dragón es igual, por lo que la colocación de los enemigos, la basura espacial que debemos ir recolectando y demás aspectos cambian significativamente de una partida a otra.
Por otra parte, los dos personajes entre los que tenemos la opción de escoger antes de salir a matar dragones también gozan de características únicas. Sydney se muestra más ágil en general y es capaz de planear una vez ejecuta un salto (y doble salto), por lo que se convierte en un personaje ideal para los usuarios más noveles. En cambio, Stanley es un tipo más sobrio y limitado pero, a medida que avanzamos y adquirimos potenciadores, se convierte en una máquina de aniquilar bestias, por lo que es un personaje más recomendado para jugadores avanzados.
Estéticamente es una gozada comprobar el aspecto que muestran los dragones
¿Potenciadores? Eso es. Como buen roguelike, en EarthNight moriremos una y mil veces a lomos de los dragones de turno (y de los enemigos que por ellos pululan). De hecho, uno de los principales problemas que se le pueden echar en cara al título es que en muchas ocasiones es imposible salir con vida de un nivel, así de simple, por muy elevado sea nuestro nivel de habilidad. Esta decisión de diseño (innecesaria en mi opinión) se ha realizado para enfatizar el carácter roguelike que posee la aventura, dado que a medida que matamos dragones y recolectamos basura espacial (de la que es posible extraer la preciada agua) podemos ir mejorando la capacidad de ambos personajes mediante potenciadores y objetos.
Botas especiales, espadas más poderosas, comida, escudos y demás elementos resultan fundamentales para superar los niveles más avanzados, los cuales como ya os he comentado poseen un nivel de dificultad desmedido en muchas ocasiones. Por fortuna el control de ambos protagonistas es muy bueno y preciso, algo fundamental, pudiendo realizar combos y maniobras muy espectaculares (y útiles) con cierta facilidad.
Esta jugabilidad desafiante y bastante atractiva (a pesar de sus defectos) ha sido bien acompañada por un apartado visual muy cuidado… aunque no exento de problemas. Estéticamente es una gozada comprobar el aspecto que muestran los dragones y los fondos en general, mientras que las animaciones de los dos protagonistas son más que notables. El problema es que al menos la versión para Switch posee ciertos errores de rendimiento, sobre todo en los últimos niveles, los más complicados, y ya os adelanto que calcular mal un salto ya de por sí complicado por culpa de un tirón inoportuno resulta muy molesto. Eso sí, en el aspecto sonoro es más difícil poner pega alguna al trabajo realizado por los artistas de turno, destacando su magnífica banda sonora que, si así lo deseamos, es posible escuchar íntegramente en modo chiptune.
Sin ser el mejor exponente dentro de su género, esta propuesta auto runner se las ingenia para ofrecer unas cotas notables de diversión que están sustentadas por un control bueno, gráficos vistosos y alegres y una banda sonora que resulta imposible de dejar de tararear. Es una pena que el aspecto roguelike que posee EarthNight se haya metido un poco con calzador y que resulte forzado, dado que de lo contrario el juego hubiera ganado varios puntos extra.
- Atractivo planteamiento plataformero con altas dosis de roguelike
- Las grandes diferencias existentes entre los dos protagonistas
- Es un título muy sencillo pero vistoso, y su banda sonora es sensacional
- Es un juego “tramposo”, por así decirlo
- Bastantes tirones y problemas de rendimiento
