Análisis de DOOM 3 VR Edition. Una decente adaptación para matar demonios en realidad virtual

Análisis de DOOM 3 VR Edition. Una decente adaptación para matar demonios en realidad virtual
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Volvemos a Marte una vez más para acabar con la invasión demoníaca… en Realidad Virtual. Tras haber probado Doom 3 con mil y una modificaciones, faltaba la versión oficial para VR. Una versión con luces y sombras, pero que permite disfrutar del clásico en una nueva perspectiva.

No sé cuántas veces habré jugado el inicio de la campaña de Doom 3 a lo largo de los casi veinte años que tiene la obra de id Software desde que su versión original salió al mercado. De alguna manera siempre estaba ahí para sorprender gráficamente en la época; para volver con sus expansiones; para probar un nuevo mod; como benchmark para un nuevo ordenador; con la BFG Edition y las posteriores versiones que salieron, hasta en Nintendo Switch…. Y sí, también para VR con los distintos mods que adaptaron el clásico, desde el Fully Possessed de PC hasta el Doom3Quest de Dr. Beef, de reciente lanzamiento para Oculus Quest 2.

Más allá de la anécdota, eso indica bien el carácter de este juego que ha sido y es uno de los más adaptables de la historia de nuestro medio. Criticado y alabado a partes iguales, dado su alejamiento de la esencia de los anteriores y posteriores juegos, y de la llamada Doom Dance. Un concepto que aquí desaparece para ofrecer un shooter más lineal, menos centrado en las arenas grandes. Doom 3 ofrece, por el contrario, un acercamiento al terror. Al menos, lo suficiente como para que permitiera al equipo, capitaneado por John Carmack, probar su nuevo motor que enfatizaba el juego de luces y sombras.

Curiosamente, esta decisión de diseño hace que Doom 3 sea el idóneo para llevar al entorno virtual. La Doom Dance, por muy atractiva que resulte, como ha demostrado Doom 2016 y Doom Eternal, posee un ritmo demasiado vertiginoso para la VR. El ritmo más pausado y la siniestra ambientación de la tercera entrega, sin embargo, lo hace a la perfección. Sorprende visitar la estación de Marte y los entornos infernales a través del casco de PS VR, en el que probablemente sea uno de los últimos lanzamientos hasta su nueva edición para la realidad virtual de PS5.

De vuelta a Marte en PlayStation VR

Aquí Archiact, el equipo encargado de la adaptación, ha tenido que tomar serias decisiones. Los PS Move, aunque han logrado hacer el apaño a los mandos estándar de realidad virtual, no disponen de los recursos suficientes para moverse correctamente, ya que no tienen sticks incorporados. Esto supone un problema para un juego como Doom 3, difícil de adaptarse a los teletransportes. Algo que, en parte, ya notamos en Doom VFR, donde se echaba de menos el control analógico.

Una decente adaptación para matar demonios en realidad virtual.


Veremos siempre nuestra salud y armadura gracias al nuevo dispositivo enganchado en la muñeca.
Veremos siempre nuestra salud y armadura gracias al nuevo dispositivo enganchado en la muñeca.

Aquí, por tanto, se han descartado los Move y se ha optado directamente por el control mediante el DualShock 4 y el Aim Controller. El primero de ellos es una experiencia irregular. Si bien se controla casi como un shooter tradicional, se utiliza la luz del mando como método de apuntado, teniendo que girar las muñecas para apuntar con precisión. Si es la única forma que tienes para jugar, puede servirte, pero no tiene nada que ver con el Aim Controller, un dispositivo que, aunque no ha sido ampliamente utilizado, siempre nos ha dado grandes alegrías. Un genial accesorio que considero de los mejores que ofreció la anterior generación y que funciona aquí a las mil maravillas.

El Aim Controller es como he jugado a Doom 3: VR Edition casi todo el tiempo. Gracias a sus dos sticks y su forma de arma, transmite perfectamente las sensaciones de llevar un arma sujeta por las dos manos (hasta mejor que los controladores modernos), mientras que permite girarnos tanto con el cuerpo como con el stick. ¿El mayor problema? Acostumbrado ya a la tecnología sensora de dispositivos más modernos, cuesta aceptar la de PSVR. A menudo te encuentras con momentos donde el "tracking" se pierde y los movimientos no son representados de forma tan fiel en pantalla. Además, ocurre algo curioso en Doom 3: VR Edition. No todas las armas están en la misma posición y esa falta de correlación espacial entre donde tienes el arma en el juego y donde tienes el Aim Controller en la realidad, no favorece siempre la inmersión.

Una decente adaptación para matar demonios en realidad virtual.

Mi experiencia ha sido buena, pero se nota que estamos ante un juego que no se concibió para realidad virtual

A la hora de disparar, las sensaciones son mejores. Las armas suenan con contundencia y se agradece el trabajo de revisión en los efectos sonoros, también debido a que, al estar en el entorno virtual, es mucho más necesario saber exactamente de dónde provienen las amenazas (sobre todo cuando te enfrentas a las almas perdidas). Muchas de ellas poseen un nuevo puntero láser que sustituya la mirilla en pantalla y que se agradece enormemente, ya que no siempre es fácil apuntar con precisión. De hecho, el juego parece ser consciente de ello y activa por defecto una ayuda para el apuntado que, por supuesto, puedes desactivar. También se han modificado las armas no solo para ganar algo más de detalle, sino para incluir parte del HUD en pantalla. Ahora podemos ver las balas en la recámara y almacenadas en el propio rifle, mientras que nuestra salud y escudo se monitorizan con un dispositivo incorporado a la muñeca izquierda.

En general, mi experiencia ha sido buena, pero tengo que matizar dos cosas. La primera, que se nota que esto es, en el fondo, una modificación de un juego que no se concibió para realidad virtual. Incluso en su sencillez, un juego como Farpoint completamente planificado para VR genera unas sensaciones mejores a la hora de manejar el arma y disparar desde muchos ángulos e inclinaciones (hasta desde la mirilla) de forma más efectiva. Doom 3: VR Edition no puede adaptarse tanto. Los scripts de los enemigos están planteados para emboscarte, asustarte y aparecer de todas direcciones, obligando al jugador a dar giros que aquí, aun con la posibilidad de apretar el stick para girar 180 grados, no son tan cómodos.

Una decente adaptación para matar demonios en realidad virtual.

Según mi experiencia, en el momento en que desactivé los giros bruscos en favor del control suave, el juego ganó muchísimo en ritmo y velocidad. Es algo que dependerá de cada uno, ya que es un sistema que puede provocar mareo, pero lo cierto es que apenas he sentido cinetosis cuando recorría sus pasillos. Cuanto menos toleres dicha velocidad y suavidad, más te puede costar enfrentarte a las altas dificultades del juego. Y, aun así, te será más difícil tener la endiablada precisión de un teclado y ratón y el ágil intercambio entre las armas. Por lo tanto, veo esta edición como una forma de jugar que favorece más la inmersión que el desafío.

Puede que no se consiga la precisión endiablada de un ratón, pero el puntero láser ahce un buen trabajo para dirigir correctamente las armas de largo alcance.
Puede que no se consiga la precisión endiablada de un ratón, pero el puntero láser ahce un buen trabajo para dirigir correctamente las armas de largo alcance.

Al final, Doom 3: VR Edition se parece mucho al resto de catálogo de Bethesda para la realidad virtual, que demuestra el compromiso de la compañía, pero utilizando juegos tradicionales como base. Esto tiene sus ventajas, ya que nos permiten disfrutar de grandes obras en VR, pero también sus inconvenientes: nunca va a estar igual de pulido que un juego planeado desde cero. Sin embargo, veo aquí una muy decente adaptación. El hecho de ser un juego con tantos años a sus espaldas juega casi a favor: sus interiores se adaptan bien y se muestran con detalle sin tener que sacrificar demasiada resolución y solo en los momentos en que más detalles vemos en la lejanía, como los entornos infernales, es donde más perdemos nitidez. A esto se le suma en el control los momentos más plataformeros, que son menos cómodos y situaciones algo vagas, como cuando subimos escaleras. Otras, como la interacción con pantallas táctiles, sí están más cuidadas.

En resumen, creo que Doom 3: VR Edition tiene un público claro y variado. Bien puede estar destinada al fan de la obra, que quiera sentir el infierno más de cerca o al jugador hambriento de más juegos para PSVR. Quizá no es la manera perfecta de jugar a Doom 3, pero como decía al principio, después de tantas versiones probadas y jugadas, eso es ya lo de menos, porque nos alegramos de volver a Marte una vez más.

Buena adaptación

Sin sello
Una decente adaptación para matar demonios en realidad virtual.

DOOM 3: VR Edition

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Doom 3: VR Edition es una muy decente adaptación del clásico shooter de id Software, siempre y cuando se busque más la inmersión que produce la realidad virtual, que el desafío y la precisión de la obra original. Aunque utilice una tecnología que ya va necesitando con urgencia ese anunciado relevo, sigue siendo una experiencia divertida e intensa. Tiene aciertos y tiene carencias, pero las sabe equilibrar con mucha elegancia. Nada que no te permita disfrutar del placer de disparar una súper escopeta en la cara de un demonio, vaya. Eso sí: mejor con Aim Controller.

Comprar DOOM 3: VR Edition
5 cosas que debes saber:
  • Lleva el clásico Doom 3 a un nivel de inmersión intenso y divertido.
  • Las mejoras en las armas para integrar el HUD y el sonido.
  • Se juega mejor con el Aim Controller (que ofrece una gran experiencia) que con DualShock 4.
  • Algunas acciones y movimientos se adaptan peor al entorno virtual.
  • La correlación espacial de mando y armas no está del todo bien conseguida.
Jugadores: 1
Idioma: Textos en español y voces en español
Duración: 15 horas
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