Si echas de menos los Zelda en dos dimensiones, los más retro, te traemos buenas noticias. Ocean's Heart es un más que interesante clon de la licencia de Nintendo, yendo más allá del mero homenaje para contagiarse de su esencia y mecánicas. ¿Cómo es el resultado? Te lo contamos en nuestro análisis.
Los Zelda en 2D podrían considerarse como un género en sí mismo. Su esquema de acción y aventura ha sido fuente de inspiración de cantidad de videojuegos, entre los que se encuentran exponentes tan llamativos como Chicory, Anodyne o The Binding of Isaac. Hay ejemplos más claros que otros, pero el que os traigo hoy no tiene espacio para la duda. ¿Lo mejor? Que no solamente recuerda a la mítica licencia de Nintendo, sino que además es una alternativa bastante recomendable.
Ocean's Heart nos propone una combinación entre RPG y acción en vista cenital que recupera los conceptos zelderos que todos conocéis: libertad de movimiento en un mundo abierto, numerosas mazmorras con enemigos, consecución y uso de diversos objetos, jefes finales, un contenedor de corazones que se va ampliando… Si contempláis la imagen promocional, podréis incluso encontrar el aura de Breath of the Wild en las prendas de la protagonista, y es que los desarrollades de Nordcurrent no ocultan sus intenciones. El juego de la empresa lituana es, por tanto, algo más que un homenaje a los Zelda 2D. Calca muchas de sus mecánicas, y por las capturas podréis apreciar que también el diseño de los escenarios. Pero la pregunta más allá de los parecidos es si es entretenido y si es estamos en definitiva ante un buen videojuego. La respuesta es afirmativa, aunque sobre todo para aquellos que anhelen los años noventa, los 16 bits y sus sprites pixelados. Ese tipo de usuario encontrará aquí una particular oda a lo retro, que usa como pretexto la magia jugable de The Legend of Zelda. ¿Te interesa? Pues sigue leyendo para comprender sus fortalezas (y también debilidades).
Un clon de los Zelda 2D
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Probablemente, la mayor diferencia de Ocean's Heart con respecto a los juegos de Zelda es que tiene una protagonista femenina. Tilia es una joven que un buen día ve cómo su padre desaparece tras un ataque pirata y decide ponerse en marcha para buscarlo. Así de sencillo. Poco a poco iremos descubriendo nuevos poblados, regiones y muchas personas con las que conversar. En este sentido, el título tiene muchas más líneas de diálogo… ¡y la protagonista también habla! De hecho, leer es inevitable si no quieres perderte información vital con la que ir avanzando. Y no te preocupes, todo está correctamente traducido al español.
Otra de las cosas que más me han gustado es que el mundo de juego es bastante extenso. Te puedes mover con libertad y no solamente ir a por las misiones principales, sino también disfrutar de un buen elenco de objetivos secundarios (proporcionados por los NPC que te encuentras). Estas tareas podrían ir desde hallar un tesoro hasta derrotar a un monstruo que causa problemas a los lugareños. Desde el menú de pausa puedes verlo todo con calma, así como el mapa, por el cual puedes moverte a través de la tradicional técnica del viaje rápido. Esto propicia que la navegación sea fluida y satisfactoria, cosa que no evitará que en ocasiones te toque dar vueltas y explorar minuciosamente hasta encontrar ese lugar o personaje que buscas.
Otro de los pilares de la aventura está en la interacción con el entorno y la recolección de materiales: el looteo. Como en Zelda, puedes acabar con los arbustos, hacer explotar muros con bombas y levantar grandes rocas que te cierran el paso. Algunos enemigos dejan tras de sí un número indeterminado de elementos que puedes vender posteriormente para adquirir pociones o ampliar la efectividad de tus armas. La progresión está bien medida. No hay gran profundidad, pero tiene los elementos suficientes para mantenerte enganchado. En particular, irás obteniendo habilidades equipables, así como objetos al estilo del bumerán, el arco o una demoledora bola de pinchos.
A imitación de juegos como TLOZ: A Link to the Past, tenemos una barra de poder mágico que se consume cada vez que desencadenamos algún hechizo. Los paralelismos con la aventura de Super Nintendo no se quedan ahí. Todo recuerda poderosamente a dicho título, incluyendo las acciones, el control y las animaciones de nuestra protagonista. Eso sí, el manejo me ha parecido muy mejorable. Hay ocasiones en que morirás por la falta de precisión a los mandos (mejor usar la cruceta digital que el analógico), aunque la buena noticia es que nunca reinicias partida desde muy lejos gracias al estupendo sistema de guardado.
Uno de los pilares de la aventura está en la interacción con el entorno y la recolección de materiales
Debido a esto, diría que es un juego con una dificultad bastante agradable, aunque no exento de partes más complicadas que otras. El juego no es especialmente largo y cuesta poco más de 10 horas completarlo, una duración adecuada si tenemos en cuenta su propuesta. En particular, el conjunto gana fuerza por cómo te anima a explorar. Te suelta en la región, te da una espada y a partir de ahí puedes moverte por donde quieras. Las mazmorras también son importantes en la fórmula. Presentan retos interesantes, aunque he echado de menos un mapa más detallado con el que orientarme, tanto en interiores como en exteriores. Esto genera algunas frustraciones, aunque también hay que decir en su favor que te obliga a que te esfuerces por orientarte.
Al final, la sensación que me ha acompañado es la de estar ante un juego calcado a los Zelda, pero sin su grado de excelencia. La razón más significativa está en la configuración de sus mazmorras. No están mal, pero los puzles están lejos de la inspiración de la obra de Nintendo. Básicamente, muchas de las pruebas consisten en ir de una habitación a otra derrotando enemigos y recuperando llaves con las que seguir avanzando. Los jefes tampoco están demasiado inspirados, ni son particularmente memorables. De hecho, resultan bastante simples en su concepción.
No quiero que te lleves una impresión errónea. El juego está muy bien resuelto y hasta hay momentos en que desprende un aura propia. No niega el homenaje que realiza a la creación de Shigeru Miyamoto, y encontrarás líneas de diálogo con referencias muy cómicas al título de Nintendo. Por supuesto, en el apartado artístico también te darás cuenta de las influencias. El aspecto es puramente retro, de la etapa de los 16 bits, con un encantador estilo pixel-art. Hay mucha variedad de escenarios, de construcciones, de personajes… y gracias a ello te sientes en un mundo vibrante y repleto de vida. Lo que no me ha terminado de convencer es el apartado musical, con temas genéricos que acaban volviéndose repetitivos.
Sin embargo, son más las virtudes que los defectos, y el trabajo realizado por el desarrollador Max Mraz es más que interesante. De hecho, tiene mucho mérito y además es disfrutable. Así que añoras este tipo de títulos, eres un fan de Zelda y tienes ganas de jugabilidad retro, no puedo dejar de recomendártelo. Siempre que tengas en cuenta a lo que vienes, ¡claro!
Ocean's Heart está algo lejos de la calidad de los Zelda 2D producidos por Nintendo, pero aun así ofrece un acercamiento muy entretenido, con un mundo a explorar bastante sólido, así como mecánicas y retos que pueden mantenerte atrapado durante varias horas. A veces traspasa la línea del homenaje, y se acerca más al calificativo de "clon", porque calca no solo la esencia jugable de clásicos como A Link to the Past, sino que se contagia de elementos visuales icónicos de la saga creada por Shigeru Miyamoto. Por eso, si eres fan de la saga y añoras algo así, la recomendación es que lo pruebes, porque te puede gustar.
- Un mundo extenso, con libertad de exploración, poblados, mazmorras y bastantes secretos.
- Incontables referencias a los Zelda en 2D, algo que atrapará a los fans de la saga.
- Apartado artístico encantador, con un espíritu retro de los 16 bits.
- Hay aspectos que podrían haber estado más inspirados, como los puzles y los jefes.
- El control no está muy pulido y puede jugarte malas pasadas.
