Análisis de Edge of Eternity. Un JRPG homenaje a Final Fantasy, ¿merece la pena?

Análisis de Edge of Eternity. Un JRPG homenaje a Final Fantasy, ¿merece la pena?
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Edge of Eternity llega a consolas tras su lanzamiento en PC. Este JRPG hecho en Francia bebe del imaginario de Final Fantasy para crear una experiencia a la que le sobran ganas de innovar y sorprender. No obstante, puede que el cariño puesto en su desarrollo no sea suficiente argumento para justificar su calidad.

Desde el momento que se anunció su llegada a Steam, en el año 2018, Edge of Eternity fue un proyecto que llamó mi atención. Su lanzamiento de forma definitiva el pasado verano pasó inadvertido para muchos, por lo que su llegada a consolas de la actual y pasada generación es una ocasión ideal para echarle el guante a uno de esos JRPG hechos en Occidente que, casi siempre, se atreven a aportar algo distinto a la fórmula. Edge of Eternity no quiere ser menos y se esfuerza en ir aportando un buen puñado de ingredientes que buscan dar con la tecla adecuada. Probablemente, el primero de ellos sea su historia y worldbuilding.

El título busca sus propias señas de identidad mezclando en el mundo de Heryon una invasión extraterrestre, con tecnología y estética futurista, y una extraña enfermedad llamada Corrosión que asola un planeta de estética por momentos medieval y a veces steampunk. Sin embargo, esa búsqueda de la originalidad se traduce en un extraño pastiche que acaba por eliminar cualquier alma que el juego pudiera tener, no habiendo conseguido atraparme por completo en las 30-35 horas que dura el título a pesar, incluso, de contar con algún que otro giro de guión interesante así como tratar algunas temáticas más crudas y adultas que bien se echan de menos en muchos de los juegos a los que homenajea. A través de los hermanos Daryon y Selene iremos descubriendo su mundo moviéndonos por amplios escenarios interconectados entre sí que logran con dificultades emular la experiencia de un mundo abierto.

Sin embargo, el contenido presente en el juego en forma de misiones secundarias no es demasiado extenso ni original, recurriendo con mucha frecuencia a misiones de caza o resolución de puzles intrincados en los escenarios que aprovechan el sistema de desplazamiento de su sistema de combate. Se nota que una empresa pequeña conformada por no más de veinte trabajadores como es Midgard Studio ha preferido centrarse en tratar de construir una campaña principal sólida por encima de todo. Lamentablemente, los diálogos del juego no acompañan demasiado a esta tarea, pecando de una gran falta de sustancia en muchas de sus líneas a pesar de llegar completamente actuado en voces en inglés y japonés.

El combate de Edge of Eternity

Dejando de lado el tema de si la historia del juego es mejor o peor, conviene resaltar el tipo de experiencia que propone Edge of Eternity durante sus combates. Las influencias de los últimos Final Fantasy, incluso de Xenoblade Chronicles se dejan ver desde el principio, contando con un sistema de exploración y entrada en el combate muy similar. Lo escenarios están repletos de enemigos y criaturas que pululan con libertad marcando gracias a un código de color y nivel cuándo nos es mejor entrar a la lucha.

En Edge of Eternity iremos conociendo hasta un total de seis nuevos personajes que se unirán a nuestra causa a lo largo de la aventura. Dentro un campo de batalla ordenado mediante casillas hexagonales el programa mezcla un sistema de combate ATB con el uso de algunos elementos presentes en el escenario como balistas y piedras elementales de las que podremos sacar provecho. El intento aquí de mezclar el clásico combate por turnos del JRPG y hacerlo trascender más allá del mero intercambio de golpes, buscando tácticas ofensivas que aprovechen la retaguardia de los rivales, así como el uso de magias y ataques coordinados se agradece. De hecho, la experiencia deja sensaciones aceptables en este apartado, pero está lejos de ser satisfactorio por lo poco equilibrado de su dificultad en los combates tanto por exceso como por defecto.

El posicionamiento de la cámara no termina de sentirse cómoda

Otro de los grandes 'peros' que tiene el sistema de combate radica en el posicionamiento de la cámara que, aún a pesar de contar con una visión alternativa más elevada destinada a la estrategia militar, no termina de sentirse cómoda en ningún momento, dejando algunos planos que no benefician en nada a la espectacularidad con la que muchas de las magias que podemos ejecutar invitan a soñar. De hecho, el sistema de debilidades elementales le sienta muy bien al juego, siendo el punto táctico donde Edge of Eternity realmente funciona como debería durante los combates. Una característica presente en el título es que desde el menú podrás ir configurando distintas disposiciones para el inicio de las refriegas, colocando a tus combatientes de manera estratégica en función de sus habilidades.

La mejora de equipo en esta aventura JRPG

Un JRPG homenaje a Final Fantasy, ¿merece la pena?

Sabiendo que este título está lejos en su planteamiento de otros sistemas por turnos a lo King's Bounty o Final Fantasy Tactics en cuanto a profundidad táctica, puede que el apartado RPG del título sea de lo que mejor se sienta en conjunto, aunque con matices. La gestión del grupo es sencilla y se apoya en una interfaz bastante ligera y fácil de seguir desde el principio de la aventura. Construir tu grupo es bastante simple. Si bien puedes equipar varios tipos de armaduras, las mejoras más significativas están vinculadas a tus armas, ya que cada una tiene su propio árbol de habilidades que desbloquear a medida que vas subiendo de nivel el arma mediante su uso en combate.

La exploración se torna fundamental en este apartado, puesto que las ranuras del árbol de habilidades se pueden equipar utilizando distintos cristales que encontraremos repartidos por los escenarios o como recompensa por haber logrado algún objetivo específico durante los combates. No lo había mencionado antes, pero estos pequeños incentivos intentan despejar la monotonía de los enfrentamientos, sobre todo cuando me ha tocado plantarle cara a un buen puñado de enemigos no demasiado complicados que han convertido que el paso de un turno a otro no haya sido el más rápido y fluido del mundo. Lamentablemente, parece que estos objetivos se generan de manera completamente aleatoria antes de los enfrentamientos, por lo que algunos de ellos carecen de sentido o sencillamente no se pueden lograr.

Las barras de ATB de cada uno de los miembros de nuestro grupo se rellenan a un ritmo distinto.
Las barras de ATB de cada uno de los miembros de nuestro grupo se rellenan a un ritmo distinto.

Cada uno de estos cristales cuenta a su vez con un tipo de rareza que hace que podamos desbloquear bonificaciones pasivas y nuevos hechizos que utilizar en combate. Se trata de un sistema de mejora que te mantiene entretenido durante una buena parte de la experiencia, algo que agradecerás si eres de los que van buscando la perfección en cada una de las piezas de equipamiento, pero que se te hará un poco tedioso a medida que vayas cambiando de arma teniendo que transportar todos tus cristales de una a otra o teniendo que rebanarte la sesera buscando la forma de encajarlos dentro de una configuración completamente distinta a la que estabas acostumbrado.

El problema con el armamento no está tanto en esto último, y sí más en que gran parte de las armas y el equipo de nivel alto se crean con elementos de fabricación cuya localización es muy aleatoria y rara vez viene marcada dentro del juego, por lo que al final acabas dando más vueltas de las necesarias o repitiendo enfrentamientos en busca de un drop que puede tardar en llegar. Es una lástima, ya que el título pierde aquí una bonita oportunidad para que la exploración cobre más sentido. También podrás crear recetas que comer en las pausas y donde se desbloquearán escenas inéditas al estilo de Tales of Arise, aunque con una ejecución artística mucho más austera.

Podemos llamar a nuestro Nekaroo en cualquier momento y aparecerá a nuestro lado.
Podemos llamar a nuestro Nekaroo en cualquier momento y aparecerá a nuestro lado.

Esta austeridad también se ve reflejada en la forma en la que nos movemos por sus escenarios. Nuestros personajes solo se pueden desplazar horizontalmente, sin poder saltar o escalar y la impresión que queda en muchas secciones del juego es la de encontrarse en un overworld maquillado por la cámara en tercera persona que le da aspecto de ARPG sin serlo, claro está. Para desplazarnos más rápido por el mundo contamos con unos…gatos gigantes, da igual como trate de expresarlo, eso es lo que son los Nekaroos. Estos felinos llaman mucho la atención desde el comienzo del juego y es inevitable no compararlos con los Chocobos de Final Fantasy. En cualquier caso son adorables y encantadores ¡quién se puede resistir a una montura que te ronronea!

Edge of Eternity cuenta con mecánicas muy interesantes de exploración y el ciclo de estaciones y horario

Además de los ya mencionados cristales en los distintos comercios que encontramos repartidos por sus ciudades y asentamientos Edge of Eternity da la posibilidad de hacerse con objetos específicos que utilizar como apoyo durante los enfrentamientos. Útiles como trampas y distintos tipos de pociones para nuestros puntos de salud o magia no tardan en abarrotar el inventario.

Edge of Eternity cuenta también con un par de mecánicas muy interesantes que tienen que ver con la exploración y el su ciclo de estaciones y horario. Tendremos que vigilar la energía del grupo, de manera que habrá que descansar en campamentos o posadas cuando esta se vaya agotando, algo que puede parecer limitante en un principio, pero lo cierto es que el ritmo de desgaste no es tan alto como para acabar resultando molesto.

A un costado del minimapa circular omnipresente durante el juego encontramos una serie de iconos que marcan los distintos elementos de los que podemos hacer uso durante los combates. Un indicador importante ya que de manera cíclica estos elementos se irán destacando en dos vertientes. Si el elemento en cuestión se encuentra iluminado es un momento propicio para usarlo ya que contará con bonificaciones, mientras que si está marcado en rojo, mejor no recurrir a él ya que estará penalizado. Una propuesta que no condiciona demasiado la partida, pero que bien aprovechada puede suponer una buena ventaja en algunos momentos.

Gráficos de Edge of Eternity: buenas intenciones pero...

Durante las conversaciones veremos ilustraciones de los personajes mostrando distintas expresiones.
Durante las conversaciones veremos ilustraciones de los personajes mostrando distintas expresiones.

Se nota que Midgard Studio le ha puesto muchas ganas. Esto se extrae de detalles como el bestiario o los distintos ropajes que podemos equipar. Su mundo, a pesar de lo opuestas que son algunas de sus facciones y que sugieren una cierta anacronía (si es que alguna vez pudiera existir este concepto dentro de la fantasía) llega a resultar encantador a veces. Contando con una buena variedad de biomas que van desde llanuras cubiertas de hierba hasta playas soleadas pasando por páramos helados.

Lamentablemente el apartado gráfico no le acompaña con unos modelados corporales y faciales para PNJ's que son de otro tiempo. Las animaciones se sienten rígidas y nuestros protagonistas no cuentan con una acabado mucho mejor aunque sí algo superior. Siendo consciente de las limitaciones presupuestarias del proyecto es algo que se puede perdonar o pasar por encima. Menos perdonable son los rascones constantes provocados por una tasa de imágenes por segundo muy inestable en la versión analizada en PS5 incluso dentro del modo rendimiento. 'Accidentes' como popping y problemas con la carga de texturas de ropajes o edificios son casi una constante cuando el juego puebla sus escenas de personajes estáticos y carentes de vida.

Probablemente la elección de un motor como es Unity para un juego de estas características no haya sido la mejor, algo que se deja notar también en los efectos de iluminación y partículas durante la exploración y combates. En cuanto a su banda sonora destacan un par de composiciones que se repiten bastante durante el juego siendo un buen acompañamiento, pero nada más. Edge of Eternity llega traducido en textos y subtítulos al castellano. Como dato adicional, el estreno de esta versión para consolas llega justo en el momento en el que se ha confirmado que Nacon Games ha comprado a los autores de Edge of Eternity.

Discreto

Sin sello
Un JRPG homenaje a Final Fantasy, ¿merece la pena?

Edge of Eternity

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Edge of Eternity es uno de esos trabajos con los que cuesta ser duro. Se nota que Midgar Studio ha querido realizar un JRPG competente y que hay cariño en su desarrollo. A pesar de contar con buenas ideas como el uso de los turnos estratégicos por casillas hexagonales y una historia que se atreve a indagar en temas adultos y dar algún giro interesante a su guión, el juego no consigue convencer en casi ninguna de sus facetas. Sus similitudes con lo ya visto en el género y su debilidad técnica en consolas de nueva generación hace que, muy a pesar del esfuerzo volcado por sus creadores, Edge of Eternity no pase de ser una experiencia de juego discreta.

Comprar Edge of Eternity
5 Cosas que debes saber:
  • Edge of Eternity es un JRPG con combates tácticos dentro de un tablero hexagonal.
  • Sacar partido de las ventajas que da el escenario y de los daños elementales es lo mejor en los combates.
  • El sistema de mejora y creación de armas puede llegar a ser tedioso pasadas unas horas.
  • Gráficamente muy justo, Unity no es el mejor motor para un juego de estas características.
  • Su historia cuenta con algunos giros de guión interesantes y trata temas complejos.
Jugadores: 1
Idioma: Textos en castellano y voces en inglés/japonés
Duración: 30-35 horas
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