Los gusanos nunca mueren. Eso al menos deben pensar los chicos de Team 17, que resucitan el clásico videojuego de los 90 con uno de los mejores Worms que hemos visto en los últimos años. Descrito como "una versión mejorada de las ediciones para consola", Reloaded da exactamente lo que prometía: Diversión por turnos en estado puro.
Worms Reloaded surgió con una promesa. “Sabemos que los jugadores de PC han estado pidiendo a gritos una edición en 2D de Worms desde hace tiempo. Reloaded será una versión mejorada de las exitosas ediciones de consolas que han aparecido en los últimos años”, comentó Martyn Brown, ejecutivo del estudio Team 17 en unas declaraciones que recogíamos allá por el pasado mes de febrero. “No nos hemos acercado a PC durante un tiempo porque hemos estado trabajando para distribuidores que no tenían un gran interés por compatibles. Ahora somos independientes otra vez y tenemos más control”.
Dicho y hecho, con Reloaded sus responsables recuperan el pulso de los grandes videojuegos de PC que tramaron en el pasado y nos regalan el mejor Worms que hemos visto en el siglo XXI junto al reciente Worms 2: Armageddon de Xbox 360. ¿Más de lo mismo? Sí, pero igualmente divertido.
Pedazos de gusanos
El concepto Worms, para quien no lo conozca, es sencillo. Se trata de un juego de acción/estrategia que se desarrolla por turnos y en el que diferentes equipos de cuatro gusanos cada uno se enfrenta entre sí con el único objetivo de acabar con el oponente en escenarios 2D destructibles y con divertidísimas armas que emplear. Sencillo, ¿no? Pues con este concepto llevan lanzándose videojuegos de la franquicia Worms durante más de 15 años con puntas de lanza tan brillantes como sus dos primeras partes o el ya mencionado Worms 2: Armageddon.
El modo para un sólo jugador está ahí y aporta valor y vida útil al título aunque, lógicamente, palidece ante la verdadera diversión que reside en el juego social y adolece de una IA con el mínimo de equilibrio exigible. En la experiencia en solitario destaca la posibilidad de disputar partidas rápidas, personalizadas y de entrenamiento. Así mismo hay una campaña de 35 capítulos que permite visitar diferentes escenarios, y por último también encontramos Área de Guerra en el que debemos superar oleadas de enemigos más y más difíciles, así como Matanza que nos emplaza a obtener el mayor número de puntos sobreviviendo todo lo que podamos.
El multijugador, por su parte, contempla la posibilidad del juego local o el de red. El primero de ellos recoge el testigo de los Worms originales y es donde el juego rebosa diversión por los cuatro costados. Tener a un amigo a nuestro lado viendo impotente cómo machacamos a sus anélidos soldados no tiene precio, pero también es apasionante hacerlo a través de internet con otras tres personas.
Así pues el videojuego es muy continuista en cuanto a su concepto y a su sencillísimo manejo. Los jugadores noveles no tendrán ningún problema en dar sus primeros pasos con él, y los hardcores sentirán que todo sigue siendo tan familiar como siempre. Éstos, sin embargo, sí echarán en falta posiblemente algo más de innovación en cuanto al arsenal de armas. Este punto siempre ha sido el más importante del videojuego, puesto que con su variedad y posibilidades proporciona las mayores carcajadas, especialmente por el hecho de que todas las armas son algo caprichosas en su utilización, y es que lanzar una granada o disparar con un bazuca a un enemigo puede volverse rápidamente en nuestra contra con hilarantes resultados.
Lamentablemente de las 14 armas nuevas el grueso las vimos ya en Worms 2: Armageddon, con lo cual los que repitan se encontrarán con un arsenal virtualmente idéntico. Repiten las armas clásicas más divertidas de las series, y se suman también el Tótem, el hurón o la ametralladora automática, todos ellos igualmente descacharrantes.
Si el juego en este sentido es una decepción si ya contamos con Worms 2: Armageddon, en cambio sí hay un buen motivo por el que adquirirlo si somos fanáticos de la saga Worms y ya hemos disfrutado de las últimas entregas. Se trata del editor de niveles que funciona importando imágenes, que el mismo videojuego recorta automáticamente convirtiéndolos en niveles propios que luego podemos manipular. Un añadido tremendamente original que tiene algunos problemas de fondo y acabado a la hora de compartir sus resultados, pero que ofrece interesantes posibilidades.
Con un precio ciertamente bajo, 14,99 euros, Worms Reloaded oferta infinidad de alternativas jugables con el clásico sello de estrategia de la saga. La diversión permanece intacta, y a pesar de que el juego tiene menos novedades de las que esperábamos lo cierto es que conserva todas sus innegables virtudes.
