¿Habría algo más demoledor que un ataque masivo de Kirbys? HAL Laboratory y Nintendo nos lo demuestran en Kirby Mass Attack, un videojuego donde ya no jugamos con un solo Kirby, sino con diez. Es cierto, no tienen tanta hambre como el original, pero juntos van a causar muchos problemas, sobre todo a sus enemigos, mientras a nosotros nos proponen una exquisita ración de diversión plataformera. ¡Multiplícate por 10!
Kirby no decepciona, o al menos no lo ha hecho en muchas ocasiones desde que naciera hace ya casi 20 años. El caso de Kirby Mass Attack no es una excepción, y eso a pesar de que la obra pasara casi desapercibida durante el pasado E3, cuando fue anunciada, prácticamente eclipsada por las novedades de Nintendo 3DS y Wii U.
Pero a un buen videojuego no hace falta que le labren un camino. Él solo ha sabido construirse el suyo propio, en un título tan encantador, colorido y mágico como al que nos tiene acostumbrados la compañía HAL Laboratory. Ellos, los también conocidos por haber desarrollado la saga Super Smash Bros, han sido los responsables de esta nueva aventura plataformera, una donde Kirby se divide en diez para multiplicar su potencial de diversión.
Todo comienza de una forma que ya es familiar para todos, con una historia “made in Nintendo”, simple pero tierna, que tiene la principal intención de ponernos a jugar cuanto antes. En un día soleado, Kirby descansaba sobre las praderas de las islas Popobo (en el sur de Popstar), cuando el cielo empezó a ennegrecerse, dejándonos ver la figura de Necrodeus, el líder de la Tropa Calavera. Traía de todo, menos buenas intenciones, e ipso facto decidió usar su terrible magia oscura para dividir a Kirby en diez versiones de sí mismo. Al hechicero ya no le costaría nada vencer a las copias de nuestro glotón personaje, pero cometió un error: dejó uno en pie.
Diez Kirbys mejor que uno
Este Kirby, el único superviviente, nos servirá a nosotros, los jugadores, para disfrutar de uno de los videojuegos más duraderos, desafiantes y completos que haya dado la serie en años, y esto se consigue con una fórmula muy sencilla: pura jugabilidad más aprovechamiento de la tecnología táctil de Nintendo DS.
Así, empezaremos cada uno de los varios mundos presentes con sólo una copia de Kirby, pero podremos conseguir a todos sus compañeros, hasta hacer un total de diez, engullendo las frutas que nos encontremos por los variados niveles que visitemos. En total, una media de once fases por región que engrosan más de diez horas de juego. Un número más que respetable, sobre todo considerando la variedad de situaciones y extras con que nos premia la jugabilidad presente en Kirby Mass Attack.
Para empezar, el control es exquisito. Con sólo el lápiz táctil, somos capaces de llevar a cabo todas las acciones necesarias para dirigir a nuestras rechonchas copias hacia el final de cada nivel. Todo se consigue mediante meras pulsaciones en pantalla, ya sea para dirigir a nuestro grupo de glotones hacia una plataforma, para atacar a un enemigo, para bucear, para romper bloques... Incluso podremos hacer que se enganchen sobre determinados elementos del escenario (algunos de los cuales requerirán de un número mínimo de Kirbys para ceder). Simplemente, no se podía haber hecho mejor.
Un cartucho muy glotón
Tal vez la dificultad sea otra cuestión diferente. De hecho, Kirby Mass Attack no resulta un videojuego especialmente desafiante. Completar el título no conlleva demasiado esfuerzo pero, eso sí, lograr acabarlo al cien por cien ya es otra historia. Así, será fácil alargar las horas de juego si decidimos recolectar las medallas de cada nivel (habiendo 186 en total). Y esto sí es un reto, además de bien recompensado, ya que desbloquearemos una serie de extras (en forma de minijuegos de pinball, de matamarcianos u otros más simpáticos, como una especie de RPG) que simplemente son formidables.
Resulta una verdad irrefutable que cuando se inserta este cartucho, el usuario recibe una sensación de calidad y mimo francamente loable. No hay nada dejado al azar en un videojuego adictivo y altamente rejugable al que tal vez le hubiera faltado, para rizar el rizo, haber incorporado alguna opción multijugador. No ha sido así, pero al menos se incorporan retos, unos 35, que ayudan a extender un poco más la diversión para aquellos que quieran ya conseguirlo todo.
No obstante, y como en Nintendo ya saben que hay jugadores de todas las condiciones, hasta un videojuego tan asequible como el presente dispone de su propio sistema de pistas. En este sentido, Daroach (que algunos conoceréis de otros videojuegos) está aquí para ayudar, apareciendo cuando detecta que no podemos pasar un determinado obstáculo. Sin duda, un valioso auxilio para los usuarios menos experimentados.
Delicioso por dentro, sabroso por fuera
Pero la jugabilidad no es el único encanto de Kirby Mass Attack. Su acabado gráfico, basado en un estilo 2D completamente artesanal (como las creaciones de toda la vida) lo es igualmente. Y no echamos de menos las nuevas tendencias tridimensionales, en absoluto, sobre todo cuando el resultado es tan vivo y colorido como en la nueva obra de HAL Laboratory. Fluidez y suavidad de animaciones son tónicas presentes durante toda la aventura, con variedad de escenarios (bosques, desiertos, islas paradisiacas, entornos magmáticos...) y de enemigos.
A este respecto, el de los jefes finales, cabe destacar que tendremos uno por mundo, y que veremos a viejos conocidos, no resultando ninguna sorpresa, por ejemplo, la aparición del mítico árbol conocido como Whispy Woods. Muchos de ellos ocupan toda la pantalla, e incluso requerirán parte de la otra, sacando así el máximo partido a la tecnología “dual screen” de Nintendo, lo cual significa otro importante punto a favor del título.
Sin embargo, ningún juego de Kirby es completo sin su banda sonora, la cual es un alivio conocer que está compuesta una vez más por Shogo Sakai, dejándonos otra vez los tonos alegres tan característicos de la franquicia. Guiños al pasado en forma de efectos sonoros fácilmente reconocibles por los fans tampoco faltarán, y todo con un único fin: devolvernos a todos, aunque sea sólo con un videojuego, a un estilo de juego tan esponjoso y dulce como sólo esta saga es capaz de dar. Si lo consideramos así, Kirby Mass Attack es todo un éxito. Y si no, también.
El personaje más glotón de Nintendo multiplica el encanto, originalidad, diversión y duración de sus videojuegos tradicionales en Kirby Mass Attack. Y lo hace por diez en un videojuego donde HAL Laboratory da una auténtica lección de cómo aprovechar la doble pantalla de Nintendo DS con talento, lucidez y, al mismo tiempo, simpleza en la que se convierte en una de las últimas joyas de la portátil. Si te gusta Kirby, no tienes ni que pensártelo; si no le conoces, puede que sea el mejor momento para hacerlo.
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